Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ viejos encuentros nuevos vinculos ( Chapter 8 )

[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]

Ahora si aquí esta un nuevo capitulo. Me es mas difícil conforme avanzo con al historia porque llegue a creer que me complique demasiado. El borrador esta escribo a la vieja usanza… en un cuaderno. Ya que solo es por las noches que puedo rescribir lo que esta en mi cuaderno y veces ni yo me entiendo con tantos tachones y anotaciones. Necesito una laptop! Pero mientras eso sucede… un poco de paciencia por favor.
Muchas gracias a los que se han tomado el tiempo de leer esta humilde historia. Por favor dejen reviews! Aprecio cualquier tipo de crítica.
 
 
 
CAPITULO 8.
VIEJOS ENCUENTROS Y NUEVOS VINCULOS
 
Shaina se apresuro a limpiar el agua del piso. “¿Como pude quedarme dormida otra vez?” Pensó el cansancio parecía empeñado en vencerla y ella en no querer dormir. Mientras Marín no pareció mejorar durante la noche Milo llego atraído por el ruido y reviso a Marín, mientras ella recogía los pedazos de la jarra - Sin cambios ¿Verdad?
-Así es Shaina. Pero es hora de que descanses.
-No es necesario...
-Claro que si. Ikki vendrá en cualquier momento y también Seika, ella me ayuda aquí por el día.
“Seika, la hermana de Seiya” - Pensó, la situación no seria cómoda para ella, la chica no le había hecho nada, pero su conversación giraba siempre al torno de su hermano y su alegría de estar con el y demás. Francamente no tenia ganas de escucharla. Tenía demasiado sueño y cansancio atrasado.
-Entonces será mejor que me vaya. Vendré en la tarde por si ocupas mi ayuda.
-Te espero, pero más te vale que duermas o me enojare contigo - Le dijo mientras le golpeo sutilmente la frente con un dedo.
-Si, si lo haré - Sonrió, al verlo directamente a sus ojos, el sabia como levantarle el ánimo.
-Así me gusta escucharte, anda, ve a dormir.
Salio de la enfermería, la mañana era calurosa y supo que no seria difícil conciliar el sueño. Esperaba no tener otros de esos extraños sueños y por fin dormir de corrido varias horas seguidas. En su camino a su cabaña se topo con Misha, quien se abalanzó sobre ella como un pulpo y la abrazo fuertemente.
-¡Shaina, al fin te encuentro!
-¿Que quieres?
-Mi maestra quiere hablar contigo.
-Pero yo no. Estoy muy cansada, no dormí en toda la noche y eso pretendo hacer todo el día. Así que vete y dile eso a Cagglio.
-Nop. Ella me dijo que esto te interesara. Ella sabe como preparar la medicinas indicadas para todo tipo de heridas oí que... Aqui... - Trato de recordar el nombre de Marín sin éxito - Que una de nuestras hermanas esta herida.
-Si, esta herida pero ya la están atendiendo.
-¿Entonces se recuperara pronto?
-Tal vez - Respondió y al fin se safo de ella.
-Pero escuche que sus heridas son extrañas y aun no saben como tratarlas. Mi maestra puede curarla.
Shaina se burlo - ¿como va a saber de eso? Si el caballero del Escorpión no ha logrado aun identificar lo que les pasa. Yo tampoco vi algo así antes, las heridas no cierran a pesar de sus tratamientos y de cirugía y tu crees que ella si puede.
-Por que el no tiene la misma experiencia que yo - dijo Cagglio - Será muy capaz como dices, pero aun no conoce todas las formas que existen para hacerle daño a una persona, mas especifico a un caballero.
- ¿Y tu si?- Dijo con apatía, solo quería dormir en ese momento.
-Si, puedo decirte lo que debes hacer.
Shaina la dejo atrás, camino a su cabaña; pero Cagglio persistente le seguía diciendo de una serie de ingredientes que conformaban un viejo remedio.
-Eso ya lo conozco, lo uso para toda herida.
-¿Le agregas también pétalos de flor de medianoche?
Shaina se detuvo - Esa es venenosa y solo se utiliza en...
-Casos extremos - Termino Cagglio su frase - Veo que aun recuerdas algo de lo poco que alcancé a enseñarte. Yo te enseñe ese remedio. Recuerda que también fui tu maestra por poco tiempo, pero lo fui. Utiliza ese remedio, vale la pena.
Cagglio y Misha se alejaron entonces, dejándola con la duda de si utilizar o lo que le indico. Pero recordó que Milo atendía a los heridos, confiaba en el. Había hecho un buen trabajo hasta entonces y no tenia porque inmiscuirse en su trabajo. Prefirió descansar y no pensar en ello. Al llegar a su casa se tumbo en la cama y no se movió mas, pronto cayo profundamente dormida.
 
