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Chapter 3: Amistad

El mundo del Espectáculo”
Capitulo: “Amistad”
Disclaimer: 3 capítulos y sigue sin pertenecerme Inuyasha!!!!
AH!!!! Que capitulo tan difícil!!!!!! Pero espero lo disfruten!!!

“¡Vamos Inuyasha, ya levántate!” Dijo Miroku mientras abría las cortinas del cuarto para auxiliarse de la luz del sol en su tarea de despertar a Inuyasha.
Los rayos del sol iluminaron inmediatamente toda el cuarto y molestaron los ojos de Inuyasha, que instintivamente se cubrió la cabeza para evitarlos.
“¿Que quieres? ” gritó enfadado Inuyasha.
“Sabes que es lo que quiera, anda. No es temprano” replicó Miroku.
“¡¡Apenas y pude dormir!! ¡Que quieres!” gritó molesto levantándose y se dirigió al baño.
Miroku simplemente giró su cabeza desesperado por la situación, era obvio que para Inuyasha era muy difícil continuar con esa farsa. Lo único que le impedía desistir era su sentido de responsabilidad y amor por su carrera. Pero Miroku temía que esto hiciera mas daño del debido, mas daño del que Inuyasha pudiera soportar. Tomó el bote de píldoras tirado en el piso y trago saliva al sentirlo vacio, esta situación debería terminar pronto o la salud de Inuyasha podría empeorar.
Miroku se encontraba en el closet de Inuyasha tomando un cambio para ese día, escuchó a Inuyasha salir del baño y le aventó un pantalón y una camisa “Inuyasha te excediste de nuevo con las pastillas” le gritó desde el closet.
“Miroku ya te excediste con el tiempo del noviazgo ¿Cuando demonios se va terminar esto?” Respondió inmediatamente Inuyasha mirando con enojo a Miroku mientras regresaba al cuarto
“¿A que le temes? ¿Cual es tu problema? solo quedan 2 meses, aun no confirman”
“Un mes mas, y me tendrás internado en el hospital” Respondió Inuyasha aun molesto comenzando a cambiarse.
“Inuyasha… por favor no seas trágico” respondió Miroku, aunque en realidad temía que ese comentario podría ser mas verdad que exageración.
“Al menos consígueme trabajo, tengo un mes sin hacer nada, ¿O cual es tu trabajo?”
Miroku giró sus ojos desesperado por el comentario de Inuyasha pues había sido el mismo quien había optado por tomarse unas vacaciones “Inuyasha tú me pediste vacaciones”
“Claro que no, Tú quieres matarme, es por eso que me tienes descansando y conviviendo con esa mujer”
“¡Esa mujer! Cualquier hombre moriría por trabajar con Kagome y ve como te expresas, ¿Qué te sucede? Solías ser respetuoso con ella, será que comienzas a disfrutar su compañía…” Miroku expira perdiendo la paciencia “Inuyasha no hay nada de malo en aprender a confiar en las personas, probablemente puedas construir una amistad, no te cierres”
Inuyasha simplemente lo miró aun molesto y salió apresurado del cuarto azotando la puerta.

