Case Closed Fan Fiction ❯ Cicatrizes En El Corazón ❯ Ansiedad de separación ( Chapter 4 )

[ A - All Readers ]
Hola este es mi primer fanfic de Detective Conan una de las mejores series que he visto y creerme no he visto pocas^^. Por favor cuando terminen de leer el fic dejen una opinión, para mí son muy importantes, tanto que si no recivo un mínimo no sigo con la historia pues considero que no ha llegado a la gente (si la llega no cuesta nada escribir un review).

-Aclaraciones-
Dado que el japonés es un idioma tan rico en expresiones, algunas de las cuales considero adecuadas dejar en el fanfic, aquí van unas aclaraciones que pueden servir de guía, espero que ayuden.

-Ranneechan: Conan llama así a Ran porque en Japón el sufijo "-neechan" se utiliza para dirigirte a una chica mayor que tú. En español sería algo así como "hermana mayor Ran" pero como no hay ningún término en español con el que traducirlo he preferido dejarlo así. Así encontramos a Conan llamando a Ran con el sufijo pero pensando en ella sin él.
-Conankun: El sufijo sirve para referirse a un chico que no es de tu edad aunque no tiene por que ser menor.
-En Japón cuando no se tiene mucha confianza con una persona se le llama por el apellido, por eso Ran llama a Satoru, Akahori (por su apellido). Y Satoru llama a Conan\Shinichi, Kudo. Y sin embargo a Ran por su nombre.


Cicatrices En El Corazón



Capítulo 4: Ansiedad de Separación.



"Close my eyes, let the whole thing pass me by

There's no time, to waste asking why

I'll ran away with you by my side."

-Echo, by Trapt.





La sala de entrenamiento de policía era grande y espaciosa, con un suelo recubierto de duras colchonetas azul oscuro que permitía mayor seguridad. Las paredes blancas estaban totalmente desnudas de cuadros, relojes o cualquier material. En el centro, había un cuadrilatero de boxeo cercado por cuerdas de goma para los ocasilonales enfrentamientos necesarios en el entrenamiento.

A la derecha del ring había unas gradas, mientras que en el gran espacio que quedaba a la izquierda del ring había toda clase de maquinaria de entranamiento. Entre la que se encontraba un desgastado saco de boxeo el cual estaba siendo en estos momentos apaleado por un joven. El moreno, vestido es unos pantalones de chandal y una camisa blanca sin mangas que dejaba a la vista sus tonificados brazos, estaba totalmente empapado en transpiración y daba pequeños saltitos constantemente cambiando de pie. Jadeaba.


"Punch" Puñetazo. La organización de los hombres de negro sige suelta.


"Ploff" Patada. Soy un fracaso.


"Punch, punch" Puñetazo. Puñetazo. Los estoy poniendo en peligro.


"Punch" Shinichi dió un último puñetazo con toda la fuerza que le quedaba. La estoy perdiendo.


Shinichi retrocedió tambaleándose algunos pasos respirando a horcajadas con las manos en la cintura.

"¡Que agresivos estamos hoy!" dijo avanzando hacia él.

Shinichi le dirijió una sola mirada antes de volver a mirar al frente "Heiji, ¿Qué haces aquí?"

Heiji levantó las manos burlándose "Tranquilo tío, que vengo en son de paz."

Shinichi dió un gran suspiro al calmarse su encolerizada respiración y se dirigió a una banqueta, cerca de la máquina de pesas, donde había dejado anteriormente una toalla. "¿Cómo me has encontrado?"

Heiji sonrió con petulancia "Soy detective."

Shinichi bufó.

Heiji apoyó una mano en el marco de la puerta inclinándose mientras observaba a Shinichi "¿Sabes qué te estás volviendo muy uraño? He inundado tu contestador a mensajes, el profesor Agase me llamó contándomelo todo y diciendo que está muy preocupado por tí. Asi que, en vistas de que no me respondías, decidí pasarme."

Shinichi dejó de secarse el sudor de la frente con la toalla y la dejó colgando del cuello sobre sus hombros. Atravesó el marco de la puerta haciendo que Heiji se apartara para dejarle pasar y se dirijió hacia el vestuario, Heiji sigiendo detrás.

"De nada. No te preocupes, para eso están los amigos." Dijo Heiji con sarcasmo después de ver que Shinichi no pensaba decir nada.