Milo se sentía igual de cansado que ella, pero su responsabilidad le impedía tomar un descanso, aunque en esos momentos la llegada de Canon lo despertó por completo, sabía su razón para estar ahí.
-Vaya, que mal semblante traes Milo.
-Eres tú...
-Athenea me envió a ver como se encuentran los heridos, si ya encontraste la forma de curarlos.
Milo se sentó agotado - aun no y ya comienzo a enojarme.
-Entiendo tu rabia, pero no el porque Athenea no ha bajado a verlos.
-Canon tu deberías entender mejor que nadie. Ella no puede solucionarlo todo.
-Ah, lo se, solo me parece... extraño. Me voy, le avisare sobre esto a Athenea.
-Hasta luego.
Canon solo hizo una seña con la mano mientras salía del lugar. Alcanzo a ver de reojo a Hyoga quien seguía replegado contra un muro, al parecer lleno de temor. El no tuvo oportunidad de pelear contra el, pero los comentarios de los demás caballeros dorados no concordaban con el hombre que veía asustado en esa habitación.
Athenea escucho las noticias y solo le pidió que se retirara, no mostró emoción alguna, como si ya supiera lo que le iba a decir. El simplemente obedeció y se retiro.
-Esto no me agrada nada - murmuro mientras se alejaba - Athenea esta actuando de forma muy egoísta. Si en verdad pretende ganar esta guerra no podrá hacerlo sin sus campeones. Pero allá esa chiquilla, si ella pretende seguir así que luego no este lamentándose. Yo voy a caminar un poco.
 
Cagglio termino de ajustar unas tablas de su improvisado techo y el lugar parecía más estable. Misha se alejo un poco y murmuro: Estaba mejor nuestra cabaña de la selva.
-Lo se, pero allá ya no podremos volver. Nuestro lugar esta aquí ahora.
-Que enfado, no hay nada en que distraerse, ni siquiera con el paisaje, todo es seco y pedregoso y....
-Lo extrañabas igual que yo.
La chica bajo la cabeza -Cierto... aquí pase mi niñez ¿Pero mientras ella despierta que haremos?
-Yo descansare, pero tú, deberías entrenar un poco.
-¿Para que?
Cagglio se enfureció y lanzo un fuerte golpe que Misha esquivo con dificultades.
-¡Aun eres muy lenta! - Así no servirás de nada, vete a entrenar mocosa.
-¡No soy una mocosa!- grito antes de correr enojada.
La verdad es que no entendía a su maestra, siempre le exigía más y más y ella sentía que nunca podría dar el ancho. Aunque logro obtener una armadura de bronce, aquella que su maestra le guardo para ella, Cagglio seguía presionándola y ella realmente estaba enfadada por ello.
-¡¿Acaso nunca es suficiente?! - Grito y lanzo uno de sus golpes más fuertes. Las rocas con las que descargo su furia explotaron en miles de pedazos y la llenaron de polvo. “Pero debo admitir que esto se siente bien”- Pensó y siguió entrenado y descargando su furia.
Al escuchar la serie de explosiones Cagglio sonrió, esa chica realmente era muy blanda. Tenía fuerza y habilidad pero le faltaba la experiencia en combate y debía obtenerla ya, de lo contrario no le serviría de nada a Artemisa tenerla a su lado. Ya encontraría una forma de ayudarla a tener experiencia.
 
