InuYasha Fan Fiction ❯ Un principe enamorado ❯ Despertar ( Chapter 24 )

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Capítulo 24

De demonios y mujeres humanas…

Parte 2: Despertar

………

Rin se llevó la mano al cuello muy lentamente, se sentía tan adolorida y que no había un músculo en su golpeado cuerpo que no le doliera. Extrañamente se sentía con fuerzas suficientes para tratar de levantarse. Al moverse una punzada de dolor en su hombro la obligó cerrar los ojos un momento.

Respiró profundo y apoyándose en su mano derecha logró sentarse sobre el futón. En esa posición se inspeccionó el pecho, ignorando el dolor en su hombro, no era tanto un dolor, más como un ardor que se extendía por todo su cuerpo y la calentaba.

Con cuidado se quitó las vendas de su antebrazo, las cicatrices formaban círculos sobrepuestos de piel irregular bajo sus dedos. Se veía un poco extraño porque las marcas eran de color verde oscuro pero al tacto estaban suaves.

Se estiró un poco acomodándose el cabello fuera del rostro, el roce de su melena suave y brillante atrajo su atención a su espalda. Dudó un momento y luego se tocó fácilmente las cicatrices. Al hacerlo, las imágenes de su pelea con Sesshoumaru y Sokoe parpadearon frente a sus ojos.

Los recuerdos de su infancia y últimos días en la aldea se mezclaban entre sí, formando un carrusel interminable de imágenes que por momentos no parecían ser suyas.

Rin se frotó la sien buscando claridad de ideas pero no fue de mucha ayuda. Miró a su alrededor sin reconocer la habitación donde estaba, a su lado había tres futones y a sus pies varios kimonos perfectamente doblados.

Paseó la vista una vez más, aparte de unos cuantos recipientes no vio nada familiar que le facilitara saber donde había dormido quien sabe cuantos días seguidos.

Fijó la vista más allá de la puerta y pudo divisar el resplandor del día que se colaba por las rendijas de la pared. Se detuvo a escuchar los ruidos fuera de la quietud de su cuarto, reconociendo en el acto las voces infantiles que tanto quería. Estaba en el castillo.

Presionó la herida de su hombro y sintió un escalofrío, luego alargó la mano tomó un kimono y se lo puso. Con dificultad se levantó se acomodó la ropa y empezó a caminar en dirección a la puerta completamente mareada pero decidida a salir del cuarto y ver a los pequeños.

Tardó una eternidad en llegar, sus piernas no le respondían tan bien como ella quería. Al correr la puerta la luz del día la cegó de golpe y sin poder controlarse sintió como se inclinaba hacia delante.

Rin puso ambas manos para soportar la inminente caída pero en cambio sintió como la sujetaban por la cintura con firmeza. La calidez de su salvador era una sensación muy agradable. Segura que no caería enfocó la mirada y sus ojos vieron la imagen de una sedosa y larga melena plateada, al mismo tiempo su salvador le hablaba al oído y eso la estremeció.

"Rin! Que haces de pie?"

"D-donde estoy?"

"Adonde perteneces…en el castillo conmigo!"

"…Sesshoumaru?"

Rin sentía el aliento tibio del youkai en su cuello mientras rozaba tiernamente la nariz sobre su piel, parecía como si estuviera llenándose con el aroma de su cabello. Las manos en su cintura le transmitían una deliciosa descarga de electrizante emoción, necesitaba tocar las manos de su salvador y pronto sus dedos rozaron las garras sobre su cintura. Garras!!

Sentía el hombro caliente y le zumbaban los oídos, era como si su piel reaccionara a algo o alguien. Con sus piernas sin fuerzas se tambaleó y nuevamente alguien evitó que su cuerpo se estrellara contra el piso, pero esta persona no era la misma que la hacía temblar, al contrario quien la sujetaba le transmitía paz.

"…Amo?"

"No pequeña soy yo Folken!"

"…"

"Ven Rin, todavía estas débil!"

El mayordomo la levantó en brazos y miró a su amo que caminaba alejándose de él, como escapando. Había sido Sesshoumaru quien la sujetó cuando salió por la puerta, pero una mezcla de vergüenza y orgullo le recordó el infierno que ella había vivido por su culpa. Incapaz de manejar sentimientos tan intensos el príncipe la puso en manos de su mayordomo y se separó de ellos.

Al verlo Inuyasha trató de detenerlo pero Kagome, que adivinaba el conflicto de su cuñado, le pidió que lo dejara estar solo un rato.

"Pero Kagome…!"

"Déjalo, vamos a ver a Rin!"

Rin se aferró a Folken dejando que el mareo inicial desapareciera. Lentamente su rostro se encontró con la reconfortante sonrisa de Folken.

"Princesa estás bien?"

"Si, estoy mareada…Folken como sobreviví a Tokiyin?"

"Ja ja ja matarte no era la solución pequeña, no cuando tienes amigos poderosos como Miroku!"

