Saint Seiya Fan Fiction ❯ Ayoros ❯ Vacaciónes y la aparición de Jabú ( Chapter 7 )

[ P - Pre-Teen ]

VII. Vacaciones y la aparición de Jabú.

 

De regreso en Japón, Seiya le había preparado el desayuno a todos sus visitantes. Aunque no tenía una apariencia que digamos… comestible, el desayuno del joven resultó bastante sabroso, dejándolos más que satisfechos a todos.

Acabado el desayuno, los cinco agarraron camino a la calle para pasear un rato por ahí (otros que nomás andan perdiendo el tiempo) y luego pasarse al internado donde visitarían rápidamente a Seika y en donde también habían quedado de encontrarse con Ikki y Shun.

 

El camino por la bulliciosa ciudad era algo realmente divertido, había muchas cosas para ver, sobretodo por el panorama completamente opuesto al que diariamente Ayoros estaba acostumbrado en Grecia. No era, sin embargo la primera vez que el niño había estado en Japón con Seiya, pues fue el mismo joven quien tuvo la primera oportunidad para sacar a Ayoros de vacaciones cuando este cumplió dos años (ya que si recordamos, el primer año lo cumplió en el Santuario); su tercer cumpleaños lo pasó con Shiryu en Cinco Picos; el cuarto le tocó a Shun que lo llevó en un crucero a Egipto (° x °¿?); el quinto, y como Ikki, con el pretexto de que esperaría a que el niño crecieran un poco más, se deslindó de llevárselo, (¿Quién dijo que debía ser niñera?) le tocó nuevamente a Seiya, y el sexto de nuevo fue para Shiryu… ¿Qué pasó con Hyoga?… Bueno, él había andado medio ocupado y no había podido salir de Siberia hasta entonces (ahora entendemos por qué se alegró tanto por la invitación de Shiryu, que ni se lo pensó dos veces), así que, Hyoga jamás lo ha podido llevar a Siberia (y eso que era el más animado desde un principio).

Sin embargo, Ayoros ya conocía Siberia de arriba abajo: Hyoga le platicaba todo lo que era necesario saber de su tierra (bien, recordemos que un par de veces había ido a visitar a Camus al Santuario y ahí también se encontraba con Ayoros cuando le tocaba clases con su maestro -ja-), de aquellas frías planicies y de la nieve que aunque era hermosa por su forma, también era muy peligrosa por su naturaleza.

Ayoros siempre le pidió a Hyoga que lo llevase, puesto que le gustaba mucho la nieve; y esto emocionó mucho al caballero del Cisne, que le juró hacerlo cuando acabara de arreglar todos los encargos que tenía de por medio… (¿Que qué tanto hacía Hyoga en Siberia?… bueno, allá creció y se llevaba bien con la gente… igual e iba y visitaba a su maestro Cris… ¡agh, por Dios! ¡¡Nunca reviví a los caballeros de plata!!… oh bueno, no sé que tan conveniente podría ser… mmm, -malicia-… pero son muchos, ¿qué tal que no revivo a todos?, ay no, porque entonces Saori se vería bien elitista -¿bueno, y qué?-… ¿qué hacer?… ¡bueno, bueno, ya! Es hora de continuar con mi fan fic o para variar voy a empezar a divagar mucho. En fin, en dado caso de ser necesario, puedes esperar en cualquier momento un paréntesis cultural super especial. Por tu atención, muchas gracias).

 

Shiryu: …Pero por algo pasan las cosas, Hyoga. Mi maestro me ha enseñado que nunca debes forzar las situaciones, si algo debe suceder, tarde o temprano se hará efectivo…

 

Conversaba Shiryu con Hyoga, mientras esperaban a Seiya, quien a su vez esperaba a Shaina, quien se había detenido en una heladería a comprarle una nieve a Ayoros.

