Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Decisiones ❯ Capitulo 5 ( Chapter 5 )

[ A - All Readers ]

Como lo esperaba Kikyou se quedó dormida, Kaiba disfrutó observándola por largo rato, su inocencia y la sencillez de su hermana lo cautivaban mientras ella estaba en sus brazos. Kikyou dormía plácidamente en el pecho de su hermano, su semblante sólo mostraba paz y tranquilidad, para Seto eso lo aliviaba y le hacía olvidar todo lo malo de su vida. Acarició su cabello, su hermana sonrió inconscientemente y tiernamente a él. Después de un rato decidió que ya era tiempo de volver a la mansión y como no quería despertarla, la tomó en sus brazos y se la llevó a la mansión. Al llegar a la habitación de su hermana, trató de dejarla en su cama, pero por una razón que él no podía explicar, ella no quería soltarlo; se aferraba a él con fuerza y al parecer no iba a rendirse. Entonces Kaiba cedió, él pensó irónicamente: el gran Seto Kaiba, un hombre que no rinde ni perdía ante nada, pero si vieran la parte de él cuando está con hermana, pensarían muy distinto de él. Kaiba sonrió, una de esas sonrisas que sólo su hermana podía ver, se recostó en la cama de Kikyou ,y se dedicó a mirarla y a acariciarle el cabello. Mientras tanto recordó algo que lo incomodaba y lo enfurecía; todavía no había pensado en un buen método para obtener el último dragón de los ojos azules, tendría que hacer algo arriesgado, pero estaba determinado y tenía la certeza que al final esa carta estaría en sus manos. Sus pensamientos fueron interrumpidos por lo gemidos de susto que provenían de su Kikyou, Kaiba se dio cuenta que su hermana estaba teniendo una pesadilla, desde hacía tiempo que ella las estaba teniendo. Seto tenía que despertarla y así lo hizo.
-¡Kikyou, Kikyou despierta!- dijo sacudiéndola suavemente.
Al final su hermana abrió los ojos y miró a su hermano un poco desconcertada. Su pesadilla fue sobre su hermano, lo perdía y ella quedaba prácticamente sola. Si ese sueño se hiciera realidad, jamás podría soportarlo y ya no tendría razón de vivir. Kikyou abrazó fuertemente a su hermano y derramó lágrimas de dolor y angustia, tenía un presentimiento que algo terrible iba a suceder y que tal vez los separaría para siempre.
-Oni-chan, no me dejes nunca por favor- dijo un poco alterada.
-¿De qué estás hablando? Yo jamás te dejaría, eres todo lo que tengo ¿por qué habría de hacerlo?- respondió Kaiba.
Kikyou se dio cuenta de lo que él decía era muy cierto. Ella se acurrucó más en el pecho de su hermano . Kaiba por otro lado estaba preocupado por las constantes pesadillas de su hermana, aunque no creía en nada que tuviera que ver con sueños, premoniciones, etc.. temía por la salud mental de su hermana.
-Kikyou ¿desde cuándo estás teniendo pesadillas?- preguntó preocupado.
-No lo se, oni-chan- murmuró un poco confundida.
-¿Hay algo qué te está molestado?-.
- Desde hacía tiempo me inquieta la idea de perderte, desconozco las causas; al parecer es algo natural. Lo mismo pasó con mis padres y tus padres, ya he sufrido mucho y lo último que podría pasar sería perderte hermano mío, no lo podría resistir- dijo mientras le caían lágrimas.
-No tienes por qué preocuparte, yo nunca te dejaré sola, se que has sufrido mucho durante tu vida, pero yo estoy a tu lado y te protegeré pase lo que pase, jamás me perdonaría si alguna vez te pasara algo- dijo solemnemente.