Rin sonrió, le bastó escuchar las palabras de Folken para comprender lo que había sucedido. Sin poder controlar su curiosidad y emoción y con una vocecita apenas audible, la princesa se atrevió a preguntar por Sesshoumaru.

"…y él está bien?"

"Claro!"

"…ya veo!"

(Pero…estoy segura que era él, seguro lo soñé!)

Rin se distrajo con los gritos de Kali y Van a su alrededor. Feliz de estar despierta y sintiéndose con más fuerzas a cada minuto le pidió a Folken que la pusiera en el piso. Inmediatamente los niños se abrazaron a sus piernas emocionados.

"Hola me extrañaron?"

"Siii, que bueno que ya despertaste!"

"Ja ja gracias yo también estoy feliz!"

Folken la ayudo hasta la habitación y ahí Rin escuchó con una sonrisa todo lo que los niños habían hecho mientras ella estaba inconsciente. Le parecía un sueño verse rodeada de todas las personas que quería; todas menos la más importante.

Sesshoumaru admiraba el paisaje desde el balcón más alto del castillo, debatiéndose entre quedarse ahí o bajar a ver a su princesa. Le producía ansiedad saber que al verla, seguramente Rin le iba a reclamar por haberla apartado de su vida.

(Soy un cobarde, estaba tan decidido mientras estuvo dormida. Ella no se merece esto…quiero verla…olía tan delicioso, puso sus manos sobre las mías, me reconoció…!!!)

Sin poder controlar su ansiedad por verla, bajó las escaleras hasta encontrarse caminando por el corredor que daba al cuarto de Rin. Al acercarse, pudo escuchar sus risas mezcladas con las voces de los demás. Movió la mano para abrir la puerta y vio a Sukime salir con una sonrisa de oreja a oreja. Sesshoumaru retrocedió para que la youkai pudiera seguir caminando.

"Amo la princesa está radiante. Entre, estoy segura que quiere verlo!"

"…hai!"

Al abrir la puerta una ola de felicidad lo envolvió al verla sentada y sonriendo. Su cabello azabache era una distracción en la felizmente enredaría sus dedos cuantas veces se lo permitiera. Sus ojos verdes estaban llenos de vida y con un tono intenso y seductor. Rin estaba radiante, aún con sus vendas y rostro magullado se veía hermosa.

Se sentía como si la estuviera conociendo por primera vez y fuera amor a primera vista. Todo el esplendor de Rin estaba frente a sus ojos y finalmente él estaba consciente y libre para apreciar a la hermosa mujer en que se había convertido. Paralizado por la visión de Rin no avanzó hasta que Van se acercó a él.

"Ven tío siéntate junto a Rin!"

Rin no hablaba, le pareció un sueño ver a su Amo de pie frente a ella mirándola directo a los ojos. Era una visión de belleza y poder. Sesshoumaru vestía un kimono púrpura y no llevaba ni armadura o espadas; solo su melena suelta que le caía como una cascada sobre la tela oscura creando un contraste hipnótico.

Ella se llevó la mano a la cara, además de estar ruborizada sabía que tenía un sin fin de cortaduras y rasguños ensombreciéndole el rostro.

(Kami-sama se ve tan bello y yo…estoy fea y golpeada…al menos tengo un kimono bonito y el pelo cepillado, Sukime te adoro!)

"Buenas días!"

Todos le respondieron el saludo entre dientes, extrañamente ir con su sobrino de la mano le daba ánimos y aplacaba los nervios de verla despierta y viéndolo con aquellos ojos que le gritaban sentimientos nuevos y emocionantes.

Rin lo siguió con la mirada tratando de calmar sus nervios y a su corazón enloquecido, le sudaban las manos y pensaba en todo lo que le iba a decir, imaginando al mismo tiempo que cosas maravillosas y amorosas tendría Sesshoumaru que decirle a ella.

Sesshoumaru se sentó junto a ella sin estar demasiado cerca, lo suficiente para, si alargaba la mano, poder tocarla. Mientras todos los demás se iban el youkai pensaba en la mejor forma de decirle todo lo que tenía atravesado en su pecho. El último en salir fue Van que les sonreía divertido.

"Me alegro que estés despierta!"

"Arigato!"

"Como te sientes?"

"bien…un poco adolorida pero bien!"

Rin evitaba mirarlo a los ojos, sentía tantos nervios y excitación que estaba segura que si lo veía se lanzaría a sus brazos incapaz de controlar su emoción. Parpadeó y esperó, no podía pensar de esa forma, ella lo amaba pero él había escogido a alguien más apartándola de su vida, desechándola como basura.

Quería que Sesshoumaru admitiera que había cometido un error con Sokoe, pero al mismo tiempo deseaba golpearlo por todo el sufrimiento que había tenido que soportar, emocionada lo miró a los ojos con una gran sonrisa de esperanza.