Los dos compañeros, se habían sentado en una banca que estaba justo frente de la tienda de helados y debajo de una riquísima sombra patrocinada por un enorme árbol de cerezo; Seiya por su lado, aunque al principio se quiso sentar con ellos, tuvo que acudir ante el llamado de Shaina, que le pidió no perdiera de vista al niño mientras ella ordenaba… a lo que Seiya respondió con gusto luego de recordar lo que le había platicado Hyoga sobre el incidente en el aeropuerto (además de que tenía que pagar y luego ayudarle con los helados, porque también les iban a comprar a los otros dos... porque de seguro se les iba a antojar y ella no pensaba andarse regresando - si esta chica piensa en todo-)

 

Hyoga: (Recargado en la banca viendo hacia arriba) Sí, claro…

 

Hyoga se volteó para ver a su amigo. Shiryu por su parte, no lo estaba viendo a él, mas bien parecía que le había estado hablando mientras observaba a Seiya jugar con Ayoros, a obstruirle el camino al niño para que no pudiera pasar. El joven rubio se quedó un rato mirando a su compañero con curiosidad…

 

Hyoga: Oye… Shiryu…

 

Shiryu: (Sin verlo, muy divertido) ¿mmm?

 

Hyoga: …¿Alguna vez has pensado en casarte?

 

Shiryu, que muy sonriente veía a los otros dos jugar, desapareció lentamente su sonrisa para luego voltear, de la misma forma, a ver a Hyoga. Y se quedaron así un rato, viéndose uno al otro con intriga.

 

Shiryu: Ehm… (inseguro) ¿Por qué preguntas algo así Hyoga?

 

Hyoga: Bueno… ya no somos unos adolescentes ¿sabes?… Y la verdad es que… yo pienso, ya nos hemos acostumbrado mucho a una vida más "normal"… especialmente tú.

 

Shiryu: ¿Yo?

 

Hyoga: Sí… es decir, tienes las tierras de tu maestro y las trabajas… además, eres el único de nosotros que tiene una pareja estable…

 

A esto, Shiryu se mostró especialmente curioso.

 

Shiryu: ¿Pareja?

 

Hyoga: Bueno… mira… es que… bien, empecemos uno por uno…

 

Y Hyoga volteó a ver a Seiya y luego pasó su mirada con Shaina (que yo creo que se veía muy linda con ropa común y corriente porque atraía muchas miradas)

 

Hyoga: Seiya, por ejemplo, esta como el perro de las ( y aquí hizo un énfasis especial) "tres tortas"… pero no parece tener prisa por tomar una decisión, o, esta muy tonto… pero lo que sí sé es que cuando se decida por una, las otras dos lo van a fulminar; así que sabemos que el día que firme su acta de matrimonio, estará, más bien, firmando su acta de defunción… Bueno, en fin; por otro lado, esta Ikki, que ya sabemos que después de esa muchacha que vivía con él en la Isla donde entrenó, no existe nadie más; vamos, ni siquiera Pandora… y eso ya es mucho decir…

 

Hyoga hizo una breve pausa para pensar en lo bruto que era Ikki por no pelar a una diosa, y más aún a una diosa guapa y poderosa que podría destruirlos si quisiera pero que a final de cuentas todos sabían que se había "vuelto buena" y que si regresó con ellos del Hades, fue para llevar una vida pacífica (en quien sabe dónde porque luego de su regreso nadie volvió a saber nada de ella).

 

Hyoga: (suspiro)… Shun, otro ejemplo… a pesar de verse tan frágil y menso, tiene bastante pegue con las muchachas… pero a mi no me engaña con eso de que Juhn es su "mejor amiga", bien que le gusta pero no quiere aceptarlo… Mmm, también estoy yo que… bueno… dejémoslo en que simplemente no he tenido suerte con ninguna…

 

Shiryu: (Interrumpiendo) ¿Qué hay de Irina?…

 

Paréntesis cultural: A que sí te acuerdas de Irina… era esa chica tierna y rubia que fue usada por la Diosa Eiris (la de la manzana de la discordia) como envase para tratar de derrotar a Atenea.

Fin del paréntesis cultural.

 

Hyoga: La trasladaron…

 

Shiryu: ¿Flare?

 

Paréntesis cultural: Si no te acuerdas de Flare es porque de plano… Por si las moscas, Flare es la hermana menor de Hilda y ambas aparecen durante la Saga de Asgard (que sólo existe en el anime).

Fin del paréntesis cultural.

 

Hyoga: Digamos que aún me siento culpable por lo que pasó en Asgard… así que… (recordando) ¡Ah, pero no estamos hablando de mi!, era tu turno en mi lista: Tú y Shunrei, ¿qué pasa? Eres el único que, como ya había comentado, lleva una relación estable.