Pero no fue necesario. El ruido atrajo a Canon quien se distraía un poco luego de decirle las malas noticias a Athenea. Camino de regreso del lugar donde fue su prisionero por largo tiempo tomo el camino largo y paso cerca del área de las amazonas. Las explosiones eran realmente fuertes y se preguntaba quien entrenaba ahora, en ese solitario lugar. Al llegar lo recibió una lluvia de polvo y rocas diminutas. Al despejarse el polvo vio a un chiquillo de cabello púrpura respirar agitado y de espaldas contra el.
-Vaya, no esta nada mal.
-¿Quien eres? - Grito volteando el rostro y Canon se sorprendió al ver una mascara. Era una amazona, pero baja de estatura, parecía un chiquillo.
-Eso si que es mas sorprendente, una amazona.
-He preguntado quien eres - Replico Misha.
-Canon… un caballero -No menciono su rango, después de todo no traía su armadura consigo y la chiquilla no parecía conocerlo.
-Ah, ¿Que fregados haces en esta área? Es solo para amazonas - Grito y trato de atacarlo. El la esquivo fácilmente, era muy lenta para el, demasiado.
Misha se desespero y le lanzo una patada que el fácilmente detuvo con un brazo y luego la sostuvo colgada boca abajo como si no pesara nada.
-¡Bajeme maldito!
-No, hasta que me digas tu nombre. No te presentaste debidamente.
-Y que le importa - Dijo y con su otra pierna le pateo el rostro. Canon la soltó y ella cayó de espaldas en el suelo.
Canon se masajeo la quijada, no vio venir este golpe, fue un pequeño descuido -Es cuestión de etiqueta. Yo me presento, tú te presentas y así sabrás el nombre de tu enemigo antes de acabar con el. ¿Acaso nunca has tenido una batalla anteriormente?
-No.... -Replico Misha bajando la voz y el rostro pero luego se levanto enojada... no he tenido la oportunidad. ¡Pero eso que le importa!
El caballero dorado aguanto las ganas de reírse mientras esquivaba cada uno de sus golpes - Supongo que eres una de las que llego ayer, algo de un gato y un pajarraco.
-¡Mi maestra es el Lince!
-Entonces creo adivinar quien eres. La paloma.... no ese no era. ¡La zopilota!
-Mi armadura es de la Grulla - Grito mas enojada aun y volvió a atacarlo. A Canon le pareció divertido seguir molestándola y esquivando sus ataques. De pronto ella se detuvo agitada y el supuso que al fin se dio por vencida.
“Lastima tiene aptitudes” - pensó, pero ella entonces tomo una postura algo extraña y al momento que se le acercaba grito:”Plumaje mortal”
Canon alcanzo a ver el ataque, era rápido, mas rápido que sus débiles intentos anteriores. Aun así creyó no era lo suficientemente fuerte como para lastimarlo mucho. Recibió el ataque en el pecho solo para cerciorarse de que tan fuerte podría ser. Y se sorprendió, su corazón se detuvo, la chica lo aprisionaba con fuerza y detuvo su corazón.
Decidió que era suficiente para probar su fuerza. La separo de un solo golpe y la lanzo lejos. La chica aterrizo con fuerza en el terreno pedregoso y rodó un par de metros. Antes de quedar quieta.
-Ups, creo que se me paso la mano - Dijo y se acerco a ella, su corazón le dolía, la chiquilla no era tan mala después de todo.
Misha reacciono poco a poco y el se retiro unos pasos. Ella se levanto furiosa, toda raspada y bastante lastimada - Aun no acabo contigo.
-Niña, más vale que te detengas. Ese golpe que te di fue solo por inercia.
-Lo dices para hacerme sentir peor. ¿Verdad maldito?
Canon movió la cabeza mientras se alejaba - No, solo te digo la verdad, no esta nada mal para una armadura de bronce, pero aun te falta mucho por aprender. Sigue entrenando…
-¡No huyas maldito!
Pero Canon aprovecho su habilidad de moverse a la velocidad de la luz y la dejo ahí furiosa y sin que supiera a donde se fue. Solo alcanzo a oírla gritar una amenaza, y se rió de la actitud de la chica. Al fin había algo en que entretenerse en el Santuario.
Misha solo se quedo con un trozo de tela de la camisa de Canon en sus manos. Lo apretó con fuerza hasta quemarlo. -Ese baboso me las pagara... se burlo de mi. ¡Voy a matarlo!
Cagglio vio todo detrás de una roca y se alegro, al parecer su alumna encontró un incentivo para mejorar, no estaba mal. Ella podría aprender mucho de pelear contra un caballero dorado, y de paso vengarse de todo lo que ellas sufrieron en el exilio por culpa de su hermano y Athenea. Claro mientras Misha no lo descubriera, tenia la costumbre de limitarse mucho ella sola.
 