"Quiero decirte que cometí un error, me dejé llevar por los encantos y belleza de Sokoe…"

Sesshoumaru no terminó la oración donde segundos antes estaba una emocionada y sonriente mujer ahora solo quedaba un ser ensombrecido por el despecho y enojo. Su protegida lo miraba con tanta cólera, y era tal la rabia que emanaba de su cuerpo que podía cortar el ambiente cargado entre ellos con una espada.

Con los ojos entrecerrados y visiblemente afectada, Sesshoumaru se sintió desfallecer cuando la vio agrandar el espacio entre ellos, como si se estuviera alejando de una plaga mortal. No le fue posible interrumpirla porque la voz de Rin era seca y llena de sarcasmo.

"…su belleza y encantos…claro su difunta esposa era un belleza de mujer, supongo que era por su condición de lobo, no cree señor Sesshoumaru?...no sé hay algo tan, tan...no encuentro las palabras, perverso y traicionero diría yo! Pero eso es solo mi opinión y yo soy solo una recogida que no sirve nada más que para estorbar…no quiero escuchar nada de lo que usted tenga que decirme…le agradezco mucho el interés por mi bienestar pero como ve ya me siento mucho mejor. Estoy cansada y quisiera dormir para recuperar fuerzas tengo que regresar a mi casa en unos días!"

"Pero Rin…!"

"Disculpe señor en serio estoy cansada, me arde mi herida!"

Al escucharla el youkai trató de acercarse pero ella no se lo permitió con un brusco ademán y la voz teñida de furia e irritación.

"NO ME TOQUES!!!"

Rin deseaba que la tierra se abriera y la tragara, todo había sido en vano y su amor desperdiciado. Era una pesadilla que estuvieran juntos y Sesshoumaru mencionara la belleza y encantos de su esposa muerta. Le provocaba levantarse y echar a correr hasta llegar a un sitio donde los sentimientos por su amo no le desgarraran las entrañas por el dolor.

El youkai estaba paralizado, en lugar de aplacarla y tranquilizarla sus palabras habían transformado a su protegida en una fiera, aún así alargó el brazo para tratar de tocarla pero el grito fue tal que el demonio se puso de pie para distanciarse un poco mas de ella, esperando que eso le diera la oportunidad de terminar de hablar.

"VETE!!"

"…Pero Rin déjame hablar!"

"LARGO, NO QUIERO!"

Dominada por la furia de sentirse humillada y despreciada una vez más, Rin se levantó tomó el recipiente del agua y se lo lanzó a Sesshoumaru a la cara con todas sus fuerzas, el youkai levantó la mano para desviar el recipiente que se quebró y uno de los pedazos rebotó contra su pecho.

En el umbral de la puerta estaban Kagome e Inuyasha asustados al ver a Rin jadeando y con los ojos llenos de lágrimas. Consciente de que sus ojos eran diferentes Rin apartó la mirada.

"Que rayos pasa, Sesshoumaru que le hiciste?"

"…"

"No pasa nada Inuyasha tu hermano ya se iba!"

Kagome se acercó y la tomó por un brazo al caminar vio los pedazos del recipiente regados por el piso. Inuyasha observó a su hermano salir de la habitación como si le hubieran robado el alma. Al ver a Kagome su esposa le hizo un ademán de seguirlo y dejarlas solas para ver si lograba averiguar que había pasado.

"Rin te lo suplico dime que sucedió, porque estás tan alterada…"

"ese youkai…"

………

Inuyasha le dio alcance a su hermano mientras caminaba hasta su habitación, extrañamente Sesshoumaru le contó a pedazos lo que había pasado. Divertido, Inuyasha le dijo que había sido solo una pelea por decir las palabras equivocadas.

"Pero que torpe como se te ocurre decirle eso, con razón esta hecha un fiera!"

"Ni siquiera me dejó terminar, nunca la había visto tan agresiva!"

"Ja ja ja en serio yo creí que tu eras más inteligente. Ahora está con Kagome y probablemente después que hablen se sentirá mas tranquila. Déjala que duerma en paz y ma­ñana lo intentas de nuevo, pero por lo que más quieras no le menciones a la loba!"

Enfurecido por verse en aquella situación tan embarazosa donde recibía consejos de su hermano menor, Sesshoumaru lo miró de soslayo y le habló con su acostumbrada frialdad.

"Y desde cuando eres tan versado en delicadezas?"

"Few! Yo no soy tan tonto como todos creen, yo sé cosas, además Rin es humana como Kagome!"

"…entonces mañana?"

"Hai!"

Sintiéndose no tan derrotado, el youkai entró a su cuarto y se quedó pensando en Rin toda la noche. Nunca había estado tan furioso consigo mismo como ahora. No podía culparla, después de todo lo que había pasado, lo menos que necesitaba era el recordatorio de Sokoe.