Shinichi se paró en seco y se dió la vuelta para hablarle de frente "Mira, Heiji, no es que no te lo agradezca. Pero te podías haber quedado en Osaka, porque yo estoy perfectamente. No necesito ayuda, de veras. Estoy harto de que todos me pregunten si estoy bien a todas horas, y que eviten nombrar a Ran cuando estoy delante para no recordármela." Apartó la vista "Además, no me apetece hablar del tema."

Shinichi se dió la vuelta e intentó remprender el camino al vestuario, pero Heiji le cogió del hombro y le obligó a darse la vuelta otra vez bruscamente "¿Pues sabes lo que me apetece a mí ahora mismo?: Darte una patada en el culo. ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Tienes a todo el mundo preocupadísimo!"

"¿Crees que no lo se?" dijo exasperado "¿Crees que no me doy cuenta de que todos pasan a mi lado de puntillas como si fuera una maldita bomba de relojería andante?"

Heiji sonrió de alguna forma complacido por haber consegido que expresara por primera vez en dos semanas algo de lo que pensaba, aunque fuera enfado. "¿Cómo han sido estas dos semanas?"

"Un infierno."

Sonrió compasivamente "¿Tan malo?"

"Peor" suspiró "La espero todos los días al ir y salir del instituto y el entrenamiento, camino dos pasos por detrás a su lado, no me habla, no me saluda, no me mira. ¿Sabes lo que he consegido en dos semanas? Nada. Cero. Nothing."

"Lo siento." pausa "¿Lo sabe todo?"

"No se de que me hablas."

"Buen intento."

Shinichi rió amargamente "¿Estás de coña? Cree que Conan se fue con sus padres, tampoco sabe nada de la organización y así es como quiero que siga. Es lo mejor."

"Sabes que tiene derecho a saber toda la verdad."

"No, si eso pone en peligro su seguridad."

"Sabes que no es tonta." dió un suspiro "¿Sabes lo que está pasando verdad? Sabe que le ocultas cosas. Intuye la verdad. No te perdonará hasta que no se la digas."

"Lo se."

"'¿Lo se?'"

"No puedo." Shinichi apartó la mirada. Ya sabía todo lo que le estaba diciendo Heiji. No por nada, había conocido a Ran desde la más tierna infancia. Él mejor que nadie, lo sabía. Y más que nadie anhelaba decirsela. Pero también sabía que nunca podría perdonarse el ponerla en peligro de una forma tan irresponsable. No si estaba en sus manos el evitarlo. Ella era mucho más importante que él, que una posible relación entre ellos o incluso que su amistad. No iba a arriesgar su seguridad. Por nada. "Es demasiado peligroso."

"Ella ya es mayorcita. Creo que deberías decirselo."

"¿Se lo contarías tu a Kazuha en mi lugar?" Heiji no respondió "Me lo imaginaba."

"Pero si no se lo dices, ella no te perdonará."

"Y yo no puedo decirselo."

Por unos instantes se mantuvieron la mirada "Entonces, me temo," dijo Heiji cruzándose de brazos "Que estamos ante un callejón sin salida."

Después de unos momentos, Shinichi se dió la vuelta y se dirigió a los vestuarios. Esta vez Heiji no le intentó parar. Entró a la ducha y abrió el grifo del agua fria. El agua le comenzó a empapar. Él cerró los ojos con fuerza y apoyó una mano y la frente en la pared de baldosas sintiendo como la desesperación, contra la que había estado luchando las últimas dos semanas, se apoderaba de él tomando el control. Había estado tan seguro de que todo se arreglaría... pero todo se había vuelto demasiado complicado. "Menuda mierda." masculló bajo su respiración.



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Dos semanas antes...
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Aquí estaba.

Y aunque había estado esperando con una paciencia infinita el día que por fin lo tuviera delante suya, ahora que lo tenía no sabía que hacer. Sintió como se le secaba la garganta y en un instante un millón de emociones contradictorias tiraban de ella en distintas direcciones quería gritarle y abrazarle, reir y llorar, le amaba con todo su ser y le odiaba en el fondo de su alma, por lo que le había hecho y se sentía más viva que nunca y quería morir allí mismo para no volver a sufrir por su ausencia.

Era terriblemente consciente de que seguía completamente callada e inmovil.

