Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Para Siempre ❯ Para Siempre ( Chapter 1 )
[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]
By: Inner Angel 
La inmortalidad es una maldición para el Guardián de la Luna. T/Y. One-shot.
Anime/Manga: Card Captor Sakura Fan Fiction | Genre(s): Angst | Type: One Shot | Uploaded On: 07.03.2007 | Updated On: 07.03.2007 | Pages: 1 | Words: 882 | Visits: 595 | Status: Completed
La inmortalidad es una maldición para el Guardián de la Luna. T/Y. One-shot.
Anime/Manga: Card Captor Sakura Fan Fiction | Genre(s): Angst | Type: One Shot | Uploaded On: 07.03.2007 | Updated On: 07.03.2007 | Pages: 1 | Words: 882 | Visits: 595 | Status: Completed
DISCLAIMER: Los personajes de CardCaptors Sakura y todo lo relacionado con ellos, pertenecen a CLAMP. “Para siempre”, es propiedad de Inner Angel
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Este es un one-shot muy corto que escribí hace tiempo ya, cuando me puse a pensar lo triste que podía ser la existencia de los guardianes como seres inmortales. R&R
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Para Siempre
By Inner Angel
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Una sola lágrima rodó lentamente por su mejilla.
Era, probablemente, la primera vez en su larga e inmortal vida que algo semejante le había ocurrido. Ni siquiera cuando Clow abandonó el mundo mortal, su semblante se inmutó en lo más mínimo.
Le dolió, sin duda. Después de todo era su padre y creador, y lo había amado profundamente. Pero al mismo tiempo, era una parte de él, de su magia, por lo que el mago vivía de algún modo a través de su legado, del que él era parte. Y en verdad podía sentirlo todos los días a su alrededor y casi escuchar sus palabras dulces y sabias. Nunca extrañó su presencia, aunque si su consejo. De modo que su muerte no era, en forma alguna, definitiva para el Guardián de la Luna.
Pero ahora, solo frente a la tumba de Touya, no pudo más que cerrar los ojos y dejar correr una segunda, tercera, y muchas lágrimas más. Su rostro se contrajo y su cuerpo comenzó a temblar a tiempo con sus sollozos. No pudo contenerse más. Cayó al suelo de rodillas, sacudido por la impotencia que embargaba su alma. Lo había perdido para siempre, y la finalidad de esa sentencia le apretaba el corazón robándole el aire y las ganas de vivir.
Maldijo entonces la mortalidad humana y su efímera esencia en este mundo al que él estaba condenado por la eternidad como ente mágico.
Se maldijo a sí mismo por no tener el poder suficiente para salvarlo… ni los medios precisos para seguirlo allí a donde iba.
Se había quedado solo. Separado de lo que más había amado en toda su existencia y la desesperanza se apoderó de todos sus pensamientos. Miró entonces hacia el futuro y solo encontró dolor, pues él seguiría adelante.
Viviendo.
Sirviendo a la maestra de cartas hasta que ella también dejara este mundo. Y aun después, él seguiría. Esperando el renacer de un nuevo amo, sólo para repetirlo todo de nuevo.
Repetirlo todo de nuevo…. pero sin Touya.
Nunca más vería su rostro serio, frunciendo el ceño y entornando los ojos listo para estrangular al mocoso. Ya no oiría más su voz profunda y masculina, hablando con pasión de sus intereses y aficiones. Nunca mas contendría sus arranques de furia celosa por su hermanita menor, ni compartiría su risa contagiosa, cuando dejaba caer sus defensas y era alegre como un niño en una dulcería.
Nunca más sentiría sus caricias sobre su piel, la tersura de su rostro… la calidez de sus besos más apasionados…
A lo lejos se escuchó el retumbar lento y sonoro de las campanas del reloj de la torre dando la hora. Marcando así, con una precisión casi macabra, el tiempo finito y terriblemente corto para unos… y la sentencia eterna y dolorosa de la vida inmortal para otros.
Yue se puso lentamente de pie. Abrió los ojos y miro hacia el horizonte multicolor del final de la tarde.
Yukito había amado a Kinomoto Touya desde la primera vez que lo vio y a partir de entonces nunca se separó de su lado. Ahora, frente a su tumba, Yukito moría lentamente a manos de Yue, desvaneciéndose en la suave y cálida brisa que soplaba sin cesar. Cada uno de sus sentimientos y recuerdos se diluían, al tiempo que las lágrimas se secaban en el rostro del guardián.
