Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Tempestad ( Chapter 17 )

[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]

CAPITULO 17 Tempestad.
 
 
 
Seiya abrió los ojos ampliamente sorprendido ante el beso de Shaina, ella nunca creyó que Artemisa se atreviera a tal cosa, lo beso contra su voluntad pero tampoco se resistió demasiado y aprovecho la oportunidad. Después de todo era lo que siempre anhelo; pero al no obtener respuesta de su parte se separo bruscamente.
-Shaina… -Susurro Seiya - ¿Por qué hiciste eso?
Ella no respondió, volteo el rostro avergonzada porque descubrió que algo no parecía estar bien, tal vez era el sabor de la sangre de Seiya en su boca o el que el no le correspondiera el beso lo que lo hacia… extraño. Contrario a lo que siempre creyó que pasaría, no obtuvo satisfacción; no le entusiasmo como siempre imagino. Escucho voces afuera y se coloco de vuelta la mascara mientras se alejaba de Seiya.
La diosa le hablo a Shaina satisfecha: Necesitas poner orden en tus sentimientos, y me pareció la mejor forma ahora dime ¿Que sentiste al besarlo?”
Solo obtuvo silencio de parte de ella.
Shaina…Respondedme.&# 8221; - Pregunto la diosa, pero ella seguía en silencio.
-Adiós, mal intento de guerrero - Le dijo Artemisa a Seiya, al sentir que la amazona aun no se recuperaba de lo sucedido.
 
Pero mientras afuera discutían Cagglio continuaba al lado de Misha cuidándola, la chica se quejo, el ruido de la pelea logró despertarla, miro a su alrededor y llamo a Cagglio.-Maestra...
Cagglio se acerco - ¿Estas bien Misha?
-Algo adolorida - Respondió la chica.
-Dime que sucedió pequeña, Kanon quiso matarte ¿Verdad? -Pregunto con ansias.
Misha respondió de inmediato -No maestra, fue esa mujer la que hizo que me lastimara.
-¿De que mujer hablas? - Cagglio volteo a todos lados.
-De una mujer, bueno no era precisamente humana porque no pude hacerle daño. Pero fue ella quien me hirió primero y luego cuando Kanon trato de impedir que me lastimara más ella me uso de escudo - Misha se quejo adolorida - Lo siento mucho maestra, ¡Ay me duele!
El grito de Misha no fue por su heridas sino porque Cagglio le jalo el cabello y le dijo furiosa. - No se te ocurra repetir lo que me dijiste. ¿Me oyes? Estás herida, porque Kanon quiso matarte.
-Pero eso no es lo que…
Cagglio le jalo mas fuerte el cabello -Eso es lo que vas a decir estúpida.
-¿Quiere mentirle a su alteza? - Misha replico - Pero eso no es correcto.
-Su alteza debe dejar el santuario esta misma noche porque corre peligro. Misha tienes en tus manos la oportunidad de que su alteza salga de este maldito santuario. Obedéceme es lo mejor para ella y todas nosotras las amazonas, pero ella necesita dejar este lugar ya que pronto será destruido.
-Pero ella se enojara cuando se entere
- Ya lo se, pero entenderá que lo hicimos para ayudarla - Cagglio suplico esta vez y soltó su caballo - Pero para entonces estará a salvo lejos de aquí. Y Kanon habrá recibido su castigo por lo que me hizo.
Misha paso saliva y respondió -Lo siento maestra, pero no le puedo mentirle a su alteza ni a Athenea. No se que problemas tiene con ese hombre pero el no me hizo daño y por eso no puedo mentir.
Cagglio se levanto furiosa y con la almohada cubrió el rostro de Misha.
-¡Es lo que dirás idiota! Será mejor que me obedezcas o morirás ahora mismo.
Misha trataba de luchar contra su maestra pero solo logro quitarle la mascara. Los ojos grises de Cagglio brillaban de odio lo que asusto aun más a la chica. Pronto cayó desmayada y Cagglio la soltó. Se dio cuenta que solo estaba inconsciente y con ello quedo satisfecha. Conocía bien a su alumna estaba segura que luego de lo que hizo al despertar diría que Kanon trato de matarla sin chistar porque sabia que podía matarle en cualquier momento se puso de nuevo su mascara y se reía bajo de ella cuando escucho unos pasos.
Milo regreso a la enfermería sin decir palabra; estaba conmocionado, cuando vio que fue Seiya quien rompió el muro con su cuerpo y como lastimado trataba de ponerse de pie se alegro de que Shaina al fin desquitara su coraje. Por eso cuando no lo remato y lo beso se decepciono enormemente ya que no esperaba eso. Milo apretaba su puño lleno de ira; no entendía como fue capaz de besarlo si el la había lastimado tanto, como podía amarlo aun después de todo. No le encontraba sentido entonces a esa pelea.
 