Estaba Paralizada. Su mente le decía a gritos que reaccionara pero su cuerpo no se movía. ¿Tan débil era? Después de haber pasado toda su vida junto a él todavía la asustaba y la maravillaba al mismo tiempo el poder que ejercía sobre ella. Saber que harías cualquier cosa por alguien, que le entregarías todo tu tiempo y todo tu dinero y hasta tu propia vida alegremente si él se lo pidiera.

Asusta.

Pero no puedes parar de sentirlo.

Después de lo que le pareció una eternidad despertó de su sopor, la realidad pegándola fuerte como un vaso de agua fria."Shinichi," su voz a penas un susurro "¿Qué haces aquí?". Buena pregunta. Después de todo, no ocurre todos los días que el famoso detective Shinichi Kudo, tu amigo de la infancia y el que resulta ser el hombre al que has amado en secreto durante casi toda tu vida vuelva después de dos años de ausencia sin previo aviso y haberse despedido para siempre de tí reaparezca en tu vida. Por lo menos no en su vida, muchas gracias.

Tragó el nudo de su garganta cuando se tropezó con su mirada. Mierda. Era tan injusto. ¿Por qué la miraba de esa manera?. De un plumazo había acabado con todas sus defensas. La miraba como si quisiera comunicarse sin palabras, como si nisiquiera las necesitara. No con ella.

Sus ojos se empañaron de lágrimas. Pero aunque tenía unas ganas terribles de llorar como una niña pequeña y dejar que él le consolara entre sus brazos mientras le susurraba bonitas palabras al oído, no se movió ni un milímetro ni el menor sonido escapó de su garganta. Ran le aguantó estóicamente la mirada a Shinichi con los ojos llenos de lágrimas pero sin permitir que estas salieran. Su barbilla alta con orgullo y una mirada teñida de desafío y dolor. Las barreras de orgullo y rencor que había ido construyendo a lo largo de los dos útimos años aguantando heroicamemente ante una lucha que ya sabían iban a perder.

Era una bomba de relojería. Y estallaría en cualquier momento con un gran ¡Boom!.

"He venido para buscar a la persona que más quiero en el mundo." Arrastró las palabras una a una. "Ran, he venido a buscarte."

Ella sintió todo su cuerpo temblar incontrolablemente, y sus lágrimas caer por sus carrillos sin poder contenerlas por más tiempo. Pero ella se las apartó con la manga de su jersey con un rápido movimiento. Cuando levantó la mirada de nuevo su expresión era de cuidadosa neutralidad. "¿Si? pues creo que te has equivocado de persona, si yo te importara en lo más mínimo no me habrías hecho pasar por lo que me hiciste pasar."

Shinichi cerró los ojos y aspiró hondo. "Escucha Ran, se que ha tenido que ser horrible..."

Algo hizo 'click' en su interior.

"¿Ah si?¿lo sabes?" le cortó Ran "Pues ¿sabes que? ¡Yo creo que por una maldita vez en tu vida no tienes ni la más mínima idea de lo que estás hablando!" lágrimas de rabia volvieron a deslizarse por sus mejillas pero esta vez no se molestó en apartarlas. "¿Horrible dices? Horrible ni siquiera se acerca a lo que sentía. Cada vez que veía a un hombre moreno le tenía que perseguir por la calle y parar para ver si eras tú. ¿y sabes qué? No eras tú. Nunca." De repente Ran más que enfadada parecía cansada, terriblemente cansada y herida. "No podía ir a ningún sitio sin oir tu voz entre la multitud, o tus pasos en la escalera. No podía hechar un vistazo sin pensar que veía tus ojos pero cuando volvía a mirar ya no estaban." su voz se quebró "Pensé que me estaba volviendo loca."

Hubo una pausa. Shinichi sintió los ojos de Ran sobre él reprochandole y pensó miserablemente que no había forma de que se sintiera más culpable.

Ran rompió la mirada y se llevó una mano a los ojos con una risa ahogada "Dios, incluso llegé a pensar que eras Conan."

Vale, se había equivocado. Podía sentirse mucho peor. Era el momento. Tenía que decirlo ahora. Pero la voz de su subconsciente le paró Ella te odiará. Ya lo hace pensó amargamente. Puede, concedió su subsconciente Pero si se lo dices ahora, la perderas para siempre. Shinichi no respondió. Sabía que probablemente fuera así. Se le hizo un nudo en el estómago de sólo pensarlo. Tenía que hacerlo.

