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Comunicaciones Resquebrajadas

Capítulo 1: Una nueva actitud

La muchacha se miro al espejo fijamente. ¿Había cambiado tanto? ¿Realmente había cambiado tanto?

Sabia que si.

Pero al mismo tiempo sabia que era mentira.

Antes era alegre, animosa y llena de energía. Eso no había cambiado casi en nada.

Casi.

Misao Makimachi suspiro y se levanto, arreglando un poco su atuendo de oniwabanshu.

Odiaba usar su atuendo ninja en Kyoto, porque era su hogar y no tenia porque estar alerta, lista para entrar en acción. Pero lo usaba por una razón. Por una persona.

Aoshi Shinomori.

Después de todo... lo que ella hacia siempre era por él... ¿cierto? Cada pequeño detalle, cada pequeño gesto que él hacia la incitaba a intentar ser mas cómica, mas vivaz, mas.... mas algo. Ella decidió convertirse en lo necesario para hacerlo feliz.

Pero... con el tiempo... ella lo entendió.

Aoshi jamas sonreiría. O mejor dicho, ella jamas haría sonreír a Aoshi.

Cuando lo entendió.... se detuvo.

Dejo de sonreírle, de contarle sandeces, de hablarle cada vez que le llevaba el te, de arrastrarlo cada vez que Okina y los demás se reunían.

¿Para que hacerlo? No tenia caso. Simplemente no daba resultado y eso era mas que obvio.

Hace tres días fue cuando se dio cuenta, tras despertar de una horrible pesadilla. Una en donde Aoshi se iba nuevamente, pero esta vez a un lugar lejano... muy lejano. Mas al despertar se dio cuenta... que era la realidad. Siempre lo fue. Aoshi estaba mas allá de sus limites.

Y sus pensamientos de esa noche reveladora aun retumbaban en su mente.

"He soñado durante mucho tiempo... es hora de despertar"

***

Aoshi abrió lentamente lo ojos por sexta vez esa tarde, en menos de cuatro minutos. Algo no andaba bien. Podía sentirlo. Pero no podía identificar exactamente que estaba mal.

Así estuvo abriendo los ojos por media hora, cada minuto, sin poder concentrarse en su meditación.

"¿Que me pasa?" pensó sacudiendo la cabeza e intentando una vez mas sumergirse en su meditación.

Fue entonces que lo oyó, suaves pasos acercándose a donde el estaba. No necesito abrir los ojos para saber de quien se trataba.

Era Misao.

- Empezare ahora Aoshi-sama - murmuro Misao, sabiendo bien que el había escuchado cada uno de sus movimientos, si bien no había dado muestras de haberla notado.

Aoshi abrió los ojos y observo como Misao comenzaba la ceremonia de té, sin abrir sus ojos, haciéndolo mas por instinto que por otra cosa. Cada movimiento era suave y delicado, hecho con infinita gracia.

Pero... solo había una taza. Aoshi estrecho los ojos ligeramente al darse cuenta de ese pequeño detalle. No era la primera vez que ella lo dejaba tomando el té solo, sin acompañarlo como usualmente lo hacia. De hecho, desde hace seis días que lo dejo de acompañar en su 'descanso'. Hace seis días que había dejado de parlotear sobre todo y sobre nada. De arrimársele a cada oportunidad. Simplemente de estar cerca de él.

Y entonces... volvió a ocurrir. Apenas hubo terminado la ceremonia Misao arrimo la taza hacia Aoshi sin verlo a los ojos y murmuro suavemente:

- Su te esta listo Aoshi-sama.

El solo asintió, desganadamente y tomo su taza de te, mas ese sentimiento no lo abandonaba.

Algo no estaba bien. Misao no estaba bien.

***

Aoshi decidió, después de dos semanas, que era hora de averiguar lo que estaba pasando. Durante todo ese tiempo Misao se había estado alejando mas y mas de él, primero dejo de hablarle y contarle todo lo que le sucedía en el día, después a ni siquiera mirarlo a los ojos o al hacerlo dirigirle una mirada neutra, luego paso de dirigirse hacia él como 'Aoshi-sama' a decirle 'Shinomori-sama' y finalmente ahora era Omasu quien le llevaba el té. ¡¡Era el colmo!!

"No es que me moleste... pero debo de saber si esta bien. Es mi deber, prometí protegerla y velar por ella"

Mientras pensaba en esto se dirigía al Aoiya con pasos lentos y calmados. Cuando entro lo que vio lo dejo sorprendido.

- ¡Misao-chan! ¡Ten cuidado!

- ¡Ah, es que me pongo nerviosa Okon-chan!

- Eso es porque eres una tonta Misao-chan - exclamo Shiro entre risas.

A Misao le salió una vena en la frente y comenzó a perseguir a Shiro repitiendo una y otra vez "ahora veras quien es el tonto"

Aoshi tenia la boca ligeramente abierta debido a la sorpresa. ¡Misao, la pequeña Misao estaba de vuelta! ¡La cascarrabias que molestaba a todos y les daba un momento de alegría estaba de vuelta!

Pero en ese instante Misao se dio cuenta de su presencia. Y su seriedad fue casi absoluta.

- Ah, no debo perder mi tiempo contigo Shiro-kun, tengo que ir a dejar esto - sonrió casi imperceptible y abandono la cocina, pasando a un lado de Aoshi sin ni siquiera saludarlo.

Todos en el cuarto estaban desconcertados, pero pronto volvieron a sus quehaceres.