Shaina abrió los ojos y de nuevo se vio en un lugar conocido. “Otra vez ese sueño… todo sucede desde que salve a Misha” “¿Por que tuve que salvar a esa idiota?” “De no haberlo hecho nada de esto estaría pasando”
-No deberías renegar de un acto de humanidad. Si una amazona ya no es capaz de sacrificarse por los demás, entonces si estaremos en problemas - Se escucho detrás de ella.
Shaina observo hacia donde llego la voz. Una mujer de gran belleza, largo y lacio cabello plateado recogido en una coleta de lado, ojos violeta que mostraban gran fuerza, su ropa parecía ser de una guerrera pero despedía un cosmos calido, y familiar.
-Tu quien....
-Soy Artemisa, la única madre y diosa de las amazonas. Soy yo quien te ha hablado en tus sueños.
-La que me hablas en mis sueños ¿Por que....?
-Es la única forma de alcanzarte… no has vuelto a utilizar la armadura y sin ella no puedo contactarte de otra forma.
-Athenea me lo pidió y yo….
-Le obedeces, lo se, después de todo ella es a quien has conocido y venerado toda tu vida. Pero ella misma te envió por la armadura.
-Y ella me ordeno no usarla y obedezco.
-Ciegamente… Vamos Shaina, ¿acaso no recuerdas lo que sentiste cuando la utilizaste? Recuerda el enorme poder que contiene. ¿No quisieras utilizarla otra vez?
Shaina recordó lo que paso en esos breves momentos que la porto, era… algo abrumador, era más de lo que podía soportar.
-Si… lo recuerdo. Pero no quiero volver a sentir algo así.
-Pero no entiendo, ¿Acaso no te gusto? ¿O tienes miedo?
-Es solo que… ese fuerte cosmos no era mío ¿Verdad? Era su armadura entonces la que me hizo sentir así. Me hubiera gustado que fuera mi cosmos…
Artemisa se rió mientras pensó: Increíble, no esta consiente de su fuerza y aun así fue capaz de liberarme.
-Eres una amazona muy fuerte, necesitaba a alguien así. ¿Sabes por que?
Shaina movió la cabeza.
-Mientras los demás dioses encarnan cada par de siglos yo estuve confinada a esta armadura, en espera de alguien lo suficientemente fuerte para liberarme. En incontables ocasiones algunas de mis hijas intentaron despertarme… sin éxito. Hubo tantas fallas que me llego a parecer imposible, pero ahora; al fin pude salir de ella. Esa persona fuiste tú
“Vaya” - Pensó Shaina “No se si sentirme decepcionada u orgullosa”
-Debes sentirte orgullosa, solo la mas fuerte de mis hijas pudo tener este honor.
Shaina se enfado - ¿Podría dejar de leer mi pensamiento?
-Tratare, pero tu gritas con el pensamiento. En tu cabeza se arremolinan tantas cosas que incluso a mi me confundes. Principalmente guardas mucho rencor contra ese tal… Seiya, pero esta bien, mientras lo encauces bien no será problema. Podremos seguir juntas mucho tiempo.
Shaina se enfado al oír ese nombre y lo ultimo que escucho -¡Eso significa que pretende seguir en mi cabeza y usarme para lo que le plazca!
-Así es, será mejor que lleguemos a un trato, si me lo permites, podrás mantener la conciencia de lo que pase mientras hable con tus hermanas o alguien mas. También podrás pedirme que me retire si necesitas un tiempo a solas, u ocupas guardar un secretillo -Se rió.
Shaina la vio extrañada, a ella no le pareció gracioso para nada su actitud, era muy arrogante.
-Si no aceptas de igual manera te utilizare y te advierto será muy agotador y difícil para ti.
-Por lo visto no tengo otra opción.
-Pero tendrás grandes ventajas. Podrás usar mi fuerza, mi cosmos si lo necesitas. Y te convertirías en la amazona más fuerte que existe.
-Eso pudo serme útil antes, me hubiera encantado darle una lección....
-Si te refieres al campeón de Athenea, aun estas a tiempo…
-¡Ya no es necesario! ¡Ya no quiero saber nada de ese idiota!
-Si aceptas también…podrás obtener respuestas y tu tienes muchas preguntas ¿No es así?
Shaina vio fijamente a la diosa -No acepto, porque no me gusta la idea de compartir mi cerebro y mi cuerpo con alguien más. Además quiero dormir y descansar ahora.
Artemisa se le acerco e intento poner sus manos en la cabeza de Shaina.
-¡Déjame en paz! - Se saco
-Si eso es lo que quieres… no podrás aguantar para siempre ¿Sabes? Algún día tendrás que ceder.
-Pues no será este día.
 