 

Shiryu: … ¿Shunrei y Yo?

 

Hyoga observó como Shiryu se quedaba en silencio mientras que en su cara se reflejaba una enorme sorpresa… luego de unos instantes, Shiryu comenzó a reír con mucho desenfado y por lo tanto provocó una mirada de doble sorpresa por parte de Hyoga.

 

Shiryu: No Hyoga… ¿Cómo se te ocurren esas cosas?… Desde que llegué a China, Shunrei siempre ha sido mi compañera, sí, pero no de la forma que tú estas pensando.

 

Hyoga:… Te unes al club… ¡Otro que no se da cuenta!

 

Shiryu: Ella siempre ha estado ahí para apoyarme y cuidarme, así que, bueno, se puede decir que sí, es mi pareja… pero Hyoga, las parejas no siempre son matrimonios o noviazgos… ¿entiendes lo que te digo?, hay sentimientos mucho más puros que eso…

 

Hyoga: ¿Eh?

 

Shiryu: Yo… siempre estaré a su lado, y seré su compañero, igual que ella lo ha sido para mi… pero de eso, a casarnos, no creo que sea una palabra que contemplemos en nuestro vocabulario.

 

Hyoga: …

 

Y mientras Shiryu trataba de explicarle a Hyoga lo de su "relación" con la tierna Shunrei (y que el otro no entendía porque no era nada filosófico como Shiryu), Shaina ya casi acababa de comprar los helados (supongamos que había mucha gente ¿está bien?), y Seiya y Ayoros habían acabado viendo juguetes en el aparador de una tienda que estaba justo junto a la heladería.

 

Los juguetes son objetos que jamás pasan desapercibidos ante la mirada curiosa de un niño (sea el que sea), además, Ayoros no veía de esos muy seguido (y la verdad es que tampoco les prestaba mucha atención con tanta bola de ocupaciones que tenía el niño), pero quien quita la oportunidad de contemplarlos un poco.

 

Seiya: (Viendo al niño pegado al vidrio del aparador) Oye Ayoros… ¿Cuál te gusta?

 

Ayoros: (volteando a ver a Seiya) ¿Eh?

 

Seiya: ¿Cuál juguete te gusta más?

 

Ayoros miró nuevamente los juguetes. Luego, se volteó con Seiya una vez más.

Ayoros: ¿Eh?

 

Seiya: …

 

El joven se hincó junto al niño y se puso a mirar también los diversos artículos, observado muy de cerca por Ayoros que como que no captaba la pregunta del santo de Pegaso.

 

Seiya: Mira, yo por ejemplo, escogería un balón de fútbol… (viendo al niño) ¿Sabes jugar fútbol?

 

Ayoros: (movimiento negativo de la cabeza) …

 

Seiya: Claro… ya me figuraba algo así…

 

Seiya comenzó a recapacitar sobre su pregunta, y se dio cuenta de que en realidad sí estaba muy difícil que el niño supiera algo, lo más mínimo, sobre el fútbol; trató de imaginarse a los santos dorados enseñándole a jugar a Ayoros… bueno, después de todo sí completaban el equipo de once (porque si quitamos a Ayoros, sí dan los once; además, también tienen a Kanon que podría sustituir al viejo maestro porque a ese de una barrida lo mandaban a volar - y quien sabe, a lo mejor la estatura le ayudaría a hacer túneles espectaculares-… sí, Dohko podría ser aguador)… ¿Pero contra quien jugarían?… si eran once… Bueno, siempre podían hacer equipos de cinco y el que sobraba que fuera árbitro (que seguramente sería Afrodita porque no iba a querer jugar de cualquier forma)… pero qué clase de equipo serían entonces, ¿quizá las primeras casas contra las últimas?… ¡¿te imaginas a Mu, Máscara de la muerte, Aldebarán, Saga y Kanon jugando contra Milo, Shura, Camus, Shaka y Ayoria?… ¡que divertido! Seguramente acabarían de las greñas porque son bien tramposos: Aldebarán de portero abarcaría toda la portería y las posibilidades del gol serían mínimas; Mu usaría sus poderes psíquicos para teleportar el balón hasta la portería contraria, igual que Saga y Kanon que, o en su defecto, estos dos últimos desaparecerían el balón misteriosamente para que no pudiera entrar en su portería, mandándolo a otra dimensión; e incluso Máscara de la muerte podría mandarlo a las capas del espíritu… ese equipo aplastaría al otro, porque a menos que poncharan o partieran en dos el balón, no había mucho que pudieran hacer… bueno, a menos que Shaka abriera los ojos y les quitara el movimiento a los otros cinco…

 

Ayoros: ¿Seiya?