Ikki y Shun al ver a Shaina salir mas calmada; entraron al lugar y vieron a un golpeado Seiya en el piso. Seiya tardo en moverse del lugar donde Shaina lo dejo y no por las heridas eso no le importo, sino por el beso… eso lo sorprendió por completo. El sentir los labios de Shaina sobre los suyos era una sensación que no imagino en su vida… para la que no estaba preparado.
Shun le pregunto: ¿Estas bien Seiya? - El no lo escucho metido en sus pensamientos -¿Que si estas bien?
-Eh… si estoy bien - Respondió al fin
-Bien golpeado - Se burlo Ikki.
-¡Hermano! - Lo interrumpió Shun -¿Cómo puedes hablar así?
-Puedes burlarte todo lo que quieras - Dijo Seiya enfadado tratando de levantarse - No me importa. ¿Dónde esta Shaina?
-Afuera - replico Ikki y Seiya se levanto
-¿A donde vas así de herido?
-Tengo que hablar con ella, me tiene que explicar muchas cosas.
-¿Piensas seguir molestándola? - Pregunto Ikki - No creo que sea buena idea después de esta golpiza.
-Estoy de acuerdo con el - Añadió Shun - Será mejor que dejes las cosas así, ella parece haberse calmado ya y no es sensato provocar mas problemas. Hazlo por Saori.
-De acuerdo - Dijo Seiya y salieron del lugar, ellos lo siguieron aunque no muy convencidos de que cumpliera su palabra.
 