(Lo hiciste maravilloso Sesshoumaru, simplemente genial. Ahora está más enojada que nunca y lo peor, no quiere que la toque…mmm! Eres mía Rin y no voy a permitir que vayas a ningún lado…se ve preciosa enojada y tiene muy buena puntería)

…………

A la mañana siguiente…

Rin caminaba despacio, se apoyaba en el bastón que Folken le había dado. Detrás de ella Inuyasha y Kagome conversaban calladamente en espera de que Sesshoumaru apareciera. Los consejos de Kagome habían sido que se mantuviera calmada y dejara que el príncipe hablara.

Mientras avanzaba, Rin no hacía otra cosa que revivir la noche anterior pero se distrajo con la adorable escena frente a ella. Kali, Keiko y Van conversaban y bromeaban entre sí como si fueran amigos de toda la vida y eso la emocionaba mucho.

En el instante que reconoció la silueta de Sesshoumaru acercándose la herida de su hombro empezó a pulsar y ella a refunfuñar entre dientes. Mirándolo de medio lado, lo vio saludar a los niños y ser especialmente amable con Kali y Van. No pudo evitar sentirse cautivada por la escena, pero sus inseguridades le recordaban a gritos los encantos y belleza de Sokoe.

Recordaba las palabras, pero su corazón no escuchaba razones, latía desesperado al ver a su dueño acercarse con una expresión extraña, casi feliz y luciendo igual de hermoso como en sus sueños. La princesa torció la boca, aquel despliegue de kimonos nuevos, de sedas oscuras y que se abrazaban al cuerpo de su amo eran una distracción que le daba cosquillas en el vientre.

No tenía sentido tratar de evadirlo así que siguió avanzando esperando que su aspecto fuera presentable y el kimono celeste con flores de colores le sentara bien.

"Hola Rin!"

"…buenos días señor!"

El youkai quiso corregirla, pero se contuvo para no enfurecerla, que le dijera señor era como un puñetazo en el estómago.

"Cómo te sientes?"

"Ya le dije ayer que bien!"

"Vas a desayunar!"

"Sí señor!"

"Puedo acompañarte?"

"No quiero…Kagome me acompañará!"

"Rin!"

"Quee?"

"Podemos hablar?"

"Para que?"

"Tengo algo importante que decirte!"

"Humph! No! Tengo hambre!"

"Pequeña estas siendo tan…"

Sesshoumaru dejó que las palabras se desvanecieran fuera de sus labios, otra vez Rin lo miraba como si quisiera desintegrarlo y cerraba la mano alrededor del bastón de forma peligrosa para su cabeza.

El youkai respiró al ver los ojos de Rin destellar rojo y percibir la excitación en su delicioso y excitante aroma corporal. Tenerla tan cerca y no poder tocarla era un martirio. El destello en los ojos lo desvió un poco y con la voz más serena que pudo le preguntó si se sentía bien.

"Estas bien?"

"Por tercera vez, que si!!"

"Es que tus ojos, cuando me lanzaste esa mirada tan adorablemente furiosa me pareció que brillaban rojo…pequeña ese bastón te lo dieron para que te ayudes a caminar no para que me golpees!"

Rin se tragó el reproche al escucharlo, su voz era tan suave y sedosa que se mordió el labio para no reírse mientras aflojaba el bastón en su mano. Le daba rabia que pareciera conocerla como la palma de su mano. Cuando la llamaba pequeña se sentía como una niña consentida y tenía que admitir que esa era una de las cosas que más extrañaba, la protección y cuidados de su apuesto amo.

"Folken-sama dice que así serán de ahora en adelante, son los efectos de la bella y encantadora Sokoe…ahora, discúlpame voy a desayunar"

"Pero Rin y nuestra plática?"

"Grr!"

Con una pícara expresión Kagome tomó a Rin del brazo y dejaron a Sesshoumaru con la palabra en la boca. Inuyasha y Van, que corría hacia ellos, se quedaron con Sesshoumaru. Una vez solos Inuyasha soltó la risa.

"Ja ja ja bien merecido te le tienes, se nota que te va a costar convencerla `señor'…"

"Grr!"

"Que bárbaro acaso creíste que ella se iba a lanzar a tus brazos así nada más después de que…!"

"Basta Infeliz se muy bien lo que hice…además tu que sabes no sé que ve Kagome en ti?"

"Few! Yo soy encantador y siempre estoy con ella!"

"Por favor no juegues, tu encantador?"

"Tienes envidia, yo pensé que te iba a partir el bastón en la cabeza, está realmente molesta!"

"Dime algo que no sepa animal!"

"Conozco alguien que te quiere ayudar…si fuera por mí que sufras mas pero..."

Sesshoumaru miró a su hermano con los ojos iluminados, dispuesto a arrancarle la cabeza si estaba tomándole el pelo.

"Que dijiste? Quién?"

En eso el youkai sintió la mano suave y pequeña de Van aferrarse a la suya. Bajó la mirada y vio a su alegre sobrino sonriéndole.