 

Seiya regresó rápidamente a la realidad luego de aquella imaginación que le había dejado una enorme sonrisa burlona en la cara. Así pues, volteó a ver al niño que lo miraba intrigado (primero le pone la curiosidad en frente y luego se le olvida que ahí la dejó).

 

Ayoros: (sonriendo) ¿Es divertido el fut… ¿qué?

 

Seiya: Fútbol… ¡sí que lo es!

 

Ayoros: (sonrisa muy grande) ¿y me enseñarás a jugar?

 

Seiya: ¡Ese es el espíritu Ayoros! Claro que sí.

 

De repente, el grito escalofriante de "¡Seiya ven acá a ayudarme!" de Shaina hizo que el joven se parara de un brinco y sin pensarlo dos veces corriera directito a donde estaba la chica esperándolo con impaciencia… tanta fue su apuración que olvidó a Ayoros en frente del aparador viendo todavía los juguetes (hay tontos muchachitos descuidados).

Seiya ayudó entonces a Shaina con los helados. Viendo las maromas que hacía el joven para no tirar las bolas de helado de los tres conos que traía entre sus manos, Shiryu y Hyoga se levantaron para ayudarle (y de paso darle las gracias al descubrir que los helados eran para ellos); luego Shaina, con otros dos conos, los alcanzó…

 

Shiryu: (viendo a Shaina) Muchas gracias…

 

Shaina: Sí, sí, no importa…

 

La chica comenzó a buscar al adorable niño para darle su helado… pero, como ya debes haberlo supuesto, no lo encontró.

 

Shaina: (viendo a los otros tres, especialmente al de pelos de chocolate) Seiya… ¿Dónde esta Ayoros?…

 

Seiya: ¡Agh!, ¡claro!, (volteando a la juguetería) lo dejé viendo los…

 

♫ Ayoros no esta, Ayoros no esta, tara-ra-ra…♪

 

Seiya y Hyoga: ¡¡¡¡Santos de Atena!!!

 

Shiryu: No de nuevo…

 

Y luego de sentir un escalofrío, los tres voltearon a ver a Shaina que los veía con ojos de demonio, como si estuviera lista para ejecutar sus venenosísimos ataques sobre ellos.

 

Shaina: ¡¡se suponía que debías cuidarlo!!

 

Seiya: (preocupado) ¡Ya lo sé, lo siento, pero es que…

 

Shiryu: También fue nuestra culpa Seiya, debimos tener más cuidado...

 

Shaina: (moviéndose) ¡En lugar de compadecerse ayúdenme a buscarlo!

 

Y ahí van los tres, muy obedientes, tras de Shaina, buscando a Ayoros que nuevamente estaba "extraviado" (Hyoga, por supuesto, lo primero que hizo fue buscar entre los montones de grupos de personas, o "turistas", que pasaran por ahí).

 

 

En realidad no podía sentir nada, ni siquiera sabía lo que estaba haciendo o a dónde se dirigía, era como si estuviera dormido; aún así, su cuerpo seguía moviéndose contra su voluntad… ¿pero a dónde iba?… no había sonidos hipnóticos que lo motivaran, vamos, ni siquiera el olor de algo delicioso…

Ayoros no estaba consiente, tan sólo sentía el cuerpo muy adormilado y él pensaba que no se había movido de lugar (cuando en realidad lo estaba haciendo); poco a poco empezaba a inundarle una sensación muy triste, y trataba de llorar pero no podía… luego, empezó a sentir frío y aunado a esto, miedo… mucho miedo… pero tampoco podía gritar o pedir ayuda, no podía hacer a su cuerpo reaccionar a su voluntad y empezaba a desesperarse… tan sólo podía esperar a ver qué pasaría…

Pero la acción no se hizo esperar mucho… de súbito, sintió un dolor muy agudo en su cabeza… acaso ¿lo habían golpeado con algo?… o él mismo se habría pegado, porque primero fue un dolor en la frente que acabó con otro muy fuerte en la parte de atrás de la cabeza, acompañado por un sonido muy seco…

 

"¡Oye! ¿estás bien?"