Mientras tanto Artemisa camino con seguridad hacia Athenea, quien espero a tenerla frente a ella para preguntar -¿El lastimar a Seiya te hizo bajar tu ira hermana?
-De hecho yo no fui quien lo lastimo, sino al contrario - Dijo con un poco de malicia mientras ponía un dedo en sus propios labios.
Athenea supo que quiso decir y sintió rabia contra Artemisa, no debería sentirla porque su hermana siempre fue impulsiva pero eso fue demasiado, incluso para ella porque conocía sus sentimientos.
“Así que mi hermana si resintió que me atrevería a hacer lo que ella nunca se permitiría. Pues es lo que se merece…” Pensó, Artemisa mientras continúo señalando a Kanon: Pero aun me queda castigar a ese maldito que lastimo a mi hija.
Athenea se coloco frente a ella -Ya no permitiré que lastimes a alguien mas, tranquilízate por favor.
-¡Estoy en mi derecho a castigarlo hermana! ¡No intervengas!
-No es seguro que la haya lastimado a propósito, ya te equivocaste una vez, podría suceder de nuevo…piensa en las consecuencias.
Shaina tuvo vergüenza al escuchar a Athenea, eso impidió que su resentimiento opacara su razón. Aunque acaba de enterarse que la diosa cambio la ley de la mascara y ella pudo evitarse muchos sufrimientos de haberse enterado antes de todo eso, esperaba una respuesta, una explicación que la hiciera entender lo que la motivo a ello. Shaina le dijo entonces a Artemisa: “Es cierto… todo podría ser un error. El esperar un poco no dañaría nadie… además podría aclarar todo esto.
Luego de escuchar a Shaina la diosa dijo: ¿Quieres que le de el beneficio de la duda Athenea?
-Si…te lo suplico - Respondió y se inclino ante ella.
Artemisa quedo en silencio unos segundos antes de responder: Cederé hermana, pero si confirmo que tuvo toda intención de lastimarla no habrá motivo que impida castigarlo, ni tampoco razón que evite mi salida del santuario junto con las amazonas.
-¿Estas consiente de todo lo que implica dejar el santuario Artemisa? - le pregunto Athenea sorprendida.
-Lo estoy, por ello espero que tu guerrero sea inocente. Marín, June vayan por su pertenencias, deberán estar listas por si nos largamos de este lugar.
Ambas amazonas quedaron sin saber como reaccionar ante lo que se oyó, pero se les había ordenado obedecer a Artemisa y caminaron pero no avanzaron más que unos pasos antes de que Athenea hablara.
-Pero dejaran sus armaduras - dijo Athenea.
-¡¿Que?! - se sorprendieron todos, pero mas las amazonas.
-¿Por qué? - Pregunto June sin entender.
Athenea se apresuro a responder - Ya se que les ordene obedecerla, pero ahora les pido un favor, permanezcan aquí. Si se quedan seguirán a mi servicio y protección y podrán conservarlas porque se las han ganado a pulso.
-Si… no olviden que las armaduras son suyas - Agrego Artemisa con enfado - Pero cierto es amazonas, que ustedes no. Si se quedan seguirás atadas a la ley de la mascara, yo les ofrezco liberarlas de ella, así que deberán escoger.
Mientras las amazonas dudaban, Shaina sentía que aumentaba el resentimiento contra la diosa que un día juro proteger. “¿Que pretenden ambas con esto Artemisa?”
Artemisa la desoyó - Espero una respuesta amazonas.
Fue Marín quien se animo a hablar - ¿Quiere decir que debemos escoger un bando ahora?
Todos los testigos esperaban la reacción de las amazonas, por fortuna Artemisa les dijo: -No es necesario que elijan en este momento, pero si este guerrero resulta ser culpable y desean seguirme partiremos antes del anochecer. Si no llegan, sabré que eligieron a Athenea. ¡Cagglio! ¡Cagglio ven de inmediato!
La amazona la escucho gritar y se apresuro a llegar junto a ella - Si su alteza.
-Consigue un barco, tal vez nos larguemos de aquí antes de que anochezca.
-Pero habrá tormenta y Misha…
-¡Obedece, yo me encargare de cuidar que nadie mas la lastime!
Ella se apresuro, sabia que debía obedecerla pronto cuando ella estaba enfadada, además que Misha no tardaría en despertar y debía cerciorarse de que no hablara sobre lo sucedido. Nadie se movió mientras Cagglio se alejaba, todos estaban demasiado conmocionados con lo sucedido; Marín no quiso quedarse en el mismo sitio y decidió ir a su casa, ahí podría pensar mejor sin ser el centro de la atención. Ella tenía que tomar una decisión rápido, sin distracciones que enturbiaran su mente y esperaba tomar la correcta.
June se sobresalto, nunca imagino estar en esta situación, con la mirada busco a Shun pero el al igual que su hermano estaba al lado de Seiya. No estaba segura de que escuchara la que Athenea dijo, pero al ver a Marín dirigirse a su casa y la siguió… tenia que hablar con ella. En ese momento era la única que la entendería por compartir el problema.
 
