Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Reuniones ( Chapter 10 )

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CAPITULO 10: REUNIONES.
 
Cuando Artemisa considero que había terminado su trabajo se separo de Hyoga y se dirigió entonces a Seiya, a quien aun mantenía pegado al muro.
-Tú no debiste entrometerte, yo no pretendía hacerle daño a tu amigo, pero a ti si puedo castigarte aun más - Aumento la intensidad de sus cosmos, resquebrajando la pared. Seiya resistía el fuerte cosmos con dificultad.
“Artemisa, déjalo… por favor.” - Pidió Shaina.
¿Por que lo pides? Te ha hecho daño y ¿Aun quieres que lo deje en paz?
“ ! No es por mí! -Respondió - El es… muy apreciado por Athenea, ella se enfadaría y…”
-Shaina… ¿Que estas haciendo? -Pregunto Marín desde el marco de la puerta.
“Marín esta aquí… a ella tampoco le gustaría ver que lo lastimaras, es su maestra”
-No te preocupes hija… - Le respondió Artemisa a Marín - Tu no debes temer, yo te cuidare.
Marín se quedo sin habla, incrédula ante lo sucedido. Porque frente a ella veía a Shaina, pero ese cosmos y esa voz no eran de ella.
“Artemisa…por favor”
“De acuerdo, Shaina lo soltare, esperare a que tu me busques
Seiya cayó al piso y Shaina recupero su conciencia, siguiendo un impulso le extendió su mano y le pregunto: ¿Estas bien?
El la vio con dureza y golpeo su mano rechazándola, Shaina se recrimino el haberle preguntado.
Shaina miro entonces a Marín - Deja que te explique… esto no lo que piensas.
Pero Milo llego en ese momento, también desesperado -¿Qué fue lo que sucedió Shaina? Seiya ¿Qué haces aquí?
El veía fijamente a Shaina mientras respondió: Vine a ver a Marín, pero…
-Shaina de Ophiuchus, Athenea te solicita ahora - dijo Shaka interrumpiéndolo.
Ella no se sorprendió, porque sabía que la llamarían tarde o temprano, pero Milo se interpuso el esperaba una respuesta -Espera, necesito preguntarle algo.
Canon replico - Luego lo harás Milo, esto es urgente.
-Estaré bien, no te preocupes luego hablamos - replico Shaina mientras salía del lugar.
Milo estaba mas desesperado aun, el estaba seguro que ese cosmos provino de la enfermería, cuando vio a Seiya en el piso y su silueta marcada en la pared supo lo que paso. Aun así pregunto: ¿Seiya estas bien?
-No me preguntes - replico y salio de la enfermería enfadado.
-Fue ella - susurro Marín - De ella salía ese cosmos.
-Marín…
Ella respondió: Tengo que irme.
Milo replico -Pero aun no estas del todo recuperada.
-Pero aquí no me siento mucho mejor, disculpa Milo, pero prefiero descansar en casa.
 
El resto de los caballeros de bronce llegaron entonces a la enfermería. Solo vieron como Shaina era escoltada por Shaka y Canon.
-¿Oye, que paso Seiya? - Pregunto Shiryu, al verlo salir pero el no le respondió completamente enfadado. Entonces decidieron entrar.
Milo limpiaba la habitación de Hyoga, el muro estaba resquebrajado y algunas cosas fuera de lugar, pero se asombraron de ver a Hyoga profundamente dormido.
-¿Esta el bien?- pregunto Shiryu.
-Hyoga si, salí un momento y cuando regrese ya estaba profundamente dormido. Shaina lo ayudo.
-¿Ella?, pero… ¿Cómo lo hizo? - Dijo Shun mientras veía fijamente a su amigo.
-Seiya sabe mejor lo que sucedió, estuvo aquí, aunque no creo que ahora este de ánimos para hablar - dijo Marín.
-¿Tú viste que paso? Perdona Marín, no pregunte como estabas.
-Estoy mejor, Shiryu, gracias. Pero en este momento no confió en mi vista y lo que te diga sonara ridículo.
-¿Porque dices eso? -La vio fijamente Ikki.