“Kagome lo siento, hoy debían salir” Dijo Sango mientras ayudaba a Kagome alistarse.
“No hay problema sango, creeré que acomodaste el resto de la semana para trabajar” contestó Kagome viendo su imagen en el espejo y haciendo unos cuantos retoques a su atuendo.
“Sí Kagome tienes tu agenda llena, tenemos varias sesiones fotográficas la próxima semana”
“Perfecto Sango, lo que sea que me mantenga ocupada” Dijo saliendo del cuarto.
“Pero Kagome debes decidirte por algún papel ¿que es lo que sucede?” Le preguntó Sango mientras acompañaba a Kagome mientras si dirigían a las escaleras.
“No sucede nada Sango, ya los leí, tengo varias dudas, debo releerlos”
“Releer, cuantas veces mas hasta que decidas algo”
“Hasta que esté segura Sango, ¿Cual es tu problema?”
“¡Tú! No logras definir que demonios quieres. Te lo he dicho ¿lo extrañas? ¿lo necesitas? Bien, ¡háblale! Estas dispuesta a seguir sin él ¡SIGUE SIN EL!” Se atrevió a decir Sango después de mucho tiempo de no tocar el tema, sabia que sería algo peligroso ya que Kagome evadía ese tema, como si no llegara siempre y preguntara si había alguna llamada perdida. Pero ya no soportaba la situación, era claro que Kagome aún sufría y tendría que empezar a afrontar sus miedos.
“Sango no tienes porque traerlo a colación, no viene al caso” Se molestó Kagome con el comentario, ya que era lo ultimo que quería tratar, la razón por la cual había pedido que la mantuviera ocupada trabando todos los días.
“¿No viene al caso? te conozco”
“No viene al caso Sango” Gritó por ultima vez. Kagome vio cómo Sango dirigió su mirada all recibidor y giró su cabeza encontrándose con Inuyasha parado ahí.