"Yo te ayudo tío!"

"Van! Pero porque?"

"Porque es igual a la tonta de la madre: sentimental. Además quiere ver a Rin feliz y eso significa a tu lado…que mal gusto tiene esa pequeña!"

"Ja ja ja no le hagas caso Tío todo va a salir bien!"

Sesshoumaru sintió como la ternura y bondad de su sobrino le oprimían el corazón, ahora todo parecía tomar un rumbo mejor.

………

Kagome podía sentir la emoción de Rin en la forma tan fuerte como se aferraba a ella.

"Kagome-chan…viste?"

"Siiiii! Que emoción se nota que va a cumplir su palabra!"

"Pero Kagome…como que su palabra?"

"Es que se me había olvidado decirte pero el día que regresamos `tu' príncipe le dijo a `tu' cuñado, ósea mi esposo, que iba hacer todo lo necesario para que estuvieras feliz!"

Rin miraba a su amiga con los ojos muy abiertos, mientras la escuchaba balbucear exaltada.

"Kagome…Kagome-chan, él no es mi príncipe!"

"Yo creo que sí!"

"Pero lo que dijo ayer!"

"Ya hablamos de eso no lo dejaste terminar, en eso se parece a Inuyasha tienen una forma extraña de decir las cosas!"

"Kagome de que lado estás?"

"Del tuyo claro!"

Rin no tuvo más remedio que reír porque sabía que su amiga era sincera y solo quería verla feliz.

"Bueno digamos que lo de ayer no es la gran cosa…crees que debo esperar que me diga algo?"

"Claro, metió la pata y ahora tienes que dejar que te conquiste!"

Rin se puso tan roja que los ojos le brillaron destellando chispas escarlata y Kagome no pudo esconder su asombro.

"…Rin tus ojos!!"

"Ah eso! No te preocupes es que como tuve las almas de Sokoe dentro de mí…es como un legado youkai…bueno al menos así le dijo Folken-sama, tranquila…se ponen así cuando experimento emociones fuertes…!!"

Kagome sonrió diciéndole que sus ojos lucían más hermosos que nunca pero Rin seguía pensando en Sesshoumaru.

"Entonces según tú me va a conquistar…no creo!"

"Confía en mí, lo que sucede es que tu príncipe…"

"No es mío!"

"Aja como te estaba diciendo, TU Príncipe…!"

"…!!!"

"viene de una familia de monstruos sin tacto que no saben expresar sentimientos de amor como se deben. Son muy buenos para estarse insultando, decir palabrotas y matar monstruos. Pero para decirle a uno que lo quieren son perros sin lengua. Nada le cuesta decirte que se equivocó, te ama con locura y quiere hacerte el amor y que tengas perritos con él…awww!"

"KAGOME!!!"

"Ja ja te pusiste roja y tus ojos también, no lo niegues lo amas!"

"…más que a mi vida!"

"Siiii! Vamos a desayunar, tanta emoción me dio hambre!!"

Rin la siguió con el estómago hecho un nudo y permitiéndose que la emoción llenara su cuerpo. Al entrar al comedor se alegró de ver a todos esperándola. El comedor estaba adornado con flores y un olor a incienso aromatizaba el ambiente relajándola.

Se acomodó en su lugar y escuchó a Kali contarle de sus días en la aldea, estar ahí le parecía imposible disfrutando los alimentos con sus amigos y con ideas de ella y Sesshoumaru juntos con bebés perritos. Por el rabillo del ojo vio a Moru se levantarse para sentarse junto a ella.

"Hola Florecita que bueno verte!"

"Gracias y tu como estás?"

"Genial, después hablamos de eso, dime como está la costura?"

"Costura?"

"Nadie te ha contado…mira el Amo cosió tu herida con uno de sus cabellos y también se cortó la mano para darte sangre…no te sientes más fuerte?"

"…s-sangre…cabellos???"

"Te cuidó mucho se puso muy agresivo conmigo y con Jaken!"

Rin levantó la vista y vio que Jaken asentía con la cabeza mientras todos la veían con una sonrisa cómplice.

"Agresivo??"

"Lo hubieras visto, solo Sukime podía tocarte"

"…"

"Ja ja ja disculpa que no te lo hubiéramos dicho antes, es que estábamos súper felices con tu recuperación…tu sabes que los youkais no permiten que ningún macho se acerque a su pareja"

Las palabras de su amigo golpeaban su cerebro con fuerza y ella trataba de no gritar de emoción ante la clara explicación de su querido amigo.

"No te creo!"

"Estuvo contigo todos los días, dormías en su regazo!"

"Ahh??"

Rin parpadeaba y abría la boca sin poder decir nada coherente solo balbucear como una tonta y sabiendo que sus ojos relampagueaban como luciérnagas rojas.

"d-dormía?"

"Así es Sukime dice que acariciaba tu rostro con ternura!"