-Mejor me voy gracias por todo - Salio antes de que le siguieran preguntando.
-¿Oye Milo, la vas a dejar ir así?
-Ella es fuerte, no le pasara nada - Replico Milo y dejo la habitación - Al menos por ahora. Y será mejor que ustedes se retiren también. Hyoga no despertara sino hasta en varias horas, regresen en la tarde, les garantizo que ya estará bien.
Los caballeros de bronces se quedaron si saber que hacer, pero Milo mandaba ahí y obedecieron.
Una vez que salieron todos del lugar Milo se quedo observando con detenimiento el muro resquebrajado. Pensó en Shaina y su rostro mostró enojo. Lanzo el cuenco con el remedio herbolario a la pared.
-¡Maldita sea! ¡¿Por qué ella?!
 
Mientras tanto Seiya vagaba completamente enfadado. No tenia idea de cómo Shaina pudo cambiar su cosmos de tal manera en tan poco tiempo y el iba a averiguarlo. No iba a sorprenderlo otra vez de la misma forma, era cuestión de orgullo.
 
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En cuanto Shaina llego ante Athenea esta la vio fijamente antes de decir: Déjenos a solas caballeros.
-Pero…
Athenea no dejo continuar a Canon -Estaremos bien.
Los caballeros dorados obedecieron, ella se veía muy segura de lo que decía. Pero en cuanto salieron Canon pregunto -Oye Shaka… ¿Están seguros que ese cosmos provino de ella… de Shaina?
-Si.
-¿Pero como es posible?
-Canon… no más hagas preguntas, ya luego sabrás que pasa - Lo dejo atrás.
El se enfado de las cortantes respuestas de Shaka pero como sabia que no le diria nada prefirió caminar un poco.
En cuanto Athenea considero que los caballeros dorados se alejaron lo suficiente pregunto: ¿fuiste tu quien los curo?
La chica se estremeció, porque la diosa se veía entre furiosa y preocupada, pero ella también estaba furiosa, y solo respondió con la cabeza.
Athenea sintió su enojo -Entonces Artemisa ¿ya hablo contigo?
Shaina respondió resentida -Si, su alteza… pero lo supo todo el tiempo ¿Verdad? Usted me envió a ese lugar por la armadura.
-Si y realmente lo siento.
Shaina no contuvo el impulso de gritarle - ¡Lo siente, ¿como cree que me siento yo?!
-Hay una poderosa razón para ello. No te habría mandado de no ser necesario.
Shaina soltó una risa mezcla de nervios y furia - ¿En serio?
-Si, la razón porque te envié allá, es porque Artemisa me pidió ayuda y no voy a negársela, es mi hermana.
- ¿Y mientras yo que?
Athenea respondió: Fue egoísta de mi parte imponerte esto, pero era necesario, eres fuerte, estaba segura que tú podrías despertarla, liberarla. Ahora ¿podría hablar con ella, por favor?
-Lo siento, pero no será posible.
-Shaina…
Ella movía la cabeza, porque le dolía terriblemente -Me niego a dejar que ella este en mi, no lo quiero.
-Entonces ¿porque lo permitiste antes?
-Solo por ayudar a Marín y Hyoga.
-Y para golpear a Seiya.
-Eso no fue decisión mía - Replico - Ella lo hizo porque quiso, y no quiero que algo así vuelva a repetirse, no quiero ver que ella algo cosas sin que pueda evitarlo.
-Pero te sentiste bien con ello ¿verdad? Ella se desquito por ti.
Shaina se estremeció ante esto, olvido que ella como diosa podía leer su pensamiento si se lo proponía. Pero su cabeza estaba a punto de estallar otra vez
-Mira Shaina, quisiera haberte evitado esto, pero no fue así. Es mejor que llegues a un acuerdo con Artemisa, porque no te dejara en paz y será más difícil para ti.
-Eso mismo dijo ella… ahhh - Respondió adolorida - Pero no entiendo porque usted hizo esto...
-Ella misma puede explicártelo, es lo mejor, llámala y acéptala. Porque yo necesito hablar con ella.