Kagome observaba los arboles pasar un poco nerviosa y apenada con Inuyasha, no sabia si decir algo o quedarse callada. Ni siquiera sabía que era lo que había escuchado. Algo que le molestaba es que alguien se enterara de sus problemas, más de el problema que la atormentaba en estas ultimas semanas
“¿Problemas?” Preguntó Inuyasha tratando de romper con la extraña atmosfera que había en el carro. Su energía de enojo y la energía de incomodidad de Kagome hacían mas difícil la situación, menos tolerable
“¡Sí, mil problemas! Tengo varios libretos por los cuales elegir es solo que…”
“¿Ex?” la interrumpió Inuyasha.
Kagome tragó saliva, la palabra EX no era algo que se había atrevido a mencionar, ni siquiera Sango “No quiero hablar de eso…”
“Disculpa” Respondió inmediatamente Inuyasha, apretó sus manos en el volante por que demonios hacer esa pregunta…demasiado personal pensó por haber hecho tal pregunta.
“¡No, no es eso!” Dijo inmediatamente, y un poco asustada al observar a Inuyasha endurecer sus facciones y ver la forma en que tomó el volante. Lo más seguro es que el hubiera malinterpretado su respuesta “También Sango lo menciona y Dios se que tiene razón, debo continuar, pero aun es difícil para mi, ni siquiera puedo… no debo tener tiempo para meditar o pensar, si despejo mi mente… soy patética lo se… pero aun no puedo hablar de el… Y lo peor del caso es que está afectando mi trabajo, llámalo costumbre, no sé, pero el siempre me asesoraba y opinaba profesionalmente… no lo sé, ahora me es un tanto difícil”
“No, no hay problema. Entiendo” lejos de calmarle la respuesta lo irritó mas el hecho de que ella le confesara algo tan personal de ella, él está donde está por el trabajo y nada más, un mes o dos meses más y no sabrá nada de ella por lo cual no hay por que hablar de cosas innecesarias. Lo ultimo que quería saber era como se sentía pero… que remedio el mismo se había metido en ese atolladero pensó.
“¿Haz pensando que serias, de no ser actor?” Preguntó Kagome curiosa y mirando de nuevo por la ventana después de unos minutos de silencio.
“…No” Respondió inmediatamente y sin titubear Inuyasha
Al escuchar la respuesta inmediata de Inuyasha una sonrisa se dibuja en su rostro
“¿Crees que encajarías?” le Preguntó curioso.
“No lo sé… No me arrepiento, luché para estar donde estoy, es solo que… algunas veces es difícil, algún día quisiera poder…”
“¿Que té lo impide?” interrumpió rápidamente.
Kagome sonrió nuevamente y respondió “Amo mi carrera, me encanta la mujer que me he convertido… solo lamento haber sacrificado mi relación…”
Inuyasha sintió puñalada en el corazón con ese comentario, no dijo una sola palabra simplemente las palabras rebotaba en su mente y pronto sintió su vista un tanto turbada por el reflejo del sol.
Kagome se asustó al ver su expresión y su reacción. Se preocupó mucho en el momento que el Inuyasha se detuvo y orilló el auto. Él se inclinó hacia el volante y con una mano masajeo su frente, el dolor apenas comenzaba del lado izquierdo de su cabeza, el sol ya comenzaba a lastimarle sus ojos y no había nada que se pudiera hacer.
“Podrías sacar un bote anaranjado del compartimente y dármelo” dijo Inuyasha aun masajeando su frente y sin mirar a Kagome.
Kagome desconcertada abrió el compartimento y buscó rápidamente el bote que le había indicado, después de menear unos papeles lo encontró. Al tomarlo tragó saliva nerviosa al sentir el bote de píldoras vacío. “Está…vacio” dijo nerviosa y asustada a Inuyasha.
Él inmediatamente percibió el temor y nerviosismo en su voz. Simplemente la miró con una sonrisa “Mil disculpas, pero creo que tendremos que regresar”
Ella sin saber que hacer asintió torpemente.
Inmediatamente Inuyasha comenzó a manejar, y se colocó unos lentes oscuros, el lado izquierdo de su cabeza punzaba cada vez más y más. Se sintió muy estúpido al reaccionar y perder el control de esa manera, pero aquellas palabras simplemente no abandonaban su mente lamento haber sacrificado mi relación se repetían una y otra vez en su mente, enterrando aún mas una espinilla en su corazón. Ya ni siquiera sabia cual dolor era peor, las punzadas de su cabeza, o esta astilla que se clavaba mas profundo en su corazón.
“¿Todo bien?” Preguntó Kagome muy preocupada sacándolo de su trance.
“No es nada, solo una migraña…” respondió fríamente sin mirarla “¿Puedes tomar mi teléfono y explicarle a Miroku que vamos para allá?” dijo Inuyasha mas como orden que como pregunta, su voz sonando cada vez más ronca.
Kagome de nuevo como una tonta asintió. Tomó el teléfono de Inuyasha y marcó rápidamente a Miroku explicándole la situación.
En unos cuantos minutos llegaron a casa de Inuyasha, el bajó rápidamente del carro. Miroku ya estaba esperándolos en la puerta, rápidamente se acercó a Inuyasha con un bote de píldoras en mano, Inuyasha solo tomó el bote y se marchó sin decir una sola palabra.
Kagome solo lo observó se sentía muy preocupada, no entendía lo que le sucedía. En todo el tiempo que convivió con Inuyasha nunca lo había visto actuar de ese modo con nadie, recordó una y otra vez lo que hablaron, preguntándose si ella había hecho algo mal. El ni siquiera la miró un instante, no se disculpo por retirarse o dijo Adiós. Sintió una lagrima correr su rostro pero rápidamente se la limpió.
Miroku se acercó a Kagome que había permanecido fuera del carro todo el tiempo y le dijo “Sango viene en camino, en cuanto me hablaste la contacté” ella simplemente asintió y bajo su mirada. Miroku la observó con atención “No tiene que ver contigo, el sufre de estas horribles migrañas y a veces no puede controlar cuando suceden, es solo que el detesta que la gente lo vea así y bueno hoy tuviste que presenciarlo” dijo Miroku tratando de confortar a la joven.

“¿Que le pasó a Inuyasha?” Preguntó Sango a Kagome mientras se dirigían a casa.
“Estábamos hablando bien y de pronto…No sé Sango…me asusté, nunca lo había visto reaccionar así. Miroku menciono algo de unas terribles migrañas. Espero no ser la culpable”
“Probablemente debió sentirse muy mal Kagome, he visto que es una persona usualmente amable y educada. Debió sentirse pésimo, dicen que esos dolores son terribles”
“Yo supongo Sango, por que en cuanto detuvo el carro, se colocó unas gafas oscuras. Parecía que la luz lastimaba sus ojos, no lo sé.”