 

¡Ah, una voz!… parecía la de un hombre joven… El frío comenzaba a desaparecer… luego, se dio cuenta de que alguien lo sostenía en brazos…

 

"Oye niño… ¡despierta! ¿puedes abrir los ojos?"

 

¿Abrir los ojos?… sí, ¿por qué no?

 

Ayoros abrió lentamente los ojos para encontrarse frente a frente con un muchacho de cabello castaño claro (casi miel) quien veía con alivio al chiquillo reponerse.

Estaba arrodillado, sosteniendo al niño entre sus brazos en algún lugar con el que Ayoros no estaba nada familiarizado… pero que, por los ruidos y hasta el aroma, se imaginó que estaba en algún jardín, o en su defecto, un lugar con árboles y aves…

Ayoros se puso de pie con un brinco muy enérgico y vio con cierta curiosidad al joven que lo había encontrado.

 

Ayoros: (tambaleándose) ¿dónde…

 

… Pero no pasaron ni dos segundos cuando el pequeño se mareó y volvió a caer en brazos del chico; el niño no parecía herido; sin embargo, se veía agotado, y muy pálido.

 

Joven: (riendo) Tranquilo, no comas ansias, se ve que no estás bien.

 

Ayoros: Me da vueltas la cabeza…

 

Joven: Pobre, seguramente estás perdido… pero no te preocupes, te ayudaré a encontrar a tus papás.

 

Ayoros: (sonriendo) ¡en serio! ¿todos ellos?

 

Joven: (sin entender el comentario) Ehm, sí… a propósito, yo soy Jabú, mucho gusto…

 

Jabú, ¡sí Jabú! El mismo, no ha muerto y andaba de casualidad en Japón (creo que es una ENORME coincidencia).

 

Jabú: ¿Cuál es tu nombre?

 

Ayoros: (Sonriendo) …Ayo…

 

Hyoga: (interrumpiendo) ¡¡AYOROS!!

 

Jabú: ¿?

 

Hyoga llegó corriendo de quién sabe dónde, y no se detuvo hasta que estuvo hincado, frente a Jabú, y viendo al niño con una rara mezcla de alivio, felicidad, amargura e incluso odio (es que era la segunda vez que le ocurría algo así).

 

Jabú: (viendo con sorpresa al recién llegado) ¿Hyoga?

 

Y Hyoga prestó atención entonces a la persona que estaba con Ayoros.

 

Hyoga: ...¿Jabú?

 

Seiya: (acercándose) ¡Hyoga!

 

Shiryu: (Viendo a Jabú, llamando la atención de su compañero) Seiya...

 

Seiya: ¡Ayoros!... ¿Jabú?

 

Jabú: ¿Seiya, Shiryu?

 

Shiryu: (viendo a Hyoga, pidiendo explicación) Hyoga...

 

Seiya: (Lo mismo pero al niño) ¿Ayoros?

 

Ayoros: ¿Se sienten bien ustedes cuatro?

 

Y, a continuación, llegó Shaina quien, rápidamente, se hincó junto a los otros dos, tomó al niño en brazos y se volvió a levantar para hablarle con ternura. Hyoga y Jabú le siguieron y también se pusieron de pie.

 

Shaina: Ayoros ¿estás bien?

 

Ayoros: (Todavía medio desorientado) Creo que sí.

 

Hyoga: ¡¿Pero qué creías que hacías?! ¡Nos tenías muy preocupados!

 

Ayoros: Uhm... ¿Me perdí?

 

Hyoga: T_T...

 

Seiya: (Viendo a Jabú) Hey, Jabú... hace mucho que no te veía.

 

Jabú: (Sin darle importancia al comentario) Dime Seiya, ¿ese niño es suyo?

 

Seiya: (parándose junto a Shaina, viendo a Ayoros y luego a Jabú) ¡Ah sí! Es nuestro...

 

Jabú: (Viendo a Seiya, Shaina y Ayoros sonreírle) ...

 

Shiryu: (Suspirando) Bueno, menos mal que está bien... (Viendo a Jabú) Muchas gracias... pero lo que me gustaría saber es dónde, o cómo lo encontraste...