"Sukime??"

"Si mi niña lo vi con mis propios ojos!"

La sonrisa de Rin se fue haciendo más amplia mientras se frotaba las mejillas temblando de emoción. Continuó con su desayuno soñando despierta y comprendió que el sueño donde había visto a su amo sobre ella curándola, era una realidad. Luego de un rato de haber terminado de desayunar le pidió a Moru que la acompañara a su habitación para reposar un rato.

Mientras caminaban Moru siguió contándole todos los detalles de sus días bajo los cuidados del amo.

"Moru no me estás mintiendo?"

"Por supuesto que no, yo sé lo mucho que eso significa para ti!"

"…Ay que voy hacer y si no me quiere…tu sabes? y si solo lo hace por lástima?"

"Ay por favor deja de decir disparates, el gruñido que yo escuché no era por lástima…Rin estás bien?!"

Pero Rin no le contestó con las lágrimas bajando por sus mejillas, se sentía tan conmovida e insegura al mismo tiempo que llorar le alivianaba las emociones. Al verla tan vulnerable Moru estrechó su mano con ternura, ya estaban frente a la habitación.

"Ya tranquila Rin todo…!"

Los sentidos del youkai registraron la presencia de alguien que los observaba desde adentro del aposento a pocos pasos. Moru la soltó y se quedó junto a ella balbuceando entre dientes. Rin se dio cuenta y lo miró extrañada limpiándose las lágrimas.

"Moru que tienes?"

"Rin…Amo! Yo solo la estaba acompañando porque ella me lo pidió!"

Ella se fijó en Sesshoumaru, tenía el ceño fruncido y parecía a punto de matar a Moru con la mirada. El corazón de la mujer dio un salto recordando las palabras de su asustado amigo.

"Sesshoumaru-sama!"

"Que te dije hace unos días?"

"Pero Amo es que…!"

"Contesta!"

"Usted se encarga de Rin…!"

"Y entonces?"

"Monstruo opresivo y grosero!!"

Al escucharla Sesshoumaru abrió los ojos sorprendido, su princesa lo miraba con tal intensidad que sus verdes ojos parecían traspasarlo.

"Rin que haces? No lo hagas enfadar!"

"Cállate Moru no tiene derecho a hablarte así, que tiene de malo que me ayude ah? Quisiera saber oh gran príncipe youkai!"

Sesshoumaru la estudió, la actitud altanera y desafiante de su protegida era muy sugestiva, el bastón sujetado con fuerza, listo para volar por los aires. La forma cínica de llamarlo príncipe desató una incontrolable necesidad de reír que contuvo oculta bajo un manto de serenidad.

"Si soy un monstruo, no me considero opresivo ni grosero, pero si necesitas ayuda para caminar yo, el monstruo, seré quien te la dé!"

Rin entrecerró los ojos tratando de ahogar la felicidad y darle espacio a su orgullo herido. Aquella voz potente y varonil que tanto amaba era distinta, suave, seductora, pero sobre todo conciliadora. Sabía que la estaba conquistando con suavidad y paciencia, y esas cualidades reflejadas en su príncipe simplemente desbarataban su resolución de continuar enojada.

Sabía que si Sesshoumaru seguía comportándose de esa forma ella no tendría mas remedio que lanzarse a sus brazos como realmente quería. Que aceptara que era un monstruo le daba mariposas en la panza, luego como si otra vez tuviera seis años hizo un puchero y murmuró un `como sea' y siguió hasta el futón mientras Moru desaparecía de ahí.

La princesa se recostó en el futón bajo la mirada atenta del youkai, aquellos ojos ámbar eran como un manto cálido sobre cada parte de su cuerpo, una sensación maravillosa que la llenaba y excitaba.

Quiso ceder a los gritos de su corazón, que le suplicaba que fuera hasta él y lo abrazara pero se contuvo, cerró los ojos y cubrió su corazón con una mano, soportaría la agonía de no dejarse llevar por sus emociones, con tal de ver como iba a conquistarla su príncipe. Se alegró cuando vio a Van frente a ella.

"Hola Bebé!"

"Hola!"

"Donde estabas no fuiste a desayunar?"

"Ya comí, estaba por ahí con mi papá!"

"Por ahí?"

"Si tu sabes, tenías cosas que hacer!"

Rin se carcajeó suavemente y no quiso preguntar más porque era obvio que las cosas que hacer de Van eran privadas.

"Me acompañas mientras reposo un rato, después quisiera ir al jardín!"

"Claro los dos te acompañamos!"

"Ah sí claro los dos…ahem! Por cierto, Moru me contó que…err! Gracias por coser mi herida!"

Sesshoumaru parpadeó suavemente, saboreando cada palabra, le había dado las gracias, estaba de espaldas pero podía escuchar la emoción en su voz. Sin duda alguna tener a Van de su lado probaba ser la más efectiva de las armas para conquistar a Rin.