-Su alteza, por favor no me pida eso….
Athenea le grito entonces -¡Shaina, es una orden!
Shaina se asombro, nunca imagino que le hablara así, pero su deber era obedecer, se concentro llamando a Artemisa.
“Dije que serias tu quien me buscaría - Le dijo la diosa - ¿hacemos un trato entonces?
“Athenea quiere hablar contigo, por eso te busco.”
“Solo hablare con ella si llegamos a un trato”
“Entonces, quiero estar conciente de todo lo que pase, y me dejaras libre cuando lo pida. Y no quiero que dañes a alguien sin mi consentimiento”
“Así será… Shaina.”
Un poderos cosmos envolvió a Shaina quien se estremeció al sentirlo, las veces anteriores solo sentía un fuerte dolor de cabeza, pero ahora sintió que su cuerpo era destrozado por completo. Cayó de rodillas ante esto. Athenea dio un paso atrás mientras ella poco a poco se recupero.
-¿Que sucede hermana? -Le dijo con una voz distinta a la suya - ¿Porque te alejas? ¿Acaso no me extrañaste?
Athenea reacciono -Déjate de tonterías, que quiero saber que hiciste con Marín y Hyoga.
-Vaya, nunca espere un recibimiento tan seco - Se quito la mascara.
Shaina se sorprendió, solo otra diosa podría hablarle así a Athenea, nadie en el santuario se atrevería a algo así. Y por extraño que pareciera era a través de ella.
-Artemisa, esto no es un juego….
-Lo se… lo se. A mi me sorprendió mucho regresar y saber que una de mis hijas estaba lastimada. Pero el ver sus heridas me dolió mucho, tenía que ayudarla.
-¿Tu las reconoces verdad? No me lo niegues.
Artemisa tardo un poco antes de responder - No voy a hacerlo, son idénticas a las que el recibió.
-Creíste entonces que podrías curarla.
-¡Y funciono, Marín esta bien, tu caballero también lo estará! Nada malo les paso. ¿Por qué no los sanaste tu misma?
-No quise repetir tu error. Ya sabes que sucedió entonces.
Artemisa callo unos momentos, Shaina se extraño, había algo que afectaba a la diosa, algo del pasado. Artemisa luego respondió: No tiene porque suceder. ¡No quiero que suceda de nuevo!
-Hermana… es cierto. No tiene por que ser así. Pero debes aprender a ser más cuidadosa. Sobre todo porque alguien sabe sobre el pacto.
-¿Sobre el pacto? - Se sorprendió al oír esto - ¿Quién pudo decirles?
-No lo se… pero recibí una amenaza la noche que los hirieron.
Artemisa se lleno de pánico -Vas a romper el pacto… ¿Y qué voy a hacer ahora?
-Claro que no, aun tienes mi ayuda, tal como lo prometí. - Le dijo Athenea - Sigues igual de impulsiva hermana
-Esos años de encierro fueron un infierno y por un momento creí que…
-Creíste que te regresaría a la armadura. Eso no sucederá, si esas fueran mis intenciones no hubiera intentado liberarte otras veces.
-Lo se, la ultima vez Cagglio casi lo logra. Pero sufrió la misma suerte que las demás. Y tuve que esperar otros doscientos años.
“¿Cagglio? No entiendo, si ella esta viva o se trata de otra…” Pensó Shaina confundida
Athenea le hablo con firmeza -Entonces aprecia esta oportunidad. Porque no se presentara otra vez, hermana.
-Estoy consiente de ello… por dime ¿Por qué estas tan enfada?
-Porque cuando curaste a Hyoga y lastimaste a Seiya, no pudiste ser mas indiscreta. Aun no era tiempo que lo supieran. Solo unos de ellos estaban consientes de tu presencia y de lo que sucederá. Ahora todo el Santuario lo sabe y no quiero imaginar si trascendió de aquí. Debiste controlarte.
-¿Y dejar que ese estúpido caballero estorbara? Yo trataba de hacerte un favor pero si no lo agradeces…
Athenea la vio fijamente, Shaina pudo sentir un poco de desesperación en la diosa, nunca creyó que eso pasara.
