Dragon Ball/Z/GT Fan Fiction ❯ La Tercera Torre ❯ La Tercera Torre ( Chapter 1 )

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Disclaimer: Dragon Ball y todos sus personajes son creación de Akira Toriyama.

 
La Tercera Torre”
Un fic de Tenshinhan y Chiaotzu
Por Miriam Puente (Esplandian)
A sus largas mangas se agarran los infantes,
sonriendo en respuesta a la sonrisa del kami,
sonrisa que denota su beatifica compasión.”
Versos del ”Jizo Wasan”
Respeto no era lo que Tao Pai Pai esperaba de su pupilo Tenshinhan, sino verdadero temor. Era apenas un adolescente que no hacía sino rasguñar el fango en cada combate, pero eso no evitaba que le mirara desafiante con sus tres ojos. “Insolente” pensó mientras concentraba el ki en su dedo índice. La tormenta eléctrica no lo distraía en lo absoluto de su objetivo. El cuerpo del joven impacto las rocas después del Dodonpa. Tras un segundo relámpago, Tao Pai Pai reencontró su mirada. Le gustaba esa furia, pero no la actitud. Una patada en la frente de su alumno, justo al óculo en la frente, era el sencillo remedio para tal engreimiento. Lo pisoteo con deleite. Que esto último le sirviera de escarmiento.
Su sonrisa retorcida, enmarcada por el delgado bigote, era condescendiente. El muchacho tenia chispa. ¿Qué clase de maestro seria si le matase? Después de todo, Tenshinhan era su alumno, el único digno de sus enseñanzas. ¿A quién trasmitiría los secretos de su arte sino era a ese chico de tres ojos? Para ser un adolescente, tenía una fuerza y una resistencia descomunal. Recibía cada ataque abiertamente, sin siquiera ponerse en guardia. Muchos hombres adultos habían muerto por menos que eso.
-Mocoso presumido, eso te enseñara. ¿Te crees muy especial, no es así? La próxima vez te sacare ese tercer ojo, y te aseguro que lo vas a extrañar. -pauso saboreando cada silaba, aprovechando que los truenos le hacían verse aun más siniestro - Mañana continuaremos con el entrenamiento. Por ahora, dormirás aquí afuera hasta que domines tu técnica de defensa.
Dio media vuelta, semejando a un torbellino purpura y rojo bajo el agua que caía a borbotones, y con un movimiento preciso de su dedo índice reacomodo la trenza negra que oscilaba sobre las letras bordadas en carmín sobre su espalda:
KILL YOU
Las dos palabras constituían una advertencia, una garantía profesional, y una muestra de su muy particular sentido del humor. Inquirir sobre el significado de tan arcana frase se traducía en un ahorro de cien millones de zenis para cualquiera que quisiera ver muerto al desafortunado (o afortunado) curioso.
KILL YOU
Se movía con la confianza que le daba la experiencia y el renombre. Su físico no era particularmente impresionante, al menos no para el ojo común. El pelo negro, el rostro delgado, y la nariz aguileña le daban la apariencia de un astuto cuervo. Más que un ave de mal agüero, Tao Pai Pai, el asesino más famoso del mundo, era la muerte misma.
KILL YOU
El Maestro Tsuru y su estudiante predilecto, Chiaotzu, observaron impávidos a Tien durante toda la sesión de entrenamiento con Tao Pai Pai. Los colores rojo, amarillo, y verde resaltaban en el gris de la tarde. Algo semejante a un graznido escapo de la garganta de Tsuru. No por nada era conocido como el Maestro Grulla, su sombrero tenia la forma del ave de su escuela, y su cabello cano, irónicamente, completaba la imagen zoomórfica dotándole de alas. Portaba lentes de sol, aun en días nublado. En la nariz aguileña, en el escaso bigote agrisado, y en los dientes grandes que asomaban en la rustica imitación de una sonrisa se apreciaba el parentesco que tenia con su hermano menor Tao.
KILL YOU
El caminar de Tsuru Sennin era patoso, pero su voz era la única a la que el asesino obedecía sin chistar. Junto a ellos, aquel niño fantasmal, reservado, casi sumiso, le observaba fijamente. No importaba que se le dijera, tenía una expresión fija. Su compañero Chiaotzu no llevaba un entrenamiento tan riguroso como el de Tenshinhan, pues poseía los poderes telequineticos que Tsuru-sennin tanto apreciaba. Según había escuchado Ten, el chico provenía de una notable familia militar de Mifan, aunque su frágil aspecto no denotara esto último. Era pálido, y su edad no parecía sobrepasar los siete. Los ojos grandes y los pómulos rosados le daban la apariencia de un impasible muñeco de porcelana. A Ten le incomodaba su presencia, en especial porque su tercer ojo le alertaba que el pequeño era un temible jiang shi, un vampiro. Chiaotzu dio media vuelta en respuesta al segundo graznido de Tsuru, obedeció inmediatamente levitando hasta su maestro. Levitaba con una facilidad innata, envidiable. A Tenshinhan lo carcomía el orgullo y la vergüenza. Tao Pai Pai se detuvo, una mueca, y en su espalda la amenaza de que algún día…
KILL YOU
Fue lo último que vio Tenshinhan antes de hundirse en la inconsciencia.