Con Rin recostada, Van empezó a contarle mas de todo lo que había hecho mientras estuvo dormida y diciendo cada vez que podía que bueno era tener a Sesshoumaru de tío. Rin sólo sonreía adivinando las intenciones del bebé, cuando se sintió descansada salieron al jardín.

El youkai los observó desde le balcón de su habitación, la vio reírse y carcajearse despreocupada. No estuvo con ellos a la hora de la cena para darle espacio y tiempo a Rin. Así cuando hablaran ella no tendría deseos de partirle el cráneo.

…………

Sesshoumaru esperó pacientemente a que Rin entrara a su habitación, iba sola. Con cuidado descorrió la puerta y se introdujo sigilosamente, al hacerlo sus ojos se toparon con la más hermosa de las visiones. Rin estaba desvistiéndose, el kimono le colgaba fuera del hombro herido, dejando ver la `costura' que ahora era una fina línea de color rojizo. Era del ancho de un cabello pero con la blancura de la piel resaltaba claramente.

Junto a la costura se podía ver las marcas del látigo, pero era apenas un vistazo porque al escucharlo Rin sostuvo la tela evitando exponer su espalda completamente.

Ella sabía que estaba ahí porque la herida le pulsaba y la razón era obvia; tenía sangre y un cabello de Sesshoumaru en su cuerpo. Se volvió lo suficiente para ver que estaba como hipnotizado admirándola, y eso hizo vibrar la sangre en sus venas. Exaltada se cubrió y le habló hecha una furia presa de los nervios.

"Grr! Que haces aquí?"

"Todavía tenemos que hablar!"

"…rayos! No quiero hablar tengo sueño…además no sabes lo que es pedir permiso para entrar al cuarto de alguien más, que no tengo derecho a mi privacidad?"

"Claro…es que nunca antes tuve que pedir permiso para entrar a tu cuarto!"

"Eso era antes!"

"Comprendo!"

"mmm!…ahora podrías darte la vuelta…por favor?"

Escondiendo su felicidad el youkai se movió como ella le pedía, que le dijera por favor con aquella voz tan suave y delicada significaba que estaba ganando la batalla. La escuchó ponerse el kimono murmurando entre dientes, sin poder apartar la imagen del hombro cicatrizado de Rin que lo sacudía de pies a cabeza.

Rin se ajustaba el kimono con manos temblorosas, estaba apenada y emocionada por tener a Sesshoumaru en su habitación. Trató de tranquilizarse recordando su decisión de no dejarse llevar por la emoción y sentimientos, aunque sabía de sobra que se estaba engañando tontamente; amaba aquel demonio con desesperación.

Ni siquiera podía controlar su cuerpo, cada vez que Sesshoumaru estaba cerca, sentía cosquillas sobre su piel. Trataba de no pensar en que `mensajes aromáticos' llegaban hasta la fina nariz de su Amo y así no sentirse más tonta.

(Según Kagome tengo que dejar que me conquiste, me cosió con su cabello y me dio su sangre a propósito, es como si me hubiera marcado o algo parecido…como si fuera suya…awww!)

Cerró los ojos y respiró profundo, se alisó el kimono y el cabello con la mano y se volvió decidida a no ceder demasiado pronto con el hombre que amaba. Sonrió mordiéndose el labio inferior al verlo de espaldas, mostrándose como el más complaciente de los youkais.

"Ya puedes darte la vuelta!"

Lentamente Sesshoumaru se volvió registrando el hecho que la voz de su princesa era suave y tranquila.

"Puedo hablar sin que me interrumpas?"

"Talvez!"

"Estas muy molesta?"

Rin no le contestó solo entrecerró los ojos que brillaron carmín por un instante. Sesshoumaru tragó en seco y se dispuso a hablar.

"…muy bien…"

La pausa fue tan larga que Rin empezó a vociferar exasperada por la calma del youkai y olvidando los consejos de Kagome.

"Si muy bien ya lo sabes, ya hablamos, ahora largo tengo sueño, entre más rápido me recupere más pronto me iré ya puedes estar tranquilo Gran Príncipe Youkai!"

Era la segunda vez que lo llamaba de esa forma y quería decirle que le encantaba pero en cambio admiró la fiera frente a él, que Rin oliera a deseo y rabia era su aliciente para seguir hablando.

"Primero tu no vas a ir a ningún lado y segundo te pedí que no me interrumpieras...yo quiero agradecerte que volvieras para ayudarme!"

Al escucharlo Rin se atragantó porque no esperaba que él le agradeciera de forma tan sincera. Como una niña malcriada se encogió de hombros y le resto importancia a sus acciones.

"Humph! Eso es lo de menos, no te iba a dejar así nada más…maldita loba traicionera y además al final fue Inuyasha quien acabó con ella, agrádesele a él!"

"Claro, además te pido disculpas por haberte atacado!"