 

Jabú: No lo sé, yo estaba aquí parado, y de repente sentí que algo chocaba con mis piernas. Cuando volteé, él estaba desmayado en el piso.

 

Ayoros: (rascándose la cabeza) Ah, eso explica mi dolor de cabeza...

 

Seiya: ¿Acaso no sabes cómo llegaste aquí, Ayoros?

 

Ayoros: (dudando)... N-o.

 

Jabú: De nuevo ese nombre... ¿Quién más se llamaba así?

 

Jabú se quedó meditando la respuesta a su propia pregunta; mientras, los demás lo veían sin saber si decirle, o burlarse primero y luego decirle.

Shaina mientras, bajó al niño al piso en vista de que ya se veía mejor (y yo creo que también porque ya se había cansado de cargarlo, digo, ya no era un bebé...); aún así, lo tomó de la mano para no irlo a perder de vista nuevamente.

 

Hyoga: Pista: ¿Recuerdas a "Ayoros, santo dorado de Sagitario"?... debes haber oído hablara de él.

 

Jabú: (Recordando) ¡Es verdad! (Viendo a Seiya con recelo) ¿Le pusiste a tu hijo el nombre de ese sujeto?

 

Seiya: (Mala cara) No es mi hijo... (pensando) En ese caso sería hijo, más bien, de Saori...

 

Jabú: ¡¡¡ ·_· !!!

 

Shiryu: (entre dientes) Seiya, estas diciendo tonterías otra vez...

 

Seiya: Pues sí ¿no?... Zeus se lo regaló a ella...

 

Hyoga: Entonces, más bien, sería hijo de todos los santos dorados...

 

Jabú: ¡¡¡¡¡¡ 0_o !!!!!!

 

Shaina: (molesta, viendo a Ayoros) Tú no les hagas caso, dicen puras tonterías.

 

Ayoros: Bueno.

 

Seiya: (Aún pensando) No podría ser hijo mío... no se parece a mí...

 

Hyoga: (pensando también) Ni a mí.

 

Shiryu: ¿Eso qué tiene que ver?

 

Y mientras los otros tres decían puras tonterías, como había puntualizado Shaina con anterioridad, Jabú empezaba a desesperarle el hecho de tener muchas dudas y nadie que le explicara.

 

Seiya: (Chasqueando los dedos) ¡Se parece a Ayoria!

 

Hyoga: ¡Pues claro tonto, es su hermano!

 

Jabú: (arto) ¡Basta!

 

Ayoros: "m"

 

Seiya: ¡Mu!

 

Hyoga: ¡Milo!

 

Shiryu: ¿Máscara de la Muerte?

 

Jabú: ¡¿Qué?!

 

Hyoga y Seiya: ¡Perdiste!

 

Jabú: ...

 

Shaina: (Suspirando) ¿Cómo es posible que a estas alturas sigan comportándose como niños pequeños ustedes tres? Hay cosas más importantes que hacer ¿saben?

 

Shiryu: ¿Nunca jugaste "basta"?

 

Hyoga: (Sonriendo) ¡Es muy divertido!

 

Seiya: (palmeando a Shaina amistosamente en su espalda) ¡Vamos Shaina ¿dónde dejaste tu sentido del humor?!

 

Y ante la mirada aterrada de los otros tres jóvenes, Seiya había acabado estampado en un árbol de lo que parecía ser un jardín público (eso explico los árboles y los pájaros).

 

Shaina: (tranquilizándose, como toda una dama) Jabú, dime una cosa.

 

Jabú: A ¿ja?

 

Shaina: ¿Qué estabas haciendo aquí cuando te encontraste a Ayoros?

 

La expresión de sorpresa (e incluso burla) que tuviera Jabú desapareció de súbito. Había recordado algo importante y lo cual era el principal motivo por el que se encontraba en ese lugar...

 

Jabú: No sé si sea realmente importante para ustedes... Verán, he estado mucho tiempo alejado del combate... incluso, cumpliendo algunas mandas de la señorita Kido, de hecho por eso es que estoy aquí en Japón... pero, no quiero desviarme mucho: A lo que iba, es que sentía una energía algo extraña por los alrededores. Yo iba de paso cuando esto ocurrió, así que decidí investigar... la extraña energía me guió hasta aquí... era una energía sin cosmos.