-Hermana… te lo agradezco, pero tu actitud puede causar problemas.
“Es verdad” -pensó Shaina.
¿Tu también dirás lo que debo hacer?”
-“Hey, que no estas sola en esto, se trata de mi vida y mi cuerpo también, no me arriesgues solo por orgullo”
Artemisa se rió, sorprendiendo a ambas.
-No cabe duda que supiste elegir hermana. Esta amazona es única. Y solo porque ella me lo pide, me calmare. Ahora tengo también algo que pedirte.
-Dime…
-Necesito a mis amazonas de vuelta… a todas. Ya se que son pocas, así que mas vale que las reúnas aquí pronto.
Athenea la vio antes de responder: Imagine que dirías eso, por eso llame con anticipación a la que esta más alejada, si hay suerte llegara esta tarde o mañana temprano
-Bien, entonces cuando llegue nos reunimos otra vez. Hasta luego.
Artemisa abandono el cuerpo de Shaina quien se derrumbo agotada. Athenea se acerco con cautela, pero vio que estaba profundamente dormida. “Shaina, gracias por permitirle regresar, espero que tu me ayudes a controlarla”
 
 
Cuando Cagglio sintió el cosmos de Artemisa se alegro. Shaina al fin había cedido, por fin podría comunicarse con su diosa. Se emociono, había pasado tanto tiempo en el que solo se comunicaba con ella en algún sueño. En el que solo podía sentir su presencia en alguna noche de luna llena. Ya no más, tras dos mil años al fin veía una posibilidad de lograr su meta.
Misha llego irrumpiendo en el lugar, su cabello aun escurría agua. Estaba en medio de su baño cuando sintió el cosmos.
-Maestra ¿sintió eso? ¿Era ella?
-Si… por fin despertó.
-Entonces… ¿ahora si estará con nosotras?
Cagglio estaba muy nerviosa, la vio y fue a su refugio - Me alegro que te hayas dado un baño, debes estar presentable ante ella. Lo mismo haré yo, tal vez nos reunamos pronto y debo estar presentable.
Misha la vio, ya estaba acostumbrada a los cambios de humor de su maestra.
-Preparare la comida.
-Como quieras no tengo hambre.
 
Marín observo la sangre seca que dejo en su huida antes de llegar a su cabaña. Estaba segura de encontrar un caos, recordó que Hyoga destrozo un muro. Debía repararlo… limpiar…
Pero se sorprendió del escándalo que se escuchaba en su cabaña, más cuando al llegar vio al pequeño Yutta cargando unas tablas.
-¿Que pasa aquí?
El niño la vio y grito - ¡Maestro aquí esta ya!
-¡Marín! ¿Por qué no te quedaste en la enfermería? - dijo Aioria
-Eh… ¿no sentiste lo que paso?
-Pero todo esta bien ahora ¿no?
-Aioria…
-Déjame terminar de colocar estas tablas y luego platicamos Marín. Yutta, ¿que pasa con esos clavos?
-Ya voy maestro - Le extendió una bolsa - ¿Y ahora?
-Termino solo, vete a correr alrededor del estadio. Cinco vueltas.
-Ah… esto era mas tranquilo.
-Yutta…
El niño echo carrera - Esta bien, me voy.
Marín lo vio fijamente, el trataba de fingir naturalidad, y eso solo la hizo sospechar mas. Se quiso sacudir ese pensamiento, eso solo logro que fuera herida, entro a su cabaña confirmo sus sospechas, era un desastre. La mesa estaba destrozada, todo su trabajo regado en el piso. Se rió, aun se preocupaba por ese trabajo, cuando ahora pasaban cosas mas graves en el lugar. Recogió unos archivos y reconoció aquel que hablaba de las amazonas que huyeron y que una vez tanto le llamo la atención. Parecía que esas hojas insistían en que las leyera.
-Cagglio del Lince y Misha, que ahora lleva la armadura de la grulla. Ellas ya regresaron, llegaron junto con Shaina y Athenea las perdono, pero debes leer todo el archivo, así comprenderás mejor.