La lluvia había cesado y recobró gradualmente sus sentidos. Y cada musculo, tendón, y hueso de su cuerpo le punzaba. No podía decir con seguridad que le dolía más, y la humedad no ayudaba. Tao Pai Pai le había lanzado un Dodonpa directo al pecho, lastimado la cara, golpeado el esófago, pisoteado el tercer ojo… y sin embargo quería ser como él, sin importar el costo.
¿Porque? Porque quería ser el mejor, quizás así le respetarían, encontraría aquello que siempre había buscado y que no sabía con exactitud que era… Lo sobrellevaría todo para ser igual que su héroe el Señor Tao Pai Pai, y si tenía que dormir a la intemperie, lo haría. Algún día, todos temerían al gran asesino de fama mundial Tenshinhan.
Le fue difícil prender una fogata y calentarse, pues la mayor parte de la madera estaba mojada. Recogió su chaqueta y espero a que se secara. Y pese a la humedad que seguía a la lluvia, moría de sed. Cojeando, se dirigió al río sorteando los frondosos pinos que rodeaban las cercanías de la corriente pluvial. Entonces lo escucho. Un escalofrió recorrió su cuerpo. Trago saliva, y continúo avanzando entre las coníferas para encontrar el origen de aquello.
El murmullo de una voz infantil se alzaba sobre las aguas del río. Había algo fantasmal en la cadencia, más afín a un lamento que a las canciones que entonan los niños en sus juegos.
Construyo la primera Torre, rezando
para que los dioses envíen bendiciones a mi padre,
Construyo la Segunda Torre, implorando
a los dioses que envíen bendiciones a mi madre;
Y elevo la Tercera Torre, rogando por mis hermanos,
y por los muertos queridos.”
Chiaotzu se detuvo antes de apilar la tercera roca.
Jugueteo un momento con la tosca piedra tallada y la observo. Ni siquiera parecía una pagoda. Defraudado se dejo caer sobre el escaso pasto lodoso al borde de la corriente, ensuciando así su opulento uniforme de la escuela Grulla.
-Pero, sino tengo hermanos.-afirmo, y su siempre inexpresivo rostro parecía más humano que antes.
Chiaotzu sollozo en la oscuridad. Abrazo sus piernas con sus cortos bracitos, y en un murmullo, casi inteligible, musito:
-Porque yo… yo no tengo a nadie. -una sola lágrima cayó como una perla.
El maestro Tsuru lo regañaría por arruinar el uniforme, pero eso ya no le importaba. Se abandono al llanto ante la terrible realización: La verdad era que se sentía solo, muy solo.
Desde su escondite Tenshinhan dio media vuelta dispuesto a retirarse, pero se detuvo. Alguien en este mundo se encontraba tan desolado como él, y quizás aun más. Su entrenamiento con Tao Pai Pai había endurecido su cuerpo y su corazón, como correspondía a un futuro asesino profesional. Y sin embargo…
-¡Te equivocas!- restallo Ten emergiendo de entre los árboles, con su amoratado rostro dándole una apariencia feroz bajo el resplandor lunar. Su considerable altura, y la intensidad de sus facciones se acentuaban ante los ojos infantiles de Chiaotzu. El joven triclope le asustaba casi tanto como el Señor Tao.
-Se…señor Ten. - Ante la inesperada presencia de su compañero, el niño eterno tembló. Se irguió inmediatamente sobre el terroso lecho de pasto, plisando su enlodado uniforme delicadamente. Levito tratando de ocultar en vano la pila de grava y rocas que hacían de torres.
Esperaba escuchar una reprimenda, como las que recibía de labios del Maestro Tsuru cada vez que volvía de sus correrías nocturnas. No importaba si se dirigía ocasionalmente a él como “su Pequeña Majestad,” sus palabras nunca eran dulces ni pacientes. Chiaotzu bajo su mirada al piso. Si había aprendido algo en su corta vida, era que los mayores no eran amables. Cerro su puño escondiendo la tercera piedra entre sus dedos.
Tenshinhan le miro severamente al alargarle su mano para recibir lo que el pequeño protegía con tanto recelo.
-Te equivocas…- la voz del adolescente se quebró mientras estiraba de nuevo hacia él sus amoreteadas manos, curtidas en heridas y raspones.