Miroku abrió lo mas silencioso que pudo la puerta del cuarto de Inuyasha, cerró sus ojos tratando de acostumbrarlos a la oscuridad. Caminó silencioso para verificar el estado de Inuyasha.
Inuyasha se encontraba recostado en la cama con su brazo derecho doblado sobre su cara, cubriendo sus ojos.
“Dijo que lamentaba haber sacrificado su relación por beneficio de su carrera” dijo Inuyasha casi en un susurro.
“¿Te sientes mejor?” Preguntó preocupado Miroku
Inuyasha despejó su rostro y asintió.
“Estaba muy asustada y preocupada por ti” dijo Miroku sentándose en un costado de la cama
“Lo sé, me puso peor el saber que ella estaba ahí, hubieras visto su expresión sentí que me estaba transformando en un monstruo frente a ella”
“Inuyasha, deberías decir que te podía ver como realmente eres” Dijo bromeando Miroku
“Miroku…” replicó molesto Inuyasha.
“No te preocupes…bueno… le dije algo relacionado a tus dolores de cabeza”
Inuyasha se sentó molesto al escuchar las palabras de Miroku
“Oye, tranquilo. Pero si hubieras visto sus ojos llenos de lagrimas ¿No hubieras hecho lo mismo?” Dijo Miroku recordando el rostro de Kagome.
Inuyasha Inclinó su cabeza , llevó su mano a su frente “¿Quién es?”
“Ciertamente no es la causante de tus dolores Inuyasha”
“¿Crees que se sienta arrepentida de haber sacrificado nuestra relación?” preguntó Inuyasha mas a si mismo que esperando respuesta.
“Inuyasha déjame repetirte KAGOME NO ES LA CAUSANTE DE TUS DOLORES DE CABEZA, y sabes la opinión que tengo de la `Innombrable' así que dejemos esa conversación por la paz. Antes de que terminemos peleando”

“Sango, ¿Lograste comunicarte con Miroku?” Preguntó Kagome a Sango mientras desayunaban juntas en casa.
“Si Kagome, en la mañana dijo que Inuyasha seguía dormido, pero estaba en mejores condiciones” contestó sin emociones Sango.
“Me da gusto” Kagome suspiro y sintió aligerarse un peso sobre sus hombros.
“Kagome, se que nunca me escuchas, pero ayer… hacia mucho tiempo no te veía así, Inuyasha ni siquiera se molesto por decir adiós, o por mencionarte su problema, se que antes no hice ningún comentario de él pero ahora te puedo decir que la única brindando una amistad eres tú” dijo Sango en tono molesto, se sentía enojada con Inuyasha por su comportamiento. Kagome tan preocupada por alguien que no le importaba ni un poco sus sentimientos.
“Mamá, probablemente estés en lo cierto, ¿Pero que le vamos hacer? ” dijo Kagome sonriendo a Sango y encogiendo sus hombros.