-Aioria - volteo asombrada, no lo sintió detrás de ella. -Si tú sabes que pasa Aioria dímelo.
Aioria la abrazo con fuerza - Si yo se lo que pasa y perdona por no decírtelo… no quise ponerte en peligro antes de tiempo. Me equivoque.
-¿De que peligro hablas?
-Artemisa ha regresado, y pronto te reclamara. Ese cosmos que sentiste, era el de ella.
Marín se quedo de una pieza. Aioria le dio una respuesta absurda.
-Que me reclamara… ¿Eso que significa?
Aioria le abrazo con más fuerza aun - Significa que tal vez no pueda verte más. Porque ahora que la diosa de las amazonas esta aquí, tú tendrás que servirla y cuidarla a partir de ahora.
-Eso es absurdo, yo… yo sirvo a Athenea.
-Eres una amazona, y así como en la antigüedad sirvieron a Artemisa, ahora tú la servirás también.
Marín se resistía a creer lo que oía -No, no, Athenea no aceptara esto de ninguna manera.
-Debo decirte que Athenea, esta de acuerdo ella me lo dijo.
Marín se asombro al oír esto- ¿Desde cuando lo sabes?
-Poco antes de que Shaina partiera a las amazonas. Cuando Athenea me lo dijo, por un momento me temí que te enviara a ti, pero la envió a ella. A mi solo me pidió que te cuidara mientras ellas regresaban y no pude, todo esto que te sucedió es mi culpa, no te supe cuidar.
Marín se saco del abrazo de Aioria, no quería creer lo que le dijo, ella se estaba ilusionando y el le dijo que solo lo hizo porque le ordenaron.
-¿Entonces esas visitas era solo porque te lo pidieron? ¿Era tu obligación?
Aioria reacciono, se dio cuenta que no lo dijo con las palabras adecuadas.
-Eso no es lo que quise decir yo…
-¡Largate! - Le grito.
-Marín…
Ella entonces le lanzo el archivo en la cara - ¡Que te largues!
Aioria ya no replico, fue su error que ella se enojara y que saliera herida. La sintió tan enfadada que prefirió dejarla sola, ya luego trataría de hablar con ella, decirle que fue un malentendido.
Marín cerró la puerta de un golpe y se recargo en esta, se sintió más tonta que nunca. Ella se había ilusionado y el solo la cuido y trato bien por obligación. Estuvo largo rato ahí sin moverse, luego tocaron a la puerta.
-Marín…
-No quiero verte Aioria
-No soy Aioria, soy Seiya. ¿Podemos hablar?
Marín abrió la puerta -¿Que quieres Seiya? estoy muy cansada.
El la vio fijamente, no parecía la misma que el día anterior vio gravemente herida. Su recuperación fue asombrosa. Se pregunto si también fue sanada por Shaina.
-Sino vas a hablar vete, para poder dormir.
-Marín, ¿que fue lo que sentiste en la enfermería?
Ella no sabia que responder. Lo que Aioria le dijo era demasiado absurdo, pero era natural que el también tuviera dudas, el fue el mas afectado con la situación.
-No se mas que tu. Cuando entre ya estabas contra el muro.
-Pero como es posible… ella no poseía ese cosmos.
Ella se alzo de hombros, no podía explicarle lo que realmente pasaba, no estaba segura que lo entendiera si ni ella misma podía.
-Tu, ¿como sentiste ese cosmos?
-¿A que te refieres?
-No es el de ella, era muy distinto y a parte de poderoso era… parecido al de Athenea.
Marín no se asombro, el había tenido contacto con mas dioses que ella. Era natural que la identificara como una deidad -Seiya, no tengo respuestas, es muy difícil para mi explicar también que pasa. No te puedo ayudar.
-Entonces será mejor que le pregunte a Saori.
-Como quieras… yo voy a descansar.
Seiya se fue, pero aunque ella trato de descansar no lo logro. Lo que Aioria le dijo aun le dolía, no fue sino hasta que soltó el llanto que logro calmar un poco la opresión de su pecho. Lloro hasta quedarse dormida.