Ahora, Yukito también estaba muerto.
Sólo quedaba Yue, con su rostro impasible y sereno. Yue, el poderoso Guardián de la Luna y protector del legado de Clow.
Sólo Yue.
Echando una última mirada a la lápida frente a sus pies, dio media vuelta y dejo atrás los recuerdos de su vida mortal…
Para siempre.
INNER ANGEL
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Este es un one-shot muy corto que escribí hace tiempo ya, cuando me puse a pensar lo triste que podía ser la existencia de los guardianes como seres inmortales. R&R
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Para Siempre
By Inner Angel
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Una sola lágrima rodó lentamente por su mejilla.
Era, probablemente, la primera vez en su larga e inmortal vida que algo semejante le había ocurrido. Ni siquiera cuando Clow abandonó el mundo mortal, su semblante se inmutó en lo más mínimo.
Le dolió, sin duda. Después de todo era su padre y creador, y lo había amado profundamente. Pero al mismo tiempo, era una parte de él, de su magia, por lo que el mago vivía de algún modo a través de su legado, del que él era parte. Y en verdad podía sentirlo todos los días a su alrededor y casi escuchar sus palabras dulces y sabias. Nunca extrañó su presencia, aunque si su consejo. De modo que su muerte no era, en forma alguna, definitiva para el Guardián de la Luna.
Pero ahora, solo frente a la tumba de Touya, no pudo más que cerrar los ojos y dejar correr una segunda, tercera, y muchas lágrimas más. Su rostro se contrajo y su cuerpo comenzó a temblar a tiempo con sus sollozos. No pudo contenerse más. Cayó al suelo de rodillas, sacudido por la impotencia que embargaba su alma. Lo había perdido para siempre, y la finalidad de esa sentencia le apretaba el corazón robándole el aire y las ganas de vivir.
Maldijo entonces la mortalidad humana y su efímera esencia en este mundo al que él estaba condenado por la eternidad como ente mágico.
Se maldijo a sí mismo por no tener el poder suficiente para salvarlo… ni los medios precisos para seguirlo allí a donde iba.
Se había quedado solo. Separado de lo que más había amado en toda su existencia y la desesperanza se apoderó de todos sus pensamientos. Miró entonces hacia el futuro y solo encontró dolor, pues él seguiría adelante.
Viviendo.
Sirviendo a la maestra de cartas hasta que ella también dejara este mundo. Y aun después, él seguiría. Esperando el renacer de un nuevo amo, sólo para repetirlo todo de nuevo.
Repetirlo todo de nuevo…. pero sin Touya.
Nunca más vería su rostro serio, frunciendo el ceño y entornando los ojos listo para estrangular al mocoso. Ya no oiría más su voz profunda y masculina, hablando con pasión de sus intereses y aficiones. Nunca mas contendría sus arranques de furia celosa por su hermanita menor, ni compartiría su risa contagiosa, cuando dejaba caer sus defensas y era alegre como un niño en una dulcería.
Nunca más sentiría sus caricias sobre su piel, la tersura de su rostro… la calidez de sus besos más apasionados…
A lo lejos se escuchó el retumbar lento y sonoro de las campanas del reloj de la torre dando la hora. Marcando así, con una precisión casi macabra, el tiempo finito y terriblemente corto para unos… y la sentencia eterna y dolorosa de la vida inmortal para otros.
Yue se puso lentamente de pie. Abrió los ojos y miro hacia el horizonte multicolor del final de la tarde.
Yukito había amado a Kinomoto Touya desde la primera vez que lo vio y a partir de entonces nunca se separó de su lado. Ahora, frente a su tumba, Yukito moría lentamente a manos de Yue, desvaneciéndose en la suave y cálida brisa que soplaba sin cesar. Cada uno de sus sentimientos y recuerdos se diluían, al tiempo que las lágrimas se secaban en el rostro del guardián.
Ahora, Yukito también estaba muerto.
Sólo quedaba Yue, con su rostro impasible y sereno. Yue, el poderoso Guardián de la Luna y protector del legado de Clow.
Sólo Yue.
Echando una última mirada a la lápida frente a sus pies, dio media vuelta y dejo atrás los recuerdos de su vida mortal…
Para siempre.
INNER ANGEL