Kagome se encontraba sentada en el suelo de su sala, con su espalda recargada en el sillón. En la mesa de centro se encontraban encimados cinco libretos, totalmente desordenados. Había estado leyendo libretos una y otra vez, pues Sango le había puesto de ultimátum ese día para elegir uno, pues debían dar respuesta a alguno, pero Kagome no lograba decidirse por ninguno.
“Kagome” la interrumpió Sango.
“No Sango, dame 1 hora mas, Por favor” le respondió sin dejar de leer el libreto.
“Kagome, tienes visita” dijo Sango sonriendo por la reacción defensiva de Kagome.
Kagome levantó su mirada y encontró a Inuyasha a un costado de Sango, no se veía tan bien como siempre, esta vez traía su cabello recogido, debajo de sus ojos tenia dibujas unas profundas y oscuras ojeras y su tez se veía mas pálida de lo común. Inmediatamente se puso de pie ignorando el libreto que cayo de sus piernas y se acercó a él.
“Con su permiso” dijo Sango a ambos y se marchó de la sala sin decir nada.
“Vengo a pedirte una disculpa por lo de ayer..” dijo Inuyasha apenado
Kagome lo miró incrédula pedirte una disculpa pensó Kagome frunciendo el ceño
Continuó Inuyasha “Sé que me porte muy grosero, no fue mi intención…”
“…¿Grosero? ¿De qué hablas?” Kagome lo interrumpió incrédula
“De ayer ¿recuerdas… Dolor de cabeza… Ni siquiera dije adiós?” Le preguntó Inuyasha muy confundido por su reacción.
“Dios, me tenias muy preocupada ¿Estas bien?” dijo Kagome ignorando completamente la pregunta de Inuyasha y acercándose a el, examinándolo.
“Estoy bien, mejor Gracias” respondió un poco cortante sintiéndose aun mas avergonzado que cuando había llegado.
“Te ves pálido…” volvió a insistir Kagome mientras observaba su rostro demacrado.
“Si, no luzco muy bien, pero créeme me siento mucho mejor… Muchas Gracias por tu preocupación” dijo mirando hacia un lado, evitando la mirada de Kagome, se sentía mas incomodo con cada mirada y pregunta de Kagome.
“¡Perdón, perdón! No es mi intención, si me preocupé mucho pero… Me alegra que estés bien” dijo Kagome retirándose y dejando de estudiar a Inuyasha, ya que notó su voz tensa y su postura. “Siéntate, disculpa el desastre pero… me dieron un ultimátum…”
“Ya veo” dijo Inuyasha observando unos cuantos libretos regados por la mesa y algunos tirados en el piso. Hizo caso del ofrecimiento de Kagome y tomó asiento en un sillón.
Kagome volvió a su lugar en el piso, sin saber que decir. Era un poco incomoda la situación, en la mañana se había sentido aliviada al saber que Inuyasha había mejorado y le daba mucho gusto que el se hubiera tomado la molestia de visitarla para ofrecerle una disculpa.
“Inuyasha, no tienes por que disculparte… me asusté porque no sabia que sucedía y está bien”
“Sufro de migrañas desde joven… en particular desde que falleció mi madre…” dijo Inuyasha y observando sus manos “Es algo que dijiste sin intención alguna que… toco una fibra algo sensible, pero no es tu culpa, es mi culpa por dejar problemas sin resolver. Regularmente sufro de estos dolores, pero de pronto demasiado estrés y puedo terminar en el hospital. Miroku me comentó lo preocupada que estabas y me sentí responsable, y te agradezco tu preocupación. La verdad es que me incomodé ya que nadie sabe de esto, solo Miroku. Desde joven construí una barrera hacia las personas, probablemente soy el hombre menos social del mundo”
Kagome sonrió al escuchar la sinceridad de Inuyasha, le sorprendió la confesión pero al mismo tiempo le causó alegría saber que Sango estaba equivocada, no era que él fuera hipócrita o interesado, solo era que siempre estuvo alejado de las personas. Probablemente haya sufrido más de lo que aparentaba pensó al escucharlo. Pero le daba mucho gusto que le tuviera confianza para abrirle su corazón y realmente le diera oportunidad de ser su amiga.
Inuyasha levantó su mirada incomodo esperando que Kagome lo viera como un bicho raro, sin embargo, le sorprendió y se sintió sobrecogido al ver a Kagome ofreciéndole un sincera sonrisa.
“Para eso estamos los amigos” le respondió Kagome mirándolo fijamente a sus incrédulos ojos.
Inuyasha se sintió extraño, sintió su corazón acelerarse. Se sonrojó con la cara de Kagome pues se veía adorable. Pero también le sorprendió que después de haber dicho unas palabras impronunciables para él, sincerarse con alguien después de tantos años no haber recibir una pregunta, un reproche. Solo un recibir una sincera sonrisa y una verdadera amistad.
Sin decir nada extendió su brazo tomando un libreto. Leyó el titulo del libro y sonrió. “¿Ocupas ayuda?” preguntó arqueando su ceja.
Ella se sorprendió con la pregunta de Inuyasha y observó el libreto que tenía él en sus manos. Sonrió sin necesitar mas respuestas, entendiendo que ese día había ganado un amigo.
Fin de Amistad

Espero les haya gustado!!! ¿les gustó?
Debo confesar que no fue un capitulo fácil para mi… espero no haber perdido el rumbo!!!