 
 
El silbato del barco le indico a June que se acercaban al muelle. June tenia varias noches sin dormir y se sentía harta de ese insomnio porque ya la afectaba a la hora de los entrenamientos. Cuando por fin conciliaba el sueño, en realidad no descansaba demasiado. Se despertaba agitada por los extraños sueños que tenía. Y eso no cambio cuando recibió la llamada de Athenea de que dejara la isla Andrómeda y partiera hacia el Santuario de inmediato. El viaje le pareció eterno, pero ahora veía las costas de Grecia por la borda.
Una vez que desembarco no paro hasta que llego al Santuario y llego cuando el sol se ponía en el horizonte, de inmediato sintió el ambiente que reinaba por ahí. Busco a Shun pero no le veía por ningún lado, mas bien a nadie veía por los alrededores, eso le pareció mas extraño aun que la carta de Athenea: “Debes venir de inmediato para una importante reunión.” Decía la carta y ella obedeció, era una buena oportunidad de saludar y ver a Shun después de varias semanas. Esperaba que se encontrara mejor, sabia que físicamente el estaba bien, pero como lo conocía era muy probable que aun se sintiera mal por sus compañeros, culpable por lo sucedido. Ella habría preferido estar a su lado y cuidarlo como tantas veces, pero ahora su hermano estaba con el. Y sabia que eso lo hacia feliz, solo por ello regreso tranquila a la isla Andrómeda.
 
Pero para su fortuna Shun si fue la primera persona que encontró. Aunque se veía muy apurado se detuvo a saludarla -¡June! - dijo con su natural sonrisa - ¿Todo bien en la isla Andrómeda?
--Si, todo esta muy tranquilo - Le respondió esa sonrisa calmo sus inquietudes.
-Es bueno verte.
-Igual digo - ¿Pero que sucede por aquí? Todo esta como desierto, la mayoría de los caballeros no se dejan ver, pero se que están ahí, vigilando
-Bueno, eso es porque hace un par de noches algún enemigo logro entrar e hirió a Marín y a Hyoga.
-No puede ser ¿Y tu estas bien?
-Supongo que si, estoy completo - Le dijo y ella se dio cuenta que pregunto algo absurdo en su preocupación - Me dirijo a ver Milo, el cuida a Hyoga ¿Me acompañas?
-Solo la mitad del camino, se suponía que acudiera con Athenea en cuanto llegara.
Shun se asombro y siguieron caminando -Te mando llamar. ¿Para que?
-No lo se, pero al menos te puedo saludar ¿Y como esta Marín?
-Mucho mejor... creo, me dijeron que ya hasta salio de la enfermería
-Entonces sus heridas no fueron tan graves.
-Si lo fueron, pero…
-Luego te cuenta - Interrumpió Ikki - Anda Shun que Hyoga no tardara en despertar si lo que dijo Milo es verdad.
-Bueno, nos vemos luego.
-Esta bien nos vemos... - dijo June, pero Shun ya no la escucho, Ikki ya lo había alejado de ella.
June no se extraño de la actitud de Shun, ni tampoco se molesto, desde que regresaron del Inframundo había cambiado, no era el mismo muchacho de antes, aunque se veía mas seguro y abierto a las demás personas vio un poco de tristeza en su mirada, pero el estar con su hermano lo tranquilizaba al parecer. Sintió un poco de celos porque ya no dependía tanto de ella como una vez pasó. Pero una vez que se cercioro que el estaba bien, era mejor ir con Athenea que ya se había distraído bastante.
 
En la entrada a las cámaras de Athenea June espero a que la llamaran. El guardia salio entonces y le dijo a June: pasa, te esperan allá dentro.
La chica no se asombro de lo último que dijo, porque supuso que alguien más estaba con Athenea, pero al entrar se asombro de ver que Athenea en estaba sentada en el piso con la cabeza de Shaina en su regazo.
-Pasa June, no te preocupes, esta dormida. Solo espera un poco y ya que todas estén aquí ella despertara.
“¿Las demás?” - Pensó - “Si Shaina estaba ahí, solo restaba Marín.”