Rin abrió sus verdes ojos a todo lo que daban, le estaba pidiendo perdón? Hablaba de sus acciones pero nada de sus sentimientos y Kagome le había dicho que pedir perdón era sólo una parte, demostrar cuanto la amaba era lo que Rin realmente deseaba.

"No es necesario que te disculpes por algo que hiciste bajo los efectos del veneno"

Al hablar Rin fruncía el ceño y se tocaba el antebrazo distraída como si recordara el dolor que había sentido.

"Eres muy amable!"

"Si bueno yo soy la señorita Amabilidad, ahora si no fuera mucha la molestia quisiera dormir!"

"…"

Al ver que Sesshoumaru no se movía de donde estaba Rin se detuvo en su intento por conciliar el sueño.

"Se puede saber que haces?"

"…"

"Sesshoumaru porque no te vas?"

"Me quedare para cuidarte…como todas los noches pequeña!"

Ruborizada y viendo que el príncipe estaba resuelto Rin dio un resoplido para esconder su emoción y se acostó con el estómago lleno de mariposas.

"Haz lo que tu quieras!"

La vio acostarse y cobijarse y entonces decidió seguir con la conversación que para él estaba lejos de acabarse.

"Rin!"

"Queee?"

"Concibo tu enojo pero yo quisiera que entendieras…!"

En ese momento Rin se enderezó del futon como un resorte y se volvió a verlo con los ojos ardiendo en cólera y despidiendo aquel aroma que volvía loco de deseo a Sesshoumaru, amenazando el buen comportamiento que quería tener antes de poder tomarla entre sus brazos y hacerla suya de una vez por todas.

"ENTENDER? Dijiste entender? Pues no me da la gana entenderte…este era mi hogar, tu eras mi familia, mi protector, mi…grrr! igual me fui sin protestar. Pensé que podría vivir una vida tranquila pero noooooo! tuve que regresar para luchar con esa maldita mujer, una lobo ni más ni menos…eso me da tanta rabia…y para rematar tuve que defenderme de ti, de TI!!! Y ese látigo… no tienes idea de lo que duele…se suponía que esa mujer era la indicada para comprometerse en cuerpo y alma. Rayos Sesshoumaru tu no puedes apartar a la gente de tu lado pedirles que traten de acostumbrarse a vivir sin ti y cuando no funciona esperar que todo se arregle pidiendo disculpas o agradeciendo eso no es suficiente tienes que demostrar…arrrggghh!! TE ODIO!!"

El youkai meditó un segundo, podía oler las lágrimas de Rin que ahora se acurrucaba como cuando era una niña. Reflexionó en las palabras de Rin, lo único que ella realmente quería era que le demostrara sus sentimientos como cualquier mujer enamorada; por lo que tomó la decisión de dejarla sola para no abrumarla.

"Tienes razón pequeña! Que duermas mucho!"

Rin se quedó como petrificada y tímidamente se volteó solo para comprobar que Sesshoumaru ya no estaba, dejándola con la incógnita.

(Tengo razón? Pero en que??...ay lo sabía él no me quiere, no como yo! Soy una tonta…)

Sintiéndose completamente desolada Rin se acostó y empezó a llorar en silencio, hasta quedarse dormida.

………

YEEEYYY! Lo termine!!! Es tan largo…

Diosa del Viento: Eres mi tesoro inagotable de alegría y amistad! (Estoy embelezada de la dulzura y ternura del soldado soon!!)

Chispita: Gracias por ser tan entusiasta!

Ángel del Fanart: Anotaste algo en tu agenda y ahora que tienes el cuarto limpio me gustaría verlo porfa…claro después que hagas a tu chica *.^

K: Espero que tus tics no sean muy fuertes. Me preocupa cuando te hiperventilas…tranquila que todo va a salir bien ~.-

Adri: Cada vez que me emociono escribiendo pienso en lo feliz que tu vas a estar.

Eva: Te pido que no me mates todavía…tengo tantas ideas para satisfacer tu demandas de lemon, paciencia porfa (protegiendo el cuello)^^'

Kokoro: No llores ya viene el lemon =)

Nelly CC: Gracias por tus reviews me hizo mucha ilusión pensar que te habías leído los 21 capítulos de una sentada O.O

Jorge: Tu me malcrías con tu amistad ya me estoy empezando a creer todo lo que me dices.

Yoli: Te agradezco las palabras amables la verdad es que me siento mejor que cuando tenía 15 ^^

Lou: Que reviews mas largos gracias ^.^

Haru: Como te lo prometí, Van regresó!

Naru: Premio Nobel…;o; ayy que linda (abrazo)

Tsugimi_san: Me encanta que me digan que mis capítulos quedan brutales me hacen sentir cool ( ^.^' )

^-^ Si me falto alguien por agradecer discúlpenme porfis leo todos y cada uno de sus reviews y todos son gotas de felicidad, en serio me siento muy afortunada de tener lectores tan maravillosos.