Abrió la boca para decirlo, pero las palabras se quedaron a medio camino. "Yo..." se quedó mirándola fijamente. Por primera vez después de dos años ella le estaba mirándo a él. A Shinichi. La sensación era indescriptible, y pensó que ni aún teniendo cientos de años y todos los diccionarios del mundo podría explicar algo remotamente parecido a lo que sentía en aquel momento. Perderlo, no era una opción.

"Yo soy..." La perderás. "soy..." Ran le miraba con curiosidad.

"Soy un estúpido." terminó penosamente. Ran le observó curiosa por unos momentos. Si había esperado oir algo, desde luego no era eso, él tampoco. Hubo un terrible silencio en el que Ran lo escrutó con la mirada. Shinichi aguantó la respiración por unos instantes. Estaba casi seguro de que ella podría ver lo que escondía y en cualquier momento ella diría "Mentiroso, tú eres Conan." y que lo que vería en sus ojos sería odio.

"Si, lo eres." pronunció al fin.

"No sólo eso," prosigió de alguna manera aliviado de que no hubiera podido ver a través de él. Y recurriendo a la única técnica que conocía que podía consegir su perdón: la humillación. "Sino un cerdo insensible que no a pensado en tus sentimientos. He sido un egoista todo este tiempo dejando que te preocuparas por mí, cuando no lo merecía. He estado ciego. Ni siquiera debería de tener la cara de venir aquí y presentarme ante tí. Soy totalmente imbecil, soy subnormal, soy..." Shinichi paró un momento "Puedes interrumpirme cuando quieras."

"Sigue, lo estás haciendo bien." su cara impasible y sus brazos cruzados delante de ella.

Shinichi suspiró y pasó una mano por su pelo, revolviéndolo. "Escucha Ran, lo que quiero decir, es que de alguna manera, auqnue parezca totalmente egoísta por mi parte, siempre di por descontado que te tendría cerca. Que siempre te tendría a mi lado, no importa lo que ocurriera. No te valoré lo suficiente. Se cuanto has tenido que sufrir por mi culpa ,y creeme, no sabes cuanto me odio por ello. Cuanto desearía poder volver atrás en el tiempo y hacer las cosas de otra forma. Cambiar lo que pasó. Decir..." su voz desapareció en un débil susurro Decir lo que nunca te dije... "Pero no puedo. Lo único que puedo hacer ahora es pedirte perdón y respetar tu decisión."

Ran le miró incrédula, como si hubiera acabado de perder la cabeza. "¡¡Maldita sea, Shinichi!! ¡¿Esperas que te perdone?! No puedes aparecer sin más, decir 'sorpresa' y esperar que todo siga como siempre ¡No tienes derecho!¡Las cosas no funcionan así!" Ran paró en seco, había dicho las últimas palabras a gritos y ahora respiraba a grandes bocanadas "Maldita sea." Murmuró bajo su respiración, con una mano frotándose la frente.

"No espero que me perdones." Ran levantó la mirada hacia él no comprendiendo que quería decir "No lo merezco, sólo... sólo quería que supieras que lo siento." Nada más las palabras salieron de su boca se dió cuanta de lo estúpidas que le sonaban incluso a él. Sin embargo en lo ojos de Ran esas palabras resonaron y una chispa se encendió en ellos.

Hubo un silencio prolongado en el cúal ambos se mantuvieron la mirada, hablando sin palabras. Y Shinichi, al que la espera se le estaba haciendo insoportable, estaba seguro de que en cualquier momento Ran se daría media vuelta, se alejaría y nunca más la volvería a tener en su vida. Podía sentir la posibilidad terriblemente cerca, suspirando en su cuello como un mostruo agazapado en la oscuridad esperando la oportunidad para saltar y atacarle. Pero el no lo permitiría, cuando ella se diera media vuelta él la agarraría y no la dejaría marchar, le suplicaría que se quedara, lloraría, le prometería culquier cosa. Finalmente Ran rompió el contacto visual y con un gran suspiro se restregó el puente de la nariz con su dedo índice y pulgar, esto iba a derivar de un momento a otro en una bonita jaqueca.