 
June no dijo mas, esa era la reunión mas extraña en que la había estado.
-¿Que tal tu viaje…?
-Bien su alteza.
-¿No dejaste asuntos pendientes? Te llame muy apresurada.
-No, todo esta tranquilo.
-Me alegro porque estarás aquí mucho tiempo. Mira ya llegaron tus compañeras.
June volteo hacia la puerta y vio a Marín entrar junto con un par de amazonas extrañas.
-June, Marín, acérquense - Le dijo Athenea - Necesito presentarles a alguien.
Ellas obedecieron.
-Conocerán a dos compañeras nuevas. Ella es Cagglio, armadura de plata del Lince. - Cagglio las saludo con un movimiento de la cabeza.
-Y Misha Armadura de bronce de la Grulla - ella saludo con un poco mas de entusiasmo.
Athenea siguió hablando, y ella es June Armadura de bronce del Camaleón. Y Marín, armadura de plata del Águila, ahora si están todas reunidas, despierta hermana.
-Gracias - dijo Shaina con una voz extraña a la suya, levantándose.
-Me retiro, querrás hablar con ellas a solas.
-Si, hermana.
June no supo que hacer ante esto. Definitivamente algo no estaba bien ahí. Volteo a ver a Marín quien no parecía tan asombrada de esto, mucho menos las otras amazonas. Y encima Shaina diciéndole hermana con tal familiaridad a Athenea. Athenea salio del salón y Shaina se levanto, y sonrió de forma extraña.
-Y para las que aun no me conocen, soy Artemisa, su única diosa y madre.
Tras decir esto Shaina dio un par de pasos, el poderoso cosmos de Artemisa la envolvió. June reconoció que ese cosmos poderoso no era el de Shaina, la conocía bien y era demasiado poderoso, casi cae de espaldas de la sorpresa. Las amazonas nuevas se inclinaron ante ella. June no entendía nada de lo que pasaba.
Marín veía fijamente a Shaina, aun creía que algo muy grave pasaba en el Santuario como para que se permitiera la entrada de tan peligrosa diosa.
-¿Por que piensas que soy un peligro Marín? - Dijo y con movimiento de su mano le obligo a inclinarse - No me agrada la idea que tienes de mí, ni tampoco la forma en que me hablas. Dime porque piensas eso.
Ella respondió nerviosa y enojada -Un amigo… alguien me dijo que habría peligro con su llegada, y además no cree que quien me lastimo lo haya hecho al azar, yo tampoco.
-Eres inteligente Aquila, calmada y observadora. Te atacaron porque sabían mí de llegada. Era una forma de advertencia. Para que mi hermana y yo rompiéramos un pacto.
-¿Que pacto?
-Athenea y yo tenemos un pacto del cual les hablare luego. Ahora basta con decirles que ahora que regrese, ustedes deberán estar a mi mando, pero también claro estarán bajo mi cuidado.
-Yo sola me puedo cuidar bastante bien - Replico Marín.
-Y no espero menos - la libero de su control y camino observando a todas detenidamente - De lo contrario no me podría sentir orgullosa de ustedes. Aunque les falte algo de entrenamiento. Me refiero a que en primer lugar ustedes debieron desaparecer al momento en que fui encerrada en esa armadura como castigo.
-¿Qué… qué castigo? - Pregunto al fin June.
-No puedo decirles ahora, es parte de las cosa que quiero olvidar.
-¿Y lo hará realmente? - Pregunto Cagglio.
Artemisa la observo detenidamente - Eso espero Cagglio, eso espero. Veo que entrenaste a una amazona.
-Si su alteza
-Ya luego veré que tan capaz es. Sus defectos serán tu responsabilidad.
Misha se estremeció al oír esto. Mientras Cagglio solo asintió con la cabeza. Artemisa se dirigió entonces a June analizándola.
-Mmmh, eres decidida… pero demasiado noble, también luego veré que puedes hacer.
June seguía paralizada por al sorpresa
-Son tan pocas… suspiro - esperaba que sobrevivieran mas de ustedes.