Por un momento estaba demasiado turbado para hacer o pensar en algo, pero después sintió una furia increíble. Pero eso tampoco duro mucho, pues paso a una gran tristeza.

Así es que a Misao no le pasaba nada. Era él. Siempre fue el.

¿Y que mas podía esperar? Después de todo Misao era una jovencita llena de vida, tal vez se había dado cuenta que si se quedaba cerca de él todo lo que conseguiría seria amargarse como él.

Aoshi no quiso saber mas y simplemente abandono la cocina.

Y unos ojos lo observaron retirarse con una infinita pena.

"Lo siento Aoshi... pero creo que tal vez llegas demasiado tarde"

***

- ¡Llegas tarde Misao-chan, ya pensaba que no venias!

- ¡Ah, perdón Fuuma-chan! - le sonrió alegremente Misao a su amigo.

Fuuma Henna era un joven de la edad de Misao, quien tenia el mismo carácter alegre que ella. Por ese motivo ambos se habían hecho amigos tan pronto. Hacia apenas una semana que se conocían y ya se hablaban como amigos de toda la vida. Sin duda era porque ambos eran demasiado extrovertidos....

"Pero gracias a que lo conocí he podido estar menos triste..." se admitió a si misma Misao.

- ¿Y que hacemos hoy? - pregunto Fuuma con los brazos tras su cabeza, caminando a un lado de Misao. - ¿Molestar a Kiri-kun?

- Nah, pobre, - comenzó Misao con un tono serio - comienza a darme lastima que siempre lo molestemos.

Ambos trataron de mantener la seriedad un tiempo mas, pero les fue imposible.

- ¡¡Si, como no!! - exclamaron a coro, seguido de lo cual se echaron a reír.

- No, pero ya en serio - se calmo un poco Fuuma - Que haremos hoy, no me quiero morir de aburrimiento.

- ¿Una carrera? - sugirió Misao - No hay nada mas que hacer. Aunque me fascina fastidiar a Kiri-kun, sus padres le venden comida al Aoiya a buen precio, no quiero que eso cambie.

- Hmm, buen punto. Además necesita un descanso. - apoyo él.

- ¡Pues decídete hombre, que no tengo todo el día!

- ¡Ok! Tendrá que ser una carrera. - se animo Fuuma. - ¿De aquí al templo?

Misao se aturdió un poco, pero recupero la compostura rápidamente. Por supuesto que, aunque le había comentado algunas cosas de Aoshi a Fuuma, el muchacho no tenia idea de que él meditaba en el templo.

- ¡Esta bien! Prepárate para que patee tu trasero Fuuma-chan.

Fuuma solo rió.

***

Aoshi había tenido tiempo para pensar las cosas claramente y decidió que si Misao actuaba de forma distinta con el, debía de hacer un motivo. Si bien, a su parecer era suficiente el saber que ella estaba harta de él, pensaba que también había otra razón.

Iba tan concentrado en sus propias cavilaciones que no vio venir a un joven que estaba a punto de chocar con él.

- ¡¡Hey, cuidado!! - trato de advertirle el joven.

Aoshi estuvo a punto de esquivar al chico, pero al ver la figura tras el se sorprendió demasiado como para pensar en nada mas. Los resultados fueron.... obvios.

- Itaiiii - murmuro el muchacho, sobándose la cabeza desde el piso.

La muchacha freno al ver la caída de su amigo.

- ¿Estas bien Fuuma-chan? - pregunto Misao, reprimiendo una risa.

- Hai Misao-chan, solo me sorprendí, es todo - le respondió Fuuma, levantándose rápidamente.

- Eso te pasa por tonto - le reprendió con burla ella.

- ¡¡¡Oiiiiiii!!! - chillo él - Deberías de atenderme con delicadeza por mi herida en la cabeza. ¿Que tal si quedo mas tonto de lo que ya estoy?

- ¡Ja! Quisiera ver si eso es posible.... - se burlo abiertamente con una gran sonrisa.

En ese momento ella se dio cuenta de la presencia de la persona con la que había chocado Fuuma. Y al ver su identidad su sonrisa se desvaneció.

- Ahh.... gomen Shinomori-sama, Fuuma-chan y yo no deseábamos molestarlo - se disculpo Misao, haciendo una profunda reverencia que extraño tanto a Fuuma como a Aoshi. Ciertamente mas a Aoshi. Misao siempre era respetuosa, pero jamás tan sumisa.

- ¿Shinomori-sama? - repitió extrañado Fuuma, tratando de hacer memoria - ¡Ah! ¡Ya me acorde! ¡¡Es el tipo que dices siempre esta callado!! - al darse cuenta de lo que dijo (y que lo había gritado a los cuatro vientos) Fuuma se sonrojo profundamente.

Misao se encogió de hombros, desinteresada.

- Un gusto verlo Shinomori-sama - se despidió de Aoshi - ¡Vamos Fuuma-chan, todavía tenemos que tener esa carrera de regreso!

- H-Hai. Adiós Shinomori-san - murmuro el chico.

Aoshi no había pronunciado ni una palabra desde que choco con el joven. Su mente estaba demasiado ocupada como para hablar...

Una razón, un motivo. Y el motivo aparentemente se llamaba Fuuma.......


Notas del autor:

No tengo la menor idea de porque empece a escribir esto, pero me llego una idea para una pequeña historia y decidi iniciarla.

Ideas, quejas, sigerencias, etc., a: arkady_littlegirl@hotmail.com

^^ JA-PO-NES ^^

Itaiiii.- Expresión de dolor. Algo como un "ouch"

Hai.- Si

Gomen.- Disculpe