"Esta bien." Ran miró a Shinichi con resolución y en ese momento estuvo seguro de que, fuera lo que fuese lo que iba a decir a continuación, sería su última decisión. "Escucha Shinichi, y escuchame bien porque es muy importante que entiendas completamente el significado de lo te que voy a decir. ¿De acuerdo?" Ran habló como en ocasiones había hablado a Conan: como a un niño de seis años. Él tragó el nudo que se le había formado en la garganta y asintió incapaz de hacer otra cosa. " Bien." continuó "Quiero que entiendas que no te he perdonado, no de corazón. Han pasado demasiadas cosas y no puedo perdonarte. Es más no sé ni siqiera si quiero hacerlo. Aún... no estoy preparada, pero tampoco quiero engañarte: no estoy segura de que algún día lo esté."

"Entonces... ¿Estás diciendo que con el suficiente tiempo?" empezó a recapitular para cerciorarse de que no había entendido mal "¿y si me arrastro lo suficiente para que te des cuenta de la sinceridad de mi arrepentimiento?" una sonrisa se empezó a formar en sus labios "¿Tengo una pequeña posibilidad de ser perdonado?"

Ran no pudo reprimir una pequeña risa "Más o menos."

"Estupendo" Shinichi sonrió triunfante.

"Pero," la mueca de Ran volvía a ser seria "No te engañes Shinichi. Puede que nunca llege a estar preparada."

"Nunca," la sonrisa de Shinichi permaneció sin flaquear "es mucho tiempo."


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Agencia Mouri. De vuelta al presente...
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"¿Cuánto tiempo va a durar esto?" Kazuha arrugó la nariz, como hacía siempre que perdía la paciencia.

Ran se levantó tranquilamente de la mesa en la que había estado tomando café con Sonoko y se dirigió a la cocina. Cogió una taza de la lacena y se dió media vuelta para ver a Kazuha a través del marco de la puerta "¿Café o té?" preguntó.

"Café." dijo Kazuha acomodándose al lado de Sonoko que estaba en frente de Ran.

Ran volvió a aparecer a los pocos momentos llevando una taza de café caliente con una cucharilla de postre. Lo depositó en frente de Kazuha sin una palabra y volvió a sentarse en frente de sus dos amigas. Kazuha tomó la cucharilla y removió el café un par de veces. Se acercó el borde de la taza a los labios y sopló la superficie para no quemarse antes de dar un pequeño sorbo.

"Buen café." declaró dejando finalmente la taza sobre la mesa.

"Gracias," Ran tomó su propia taza con ambas manos y se quedó mirándolo pensativa. "¿Debo suponer que estás aquí por lo mismo por lo que ninguno de mis conocidos me a dejado en paz en las últimas dos semanas?"

"Supones bien"

"¿Te envia Heiji?"

"Heiji no sabe que estoy aquí" dijo Kazuha un poco ofendida.

Ran soltó una profunda respiración y pareció relajarse un poco "Lo siento," sonrió tenuemente a su amiga "ultimamente he estado bajo mucho estres... ¿Qué tal el viaje?"

Kazuha se encongió de hombros "Bien" entonces miró con preocupación a su amiga "Ran, ¿Cómo estás tú?"

"Bien" repitió ella. Hubo un silencio en el que nadie dijo nada Sonoko y Kazuha esperando la verdad "De acuerdo, me encuentro horrible ¿vale?" admitió finalmente abatida. Volvió a mirar detenidamente el café y su tono de voz bajó "No dejo de pensar que todo esto es mi culpa."

"¿Qué?" dijo Kazuha con impetuo aporreando la mesa con el puño "¡Si alguien tiene la culpa aquí es ese...ese...ese Colombo de pacotilla!"

"¡Asi se habla!" coreó Sonoko animada por Kazuha.

Ran rió genuinamente por primera vez en mucho tiempo "Estais locas"

Poco a poco las risas de las tres murieron y Ran sintiendose más ligera de lo que se había sentido en mucho tiempo habló "Me siento como si fuera el villano de una película de acción."

"¿Cómo?" Parpadeó Kazuha sin comprender lo que quería decir Ran.

"Lo que ocurre," intervino Sonoko "Es que él ha dejado el perdón en sus manos y está dispuesto a acatar su decisión. Sea cual sea."