Milo se sentía más cansado cada vez, leyó todos sus libros, los apuntes de su maestro y ni así lograba dar con una descripción de algo parecido o una solución a todo esto. El solo pensar que se enfrentaba a algo a lo que no podía solucionar lo llenaba de frustración. Fue entonces que Seiya y Shiryu llegaron al santuario. Su arrebatada entrada a la enfermería fue poco discreta, entraron primero a la habitación de Hyoga. Se sorprendieron al igual que los demás de la actitud del caballero.
-Hyoga ¿Estas bien? Dijo Shiryu al verlo con vendajes y replegado a un muro.
Hyoga los vio y al reconocerlos les indico que se acercaran.
-¿Solo vinieron ustedes?
-Si... ¿que sucede?
-No dejen que el entre por favor.
Seiya pregunto - ¿A quien te refieres?
-Al que dormía en Shun! ¡No lo dejen entrar!
Shiryu soltó los dedos de Hyoga del cuello de la camisa de Seiya antes de salir de la habitación.
-Eso fue....
-Aterrador, para el es algo aterrador - Interrumpió Milo - No sabia que estaban de vuelta.
-Recién llegamos - Dijo Shiryu - ¿Que paso aquí?
-Es una larga historia. Fue un ataque sorpresa, sus heridas son extrañas y de efectos más extraños aun. ¿Ya viste a Marín?
-No - Respondió Seiya ¿Donde se encuentra?
-El la habitación de al lado.
-Iré a verla.
 
Milo se quedo conversando con Shiryu mientras Seiya fue con su maestra. Su hermana lo recibió con una sonrisa. Ella no la conocía mucho, pero si sabia de la importancia que tenía en la vida de su hermano. Mientras Seiya se acercaba a su maestra, ella se estremecía de la fiebre.
-¿Por que no le dan algo? esta ardiendo en fiebre.
-No reacciona ante nada hermano. Ya se ha intentado todo.
-No es posible y Saori… Digo Athenea.
-Un caballero nunca debe cuestionar a su diosa - Dijo Milo - Pero si eso quieres puedes hacerlo ahora mismo. Te mando llamar y tal vez....
Seiya salio de la habitación visiblemente enojado. Su hermana se alzo de hombros al verlo salir de la habitación.
-Creo que es hora de retirarme, se que es temprano, pero tal vez mi hermano llego con hambre, preparare algo de cenar.
-Gracias por tu ayuda Seika.
-De nada, mañana vendré otra vez.
 