Después del anuncio de su hermana Athenea respiro profundo y se dirigió a Kanon: Necesito hablar contigo ¡Ahora! Los demás vuelvan a sus labores.
Kanon permaneció en silencio pero con la frente en alto porque estaba seguro que no hizo mal, excepto claro el no leer las verdaderas intenciones de esos guerreros. En cuanto los demás se retiraron Athenea hablo.
-Mi hermana esta a punto de liberarse por completo y es muy voluble como lo has visto, esta es la razón por la que todo este tiempo he tratado de mantener una relación estable con ella a pesar de sus actitudes. Kanon… ¿Estas consiente que lo sucedido hoy puede tener graves consecuencias?
-Athenea yo…
-Les dije… - Ella habla conteniéndose - Les pedí que se mantuvieran alejados de ellas para evitar un conflicto. ¿Por qué no obedeciste?
-Todo se trata de un error, de una trampa que me pusieron.
-No trates de justificarte - Lo interrumpió - Pudiste evitarlo obedeciendo mis ordenes, pero veo que para ti eso es imposible de cumplir.
-Permítame explicarle lo que sucedió.
Pero Athenea estaba ya demasiado alterada y no lo escucho; su hermana tenia la facultad de exasperarla y no quiso escucharlo -No necesito explicaciones ahora, permanecerás a mi lado hasta que todo esto se aclare.
Kanon guardo silencio enfadado mientras Athenea respiraba profundamente para tranquilizarse, vio a Seiya y se acerco a el, preocupada: ¿Estas bien?
-He pasado por peores cosa Sao… Athenea - Respondió con una sonrisa forzada - Disculpa que interviniera, también debí controlarme.
-Escuchaste lo que acabo de decir ¿Verdad?
El bajo la cabeza avergonzado -Si, pero es que no pude evitarlo, ella se veía tan furiosa que…
-Lo se, y tal vez tenga razón en estarlo. Pero por ahora solo nos queda esperar a que la amazona reaccione y diga lo que en verdad sucedió.
Los demás la veían sin animarse a decir palabra, hasta que Mu rompió el silencio.
-Y si fuera cierto… si Kanon fuera culpable ¿Dejara ir a su hermana entonces?
-Ella no se ira… estará furiosa pero no se ira - Respondió Athenea mientras veía fijamente a Kanon - Las aprecia demasiado como para arriesgarlas a dejar este lugar sin protección alguna. Ustedes esperen aquí, yo iré junto con mi hermana a esperar a que esta chica reaccione.
Mientras la acompañaba, Kanon sintió a sus espaldas que todas las miradas se posaron sobre el y los ignoro, después de todo estaba acostumbrado a las miradas recelosas. Pero en ese momento esperaba que esa chiquilla reaccionara pronto y dijera lo que en verdad sucedió.
En cuanto ella se retiraron Shun pregunto -¿Por qué dijo eso Athenea? ¿Quién va a irse?
Hyoga le respondió: Es cierto, tú no escuchaste Shun. Lo que sucede es que Artemisa amenazo con llevarse a las amazonas si Kanon resulta culpable. Las puso a elegir entre ella y Athenea.
Shun sorprendió ante la noticia pero trato de tranquilizarse
 
Shaina entro a la enfermería buscando a Misha, la chica aun no despertaba y aunque Shaina por un momento deseo irse de ese lugar y abandonar todo reacciono, ella también debía dejar su armadura por la que se había esforzado tanto. De repente se dio cuenta de lo orgullosa que estaba de ella, era su vida… y ahora tendría que dejarla.
“Te estas resistiendo a la idea de abandonarla. ¿Verdad? -Le pregunto Artemisa - Te entiendo.
“Pero yo no hay vuelta atrás ¿O si? Usted quiere irse y yo… creo que lastime a Athenea con lo que paso.”
Artemisa le recalco Ella se lo merecía… y tu necesitabas hacer eso ¿No?
“¿Lo necesitaba? ¿Por qué sigue diciendo eso?”
Debía convencerte de que no necesitas someterte a hombre alguno. Mucho menos a uno de los guerreros de Athenea. Dijo mirando de reojo a Milo quien no decía palabra mientras limpiaba el lugar, sintió su resentimiento y se pregunto si vio lo sucedido. Pero al ver el lugar supuso que se enfado porque lo destruyeron y no iba a preocuparse por ello en ese momento, porque quería encargarse primero del otro asunto el de Misha.
Shaina respondió con tristeza - “No, yo no quería que esto sucediera así… y tampoco quiero irme.”
Artemisa le respondió: Observa a Misha, ella fue herida, yo solo quiero evitar que suceda de nuevo.
“Lo se, pero tampoco tiene garantía de ello si nos vamos.”
¿Deseas quedarte y que yo guarde mi rabia y no castigue a ese guerrero? Estas pidiendo demasiado yo no suelo dejar ir a quien lastima a mis hijas.”
“¿Pero lo intentaría?” - Shaina le pregunto mientras veía a Milo tratando de organizar el lugar - Porque… no me parece justo para las demás que por mis impulsos todas tengamos que sufrir, creo que esto podría solucionarse.”
La diosa le respondió: “¿Así que esa es tu razón eh?”
“Yo… solo quiero lo mejor para todas” - Shaina respondió al tiempo que Athenea y Canon entraban a la habitación.
La diosa le respondió: “De acuerdo… solo por esta vez lo dejare pasar, pero si alguien mas levanta una mano contra una de mis hijas, no me detendré ante nada para defenderlas.
Cuando Athenea entro Milo le dijo que podría estar tranquila porque Misha estaba fuera de peligro. Ella sonrió mientras Artemisa reflexionaba en lo que le dijo a su hermana, no podía simplemente irse y dejar que sus hijas abandonaran sus armaduras, porque ella no podía proporcionarles otras. Su hermana sabia eso, la conocía muy bien, y quisiera o no debía mantener su promesa y todo porque cometió un gran error en el pasado. Pero por si las dudas coloco una barrera alrededor del lugar para evitar las interrupciones.
 