"¿Y cuál es el problema?"

"Ese, es precisamente el problema" dijo Sonoko con vehemencia "Y lo que peor lleva. No puede perdonarle después de lo que ha hecho, no de verdad. Y sinceramente, no la culpo. Si Makoto me hubiera hecho lo mismo pediría una orden que le obligara a mantenerse a una distancia de 200 metros mínimo."

Kazuha asintió lentamente "Entiendo"

"Por otra parte," prosigió Sonoko "él ha estado las últimas dos semanas acompañándola en el trayecto de ida y vuelta al instituto y al entrenamiento. Y está atento a cualquier señal de Ran mientras que la colma de atenciones. Incrementando aún más su sensación de culpabilidad." apartó la mirada de las chicas y cogió una galleta del plato en el centro de la mesa, dándola mordiscos distraídamente. "Puede que después de todo, merezca una segunda oportunidad."

"¡Sonoko!" exclamó Ran sorprendida y contrariada "¿Desde cuándo eres simpatizante de Shinichi?"

"No lo soy." aclaró Sonoko negando levemente con la cabeza "Pero viendo por lo que estás pasando..."

"Estoy de acuerdo." congenió Kazuha "Aunque hayan pasado muchas cosas, tú has estado sufriendo mucho por su ausencia y ahora que por fin a vuelto ¿vas a tirar todo lo que hay entre vosotros por la alcantarilla sólo por que no quieres ser la primera en giñar un ojo?¿Sólo por orgullo?"

"No es tan simple" dijo Ran bajando la vista de nuevo a su café para pasar su dedo corazón por el borde de la taza describiendo círculos. "Me sigue ocultando la razón por la que se fue en primer lugar. La razón que le retenía donde quiera que estuviese, por la que a vuelto. La razón por la que se despidió de mi..." Su voz terminó en un susurro "Yo..." su voz se quebró pero aspiró aire y volvió a hablar "Yo me sentí tan abandonada... y cuando volvió de repente me sentí traicionada, ¿Por qué me hacía esto?. Y ahora..." Ran levantó la vista del café con los ojos inundados de lágrimas "Oh Dios, como le hecho de menos." rompió a llorar.

"Oh cielo," dijo Kazuha levantándose de su silla en un movimiento rápido y dirigiendose hacia Ran para abrazarla "Cielo no llores" Kazuha acarició la cabeza de Ran mientras los sollozos de Ran se apagaban. Finalmente Ran se calmó un poco y se separó débilmente del abrazo Kazuha cogió su cabeza entre sus manos y le limpió las lágrimas con los pulgares "No lo merecen" Ran asistió debilmente "Los hombres son un puñado de cerdos." Ran sonrió debilménte a esto.

"Amén hermana" sonrió Sonoko.






Notas de la Autora:
¿Qué os a parecido el capítulo?¿aburrido? la verdad es que no ha pasado mucho de nada. Pero en este capítulo han aparecido cosas que necesitaban ser dichas, además que quería escribir hace bastante tiempo la escena de Shinichi golpeando el saco de boxeo sale tan mono... (vicky suspira). Bien ahora viene mi súplica: Por favor dejame un review con tu opinión sobre la historia, el capítulo, o simplemente para saludar o decir que sigues la historia, es de vital importancia para mi. Recuerda: tu review puede ser el que salve la historia.

Fuentes de inspiración:

-Brand New Day, por Forty Foot Echo.- Una balada preciosa, es de mis favoritas.

-Bachelorette, por Bjork.- Una de las pocas canciones con más elegancia y fuerza que conozco. Me gusta especialmente los solos de violin y el último estribillo en el que hace voces libres.

-White Flag, por Dido.- Canción preciosa cuya letra si te fijas congenia bastante con el argumento del capítulo.

-Falls on me, por Fuel.- en fin ¿qué puedo decir? tengo devilidad por este tipo de canciones.

-Brand New Day, por Forty Foot Echo.- Una balada preciosa, es de mis favoritas.

-Someday, por Nickelback.- Mi favorita de este autor sólo comparable quizas a su 'Too bad'.

-Echo, por Trap.- Cuyas primeras lineas están al principio del capítulo.


Sólo algunas recomendaciones personales, si has escuchado alguna de las canciones y te ha gustado dilo y segiré poniendo en el siguiente capítulo.


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