 
Seiya se apresuro a llegar con Athenea.
-¿Por que no me avisaron antes lo que sucedió?
Saori lo vio fijamente antes de responder: Como siempre solo piensas en ti y en lo que a ti te afecta.
-Es.... esta bien. Saori es solo que no entiendo porque no se me aviso de que Hyoga y Marín estaban heridos, ya paso más de un día ¿Por que?
-Tú tenías una misión que cumplir, la cual dejaste a medias por cierto. Me alegro de que Kiki pudiera traer todas las armaduras que eran tu deber custodiar. De haber regresado inmediatamente no tendría que buscarte y encima enterar a alguien ajeno, como Shiryu.
-Shiryu no es ajeno… también es amigo de Hyoga y un caballero.
-Pero el ya vivía tranquilo en China y por tu viaje, el ahora dejo esa tranquilidad para acompañarte. Realmente era egoísta.
Las palabras de Athenea contenían solo verdad, el solo alcanzó a murmurar -Lo siento...
Saori se le acerco -Eso espero, siempre debes pensar en las consecuencias de tus actos, lo mas mínimo es importante.
Seiya no entendió bien lo que decía y pregunto: ¿Que saben de lo que les pasa? ¿Por que Hyoga esta así?
-Ese es el trabajo de Milo, déjalo trabajar tranquilo, así podrá solucionar todo lo mas pronto. Ahora puedes retirarte, he tenido un día muy cansado.
Seiya le dio un apresurado beso en la mejilla.
-Es para que descanses bien - Le dijo y se fue.
Ella sonrió, como Saori lo entendía, como Athenea sabia que debía controlar más sus impulsos. Aunque estuviera frustrado debía controlarse antes de que echara a perder todo. Para el todo se solucionaba con la violencia.
 
Shaina despertó cuando los últimos rayos del sol le tocaron en su rostro a través de un orificio en su cabaña. Despertó satisfecha y algo adolorida.
“Ese es el sueño mas raro que he tenido”
“No fue un sueño, ¿Aun te niegas a aceptar que vivo en ti”
Shaina se rió nerviosamente - Entonces es verdad… insistes en que te ayude.
“Si, no lo haces por mi, hazlo porque una de mis hijas ocupa mi ayuda”
-Marín…
“Así es… hazle caso a Cagglio ella sabe lo que hace. Su viejo remedio es la solución a este nuevo aprieto.”
-Yo necesito darme un baño para relajarme.
Por favor…
-No me gusta que me apresuren - dijo mientras tomaba una toalla.
 