Mientras en los límites del santuario…
-Y bien ¿Oizis? - Pregunto Hera.
Ella se inclino ante la diosa -Todo se hizo tal como lo pidió. Ellas están a punto de romper el pacto… Artemisa se ira al atardecer.
-Pero la amazona no murió - dijo Hera mirando fijamente a Oizis con enojo - Puede hablar y reconciliarse.
Oizis se defendió: Ya Cagglio se encargo de ese asunto lo que me dio oportunidad de influir en alguien más.
-No lo dudo, pero eso no será suficiente - dijo Hera - Aun debo evitar que quieran unirse de nuevo. Entonces es hora de utilizar el último recurso.
-¿No crees que es muy precipitado Hera? - Hablo otra figura con el rostro oculto bajo su largo cabello.
-Trata de dirigirte a mi con mas respeto Neikea, - Le respondió molesta - Y yo debo cerciorarme que no haya marcha atrás con su rencilla. No les daremos oportunidad de reconciliarse, creerán que Artemisa lo hizo a propósito y viceversa.
-Si, su alteza… - dijo la mujer con ironía.
-Pero apresúrate, antes de que hablen y que Até te acompañe, deberán terminar ahora si su trabajo.
-¡Así será! - dijeron ambos y desaparecieron.
Todo indicaba que la tormenta estaba cerca y Hera sonrió todo funcionaba según sus planes. El utilizar a los daimones fue su mejor decisión... Ellos eran sigilosos y poderosos, además de que guardaban un gran rencor contra Athenea, no pudo encontrar mejores aliados. Pero en ese momento solo se preguntaba porque Lete aun no regresaba de China.
 
Shunrei se sentía débil aun por la fiebre, pero al ver los inútiles intentos de Shiryu por preparar la comida se levanto y lo ayudo, terminado por hacer ella el resto de la comida. Durante todo ese rato el la miraba, mientras Shunrei no se atrevía a decirle nada, pero el le sonreía y solo por ello se tranquilizo. Le sirvió el plato que el apuro y luego devoro el segundo.
-Delicioso como siempre…
Ella se levanto con un par de platos sucios -Lo dices como si realmente extrañaras mi comida mientras estas en el santuario.
-¿De que santuario hablas?
-Shiryu…no bromees, acabas de regresar de ahí - Le respondió con una débil sonrisa.
-La fiebre si que te afecto Shunrei- le dijo y toco su frente - No he salido de este lugar en años. No se de que Santuario hablas.
-¿Pero, no recuerdas a tus amigos? ¿Al anciano maestro que te entreno?
El respondió con extrañes: Shunrei no bromees no se de quien hablas.
Shunrei sintió que ni sus piernas ni manos le respondían, un plato resbalo de sus manos mientras se nublaba su vista con las lágrimas.
-¿Te sucede algo Shunrei? - Le pregunto Shiryu mientras le ayudaba a levantar los trozos del plato.
-Nada - ella respondió - Creo que tengo que ir por más agua, para lavar los platos.
-Eso déjamelo a mi - le respondió y salio de la cabaña.
En cuanto Shiryu salio, ella soltó el llanto - “¿Pero qué hice? Yo creí que solo fue un sueño… no quería que esto pasara.”
Sin que ella lo notara Lete la miraba compasivo. Su trabajo era hacer olvidar a todo aquel que lo deseaba así, a aquel que prefería el olvido a sufrir por algún error o una perdida, pero debía obedecer a Hera, después de todo lo libero a el y todos sus hermanos, los Daimones. Pero veía con desespero que esa jovencita tenía una poderosa razón para haber hecho ese trato con Hera y que esa diosa lo supo aprovechar. Escucho que Hera lo llamaba entonces desapareció de ahí.
 