Cagglio se apresuro a responder -Eso fue obra de un caballero que mi señora, el…
-Ya no me interesa el pasado, estoy aquí ahora y veo que ustedes además de pocas son débiles, es una lastima.
-Entonces ¿para que nos llamo? - Replico Marín con resentimiento.
-Porque es mi derecho como su diosa, y porque es su obligación. Ustedes son las últimas amazonas y como tales me servirán y cuidaran.
-No puede obligarnos - Replico.
-Eso es cierto - Secundo June - No tenemos porque obedecerla, no la conozco y no...
-Y no tolerare tal falta de respeto a su diosa - Interrumpió Athenea.
-Su alteza - dijo June
Ella se acerco a Artemisa y les dijo: si la desobedecen o insultan es como si me insultaran o desobedecieran a mí. Artemisa solo esta reclamando lo que por derecho le pertenece. Estuvieron a mi cargo mientras ella no estuvo aquí, pero ha vuelto y deberán comportase correctamente ante ella.
-Pero su alteza…
-June, se que esto es algo brusco pero así son las cosas. Por ello envié por ti, porque tu deber de ahora en adelante es servir y cuidar de Artemisa, mi hermana.
Marín le vio aun con recelo - Por ello también me puso un vigilante.
Athenea sonrió - Aioria ya hablo contigo por lo que veo… si yo le pedí que te cuidara porque preveía que algo malo podría sucederte y así fue. Pero gracias a Artemisa estas sana, tienes suerte que llegara justo a tiempo.
Marín solo se sintió peor al confirmar lo que Aioria le dijo.
-Hermana…
-Artemisa, es natural que tengan recelos, pero si cualquier otra cosa sucede no dudes en decírmelo. Tal vez debí prepararlas con más anticipación, pero tenía mis dudas de si Shaina pudiera o no liberarte.
-Te comprendo, gracias.
-Espero que ustedes hayan comprendido bien - dijo Athenea - a partir de ahora obedecerán y cuidaran de Artemisa, han sido liberadas de mi protección. Pero no de mis ordenes, les repito si se que desobedecen a mi hermana recibirán un castigo como si me desobedecieran a mi.
June simplemente no podía creer lo que pasaba era una pesadilla. Algo absurdo.
-Es una locura dijo Marín - Se notaba la tristeza y el resentimiento en su voz.
 
 
 
El lugar brillaba con tal intensidad como el sol brillaba mediodía. En un balcón un apuesto joven de cabellos rubios, hasta los hombros. Observo el lugar, con sus ojos azules mientras las ultimas notas de una lira se desvanecían en el aire.
-Señor… dijeron detrás de el.
-¿Porque me molestas?, sabes que me gusta estar solo.
-Lo se, señor Apolo, pero…
-¿Pero que? habla ya y largo.
-Ella… su hermana ha vuelto. Despertó hoy en el Santuario.
Apolo se volteo a verlo emocionado- ¿Estas seguro?
-Estuve lo suficientemente cerca para sentir que utilizo su cosmos para sanar y contener a alguien al mismo tiempo….
-Solo mi hermana gemela y yo podemos hacer eso. - Dijo con una sonrisa, que desapareció de pronto - Y mi padre… ¿ya lo sabe?
-Con seguridad si… aunque no creo que actué de inmediato.
-No, se cerciora primero de si es o no una amenaza - Camino hacia la habitación - Debo hablar con mi hermana, advertirla…
-Vaya, dos mil años y sigues pegado a ella como un idiota. - dijeron detrás de el.
-Hera - Dijo y la vio con odio, seguramente fue a arruinarle el momento. La mujer de gran belleza se rió de el.
-¿Acaso esperas a que ella te consuele otra vez?
-Ve con tu veneno a otra parte, y no vuelvas a hacer algo así.
-Dices eso porque sabes que te digo la verdad, estas tan atado a ella como un mortal.
Apolo la ignoro.
-¡No me des la espalda! tu padre te llama, vendrás de inmediato.
Esto último no lo pudo ignorar. Las órdenes eran absolutas, debía obedecer aunque tuviera que esperar para ver a Artemisa a su hermana.