Kikyou sonrió tiernamente, no obstante seguía llorando, pero ahora eran lágrimas de felicidad por la promesa que siempre Seto había cumplido. Kikyou se prometió a sí misma que en cualquier problema que esté él, ella siempre lo ayudará y apoyará. Ambos se quedaron en silencio, disfrutando su compañía, Kikyou de nuevo se quedaba dormida en los brazos de su hermano, sin embargo Kaiba esta vez no tuvo problemas para acostar a su hermana, antes de retirarse de la habitación la besó en la mejilla. Al salir se dirigió a su estudio para poder trabajar un momento, encendió su computadora y comenzó a revisar sus negocios. Estuvo trabajando hasta las 10 de la noche, tres horas después de haber charlado con su hermana, apagó su computadora y de fue a la cama, estaba muy cansado y el día que tuvo fue muy pesado. Su mente todavía estaba confusa y lo que necesitaba era un buen descanso, sin embargo todavía estaba furioso con Yugi y su abuelo, el no estaría tranquilo hasta que encontrara una solución para su dilema. Con esos pensamientos se durmió.
Había pasado una semana, Kaiba seguía intranquilo y estaba un poco irritable por la causa ya antes mencionada, sin embargo todo seguía su curso normal.
Era un día domingo, entonces Kikyou quiso ir al parque con su hermano, para ello preparó todo lo necesario para ello. Kikyou había estado buscando la oportunidad de que Seto le siguiera enseñando cómo jugar Duelo de Monstruos, es por eso que llevó su baraja junto con la de su hermano. Mientras tanto, Kaiba se estaba vistiendo: usaba una camisa azul, con pantalones negros y una gabardina de color azul, salió de la habitación y se dirigió a la cocina para tomar su café matutino. El había estado de acuerdo con su hermanita a ir al parque a pasar el día. Al llegar a la cocina encontró a su hermana que tenía casi todo listo, excepto por algunas cosas, pero no se tardaría.
-Buenos días, Kikyou- dijo plácidamente.
-Buenos días, oni-chan- respondió de la misma forma - ¿Dormiste bien?.
-Perfectamente, ¿necesitas ayuda?- preguntó Seto.
-No te preocupes hermano, ya casi tengo todo listo, gracias- respondió suavemente.
Kaiba fue a preparar su café, pero se encontró que su hermana ya lo había hecho. El se sentía el hombre más afortunado por tener a Kikyou a su lado, si no fuera por ella su pasión y deseo por el éxito no tendrían límites.
-Oni-chan - dijo dulcemente.- Ya estoy lista para ir.
Kaiba despertó de sus pensamientos y asintió. Ambos se dirigieron a la puerta, ese día quisieron caminar al parque para poder disfrutar más el día y el entorno. Desde hacía tiempo que ellos había querido vivir una vida más simple, vivir en una casa más pequeña donde tendrían la tranquilidad que ellos han estado buscando desde hacia tiempo, sin embargo una serie de contratiempos con su tutor les ha impedido concretar esos planes, sólo hay una solución: que Seto cumpla los 20 años para poder ser mayor de edad y así estar libre de su tutor.
Kaiba le ofreció el brazo a su hermana y ambos caminaron tranquilamente al parque para pasar el día.
-¿Oni-chan, puedo preguntarte algo?- inquirió Kikyou.
-¿De qué se trata?- respondió tranquilamente.
-¿Por qué no tienes amigos? Es decir, siempre estás solo, nunca hablas con nadie en vez de mi, antes no eras así.- dijo con preocupación.- No me gusta verte así, tan sólo, me entristece verte llegar cansado del trabajo y casi siempre estás enojado cuando estás allí, en verdad necesitas alguien además de mi.
-Agradezco tu preocupación, pero no necesito a nadie que no seas tú hermana, me siento feliz contigo, se que muchas veces estoy enojado, no obstante nunca me he enojado contigo y por sobre todo los amigos no significan nada para mi.
-Ohhh......- suspiró tristemente.- Lo siento oni-chan, pero estoy preocupada por ti y no quiero que te quedes solo-
-No estaré solo, tú estarás conmigo- respondió Kaiba.
-Pero ¿qué si me pasa algo?- interrumpió inquietamente.
-¡No te pasará nada, porque yo te protegeré y no dejaré que nada te pase!- respondió tajantemente.
Kikyou lo miró con sorpresa y le dijo:
-Yo sé que tu siempre haz cumplido con esa promesa-.