Chiaotzu sabía que la resistencia era inútil. Lentamente deposito la tosca piedra tallada entre los dedos del triclope. Y bajo la luz de la luna, el rostro de Tenshinhan se torno suave y gentil. Sobre la cabeza desprovista de cabello los tres ojos eran rasgados, dos de ellos delimitados por las cejas pobladas. Bajo la nariz respingada, la sonrisa era torva pero sincera. Ya no le pareció tan temible.
En su simplicidad infantil, se pregunto, si la tercera roca tenía cierta magia, como en esas historias que había escuchado una vez, en un tiempo en que sus padres aun lo amaban. Y presencio boquiabierto como su compañero se arrodillaba para erigir la tercera torre.
-Me tienes a mí. - anuncio Ten en una voz ronca, potente y digna, repleta de convicción al colocar la ultima piedra.
Quizás era la pizca de compasión que permanecía en su alma lo que le movía, quizás la simpatía, o aquella fuerza extraña a la que llaman destino. Lo cierto era, que Chiaotzu no le parecía tan inexpresivo e inquietante como antes. Su voz y su risa eran cristalinas. Los ojos del niño eterno desbordaban una alegría y una inocencia que no creía posible.
Tenshinhan sintió inmerecido el abrazo, tan fuera de lugar como las palabras que acababa de pronunciar. Pero aun en el arenoso lecho del rió florecían los lotos, y toda la soledad de su vida se desvanecía con una sonrisa.

Notas:
Tanto Tienshinhan como Chiaotzu son personajes que permanecen en la oscuridad durante todo Dragon Ball, Dragon Ball Z, y Dragon Ball GT. Poco se sabe de su misterioso origen, de su estrecha amistad, y de su vida personal en general.
Esta historia constituye una breve explicación de porque Tienshinhan y Chiaotzu eran particularmente crueles antes de unirse a Goku y compañía. En su primera aparición en Dragon Ball, en un episodio “filler,” se les presenta como embaucadores, que van de pueblo en pueblo explotando a los aldeanos y a un animal fantástico llamado Inochkacho con el solo propósito de reunir una cuantiosa cantidad de capital. He aquí el fruto de las enseñanzas del Maestro Tsuru y de Tao Pai Pai.
Tien en este punto es manipulador, frio, capaz de matar y de anteponer sus intereses personales a los de otros, e incluso, de abandonar a otros a su suerte. Se le ve impasible cuando se descubre públicamente, gracias a Goku, que tanto el cómo Chiaotzu utilizan al temible Inochkacho para sus estratagemas. Ten permanece sereno, torciendo las palabras de Goku para culparlo de sus propios crímenes y así salir bien librado. A la primera oportunidad no duda en desaparecerse, abandonando a Inochkacho a la furia de los aldeanos. Se le ve después, sin remordimiento alguno, cruzando un puente junto a Chiaotzu, quien quizás por su edad no le cuestiona en lo absoluto. Aunado a esto, se encuentra su admiración a Tao Pai Pai y su ferviente deseo de convertirse en un asesino de fama mundial. Realmente lo único que lo mantiene como humano (bueno, lo más cercano que se puede permanecer como uno cuando se tiene tres ojos), en este punto, es su amistad con Chiaotzu.
El origen de su amistad también es otro tema que se trata en el fic. Como dato curioso, tanto Ten como Chiaotzu son criaturas ligadas a lo preternatural, en el caso especial de Chiaotzu, su aspecto y comportamiento están basados en un yiang shi, o un vampiro chino. Desde su forma de desplazamiento (levitación) ,su particular falta de pericia numérica (a los yiang shi se les ahuyenta tirando granos de arroz para que los cuenten), hasta en su eterno aire infantil es muy notorio su origen fantasmal.
La copla que en este fic Chiaotzu canta en el rio es una porción del “Jizo Wasan,” un himno que los padres japoneses que han perdido un hijo entonan. Según la creencia, las almas de los niños muertos, privados del afecto de sus padres, vagan sin esperanza. Y en sus juegos, tallan piedras y grava con la forma de pagodas mientras cantan.
Ocasionalmente, los demonios acuden a ahuyentar a los chuu, o espíritus de los niños muertos que habitan el Meido (el reino de la penumbra), para despues destruir las torretas. En ayuda de estas almas acude el compasivo kami Jizo, quien aleja a los demonios y les consuela haciendo crecer flores de loto en dondequiera que el pise el reseco rio de las almas. Y aquí, de la misma manera, Tienshinhan se convierte en el “Kami compasivo” de Chiaotzu, iniciando así una amistad que perduro toda la vida.
Espero no haberlos aburrido, y muchas gracias por sus comentarios.
Dedicatoria:
Este fic está dedicado a NOMICA (1779180) por tres sencillas razones: 1) Por ser una historia de amistad inesperada 2) Porque NOMICA es la “Jizo” de varias niñas 3) Por el aniversario y conclusión de “Constelacion tacto a tacto” (4755264)
Nomi, muchas gracias.