Tras bañarse regreso a la enfermería y se sorprendió el alboroto que había en el lugar. Al entrar noto la razón del alboroto, Seiya estaba ahí y el resto de los caballeros de bronce también.
Tuvo el impulso de regresarse y salir de ahí. “Espera, yo le prometí a Milo que vendría a ayudarlo.”
“Y eso harás, que nada te detenga ahora, se orgullosa de lo que eres.”
“¡No me hables, déjame en paz! - Pensó Shaina harta de escuchar esa voz.
Se armo de indiferencia y entro, erguida, con su frente en alto y camino lentamente. Las voces de los chicos se acallaron conforme ella recorrió el pasillo rumbo a la improvisada oficina de Milo.
“Bien demuéstrales que tienes tu orgullo intacto, que no lograron pisotearte
Shaina sonrió bajo la mascara de la reacción que provoco, aunque no podía concentrarse en el momento con la voz en su cabeza.
-¿Esa era Shaina? - Pregunto Jabu y todos asintieron con la cabeza, también ellos notaron que estaba muy cambiada.
Seiya no noto su presencia pero se sorprendió de que todos callaran.- ¿Que hay con ella?
-Esta… diferente- Dijo Shiryu.
-¿Qué tan diferente puede estar?
-Mucho - dijo Ichi Hydra con admiración.
Ella llego a la oficina le quito el libro de enfrente a Milo -Buenas noches.
-Ah, Shaina - Levanto su vista - ¿Ya tan pronto es de noche?
-Ni siquiera te has dado cuenta que ya oscureció por estar aquí encerrado ¿Alguna novedad?
El se agarro el cuello al parecer adolorido -Ninguna, están igual que esta mañana.
-Pero tú te ves más agotado todavía. ¿Por que no sigues el consejo que me distes y descansas? A mi me sirvió de mucho dormir hoy.
“¿Es el caballero del Escorpión?
“Si, el es Milo mi amigo”
“Ah, bien lo tendré en consideración.”
“¿Que quieres decir con eso…?”
“Puedo hacerle daño…”
“No te atrevas, así menos obtendrás mi ayuda. ¡Larga y déjame en paz!”
Milo interrumpió sus pensamientos - Que mas quisiera, pero no puedo. Es mi responsabilidad. Pero ya que me dices que es de noche, es hora de que saque a todos ellos de aquí. Es muy tarde para visitas.
-Como gustes, yo voy con Marín.
Mientras el resto de los caballeros de bronce obedecieron sin chistar Seiya y Shiryu se negaron a retirarse. Shaina no se inmuto, ella fue directo con Marín y reviso su herida, mientras Milo trataba de convencerlos de que se fueran. Los gritos retumbaban en la habitación y Marín comenzó a inquietarse.
-No me iré, recién llego y no me voy - Replicaba Seiya.
-Vamos Seiya, Milo sabe lo que es mejor para ellos - Decía Shiryu tratando de convencerlo.
-Pues ni siquiera ha dado con la razón de porque se comporta así o como curarlos.
Milo replico un poco avergonzado -Es cierto pero aun así te aseguro de que hago todo lo posible....
-¡No me lo parece solo estas ahí leyendo y no te veo ayudarlos en nada!
-¡Ya basta! - Grito Shaina desde la puerta de la habitación de Marín y los tres quedaron quietos - si tanto aprecias a tu amigo y a tu maestra, demuéstrales respeto y vete. Déjalos descansar.
-¡¿Por que te metes en esto?!
-¡Porque al menos tengo el suficiente sentido común como para darme cuenta de que estorbas!
-¡Aquí la que estorba eres tu!
Shaina recordó que eso mismo le dijo el día que regreso triunfante. Siempre la considero un estorbo, aunque ella en varias ocasiones estuvo a punto de dar la vida por el. Se enfureció, tenia ganas de destrozarlo como el destrozaba su corazón.
“No Shaina no te rebajes, el no es mas que un chiquillo idiota - Le dijo Artemisa.
Ella se contuvo al oír eso, al fin ella le decía algo cierto y más se tranquilizo al ver el rostro de Milo, preocupado por ella y demacrado por no dormir.
-Mira…Seiya… Milo no ha parado de buscar una cura para tu amigo y tú maestra, no ha dormido en dos días, y no merece que lo trates así. Yo tampoco merezco que me trates así, no desquites tus frustraciones y enojos conmigo o con el, solo porque tenemos la desgracia de estar frente a ti hoy busca alguien mas con quien desquitarte. Porque sino vas a ayudar entonces largo - Tras decir esto regreso a la habitación de Marín.
-Shaina.... Susurro Milo, nunca la había oído hablar con tanta seguridad y elocuencia. Ni Shiryu ni Seiya supieron que decir, pero Seiya pareció calmarse.
-¿Podemos ayudarte en algo?
-En realidad tengo toda la ayuda que necesito - Replico Milo con una sonrisa mientras veía hacia la habitación de Marín - Pero ocuparía a solo uno de ustedes, Shiryu ya sabe que hay que hace, además Seika te espera con una gran cena. ¿Vas a despreciarle su esfuerzo?
Shiryu entonces convenció a Seiya de ir con su hermana y el regreso a la habitación de Hyoga, al pasar frente a la de Marín pensó en diferente que se encontraba Shaina, la forma en que hablo se lo comprobó, pero no lograba discernir en que.
Shaina ajena a todo esto limpiaba la herida de Marín mientras escuchaba las recomendaciones de Artemisa.
“Entonces valdrá la pena intentarlo”
“Si hija, confía en Cagglio ella es muy capaz y de mi entera confianza”
“Eso no significa que te deje utilizarme para algo mas… solo curare a Marín y te largas”
“Ya veremos que piensas luego”