-¿Por que tardaste tanto Lete? - Le pregunto Hera cuando apareció frente a ella.
-Curiosidad - Respondió - Encontré situaciones muy peculiares por ahí.
-¡Necesitábamos de tu ayuda aquí! - Le grito furiosa - Por fortuna tus hermanos lograron arreglar las cosas.
Lete esbozo una sonrisa -Entonces ya no me necesitara…
-Claro que si, ve con tus hermanos Neikea y Até, ayúdales a terminar su trabajo.
Lete no dijo palabra solo desapareció.
 
Mientras tanto Marín y June conversaban con desesperación. Marín aun no podía confiar en Cagglio, aunque la vio desesperada por su alumna y enfada con Kanon, pero por lo que dijo ella parecía tener una vieja rencilla con el. Y eso también le pareció muy extraño a June, más bien demasiado oportuno.
-Recuerda que nos dijeron que si tenían un pacto era por un bien común - dijo Marín.
-Y alguien se siente amenazado por ese pacto - Añadió June - Tal vez todo sucedió porque tratan de separarlas.
Marín pregunto preocupada -¿Pero y si no?
Esta pregunto inquieto a June - Tendríamos que elegir seguir a una de ellas.
-Bueno, es posible que Athenea nos este probando- dijo Marín
-Una prueba para saber si realmente seguimos a su hermana… ¿Con que fin?
-No lo se - La pelirroja amazona se derrumbo sobre la silla - ¿Que piensas hacer?
La chica la vio sorprendida - Estoy confundida, no se que hacer, supongo que lo mismo que tu.
-Lo siento June, pero no puedo decidir por ti - Y tras decir esto la empujo afuera de su casa y cerro la puerta pensando: “No quiero que luego me culpes de lo que tú sola debes decidir.”
Esa respuesta dejo a June mas confundida, instintivamente ella camino hacia la casa de Shun. “Pero no se que hacer… tampoco se que hacer.” Recordó que la diosa no se enfado cuando supo de su motivación para obtener su armadura. Y que en su voz se notaba tanto la decepción cuando no la apoyaban o su alegría al ver que ellas mejoraban. Ella no podía ser tan malvada como la imagino al principio.
 
Cagglio consiguió de prisa un barco, se deshizo del dueño ya que no logro convencerlo de que lo necesitaba. Dirigía la embarcación hacia el santuario mientras Apolo la veía fijamente.
-Parece que Hera ya actuó, es hora de que ustedes también hagan su trabajo - Le dijo Apolo a tres guerreros quienes se inclinaron ante el, para luego marcharse.
 
Aioria de inmediato fue a casa de Marín desesperado, a pesar de su velocidad parecía que no llegaría nunca, y es que tenía el presentimiento de que ella se iría y no podía permitirlo.
Era como si adivinaba los pensamientos de Marín, pero ella no quería despedirse, había tomado una decisión si Artemisa se iba ella la seguiría y no por pelear contra Athenea. Alguien debía apoyar a Shaina, nadie mas en al santuario parecía entender lo lastimada que estaba y así era fácilmente manipulada por esa diosa y Cagglio. Su papel seria recordarle a Shaina cual era su deber y apoyarla. Solo por ello no quería ver a Aioria, si lo veía no seria capaz de irse, porque lo amaba con toda su alma.
Tomo su mochila pero en cuanto abrió la puerta se topo con un muy agitado Aioria. Marín lo vio sorprendida.
-¿Te iras? - Replico Aioria al verla con la mochila al hombro.
-Si Artemisa se va, también yo.
-Te amo Marín no te vayas, quédate conmigo - Marín no pudo decirle nada más, porque al sentir su abrazo, se sintió protegida.
-Pero sabes que lo nuestro no esta permitido, aunque me quede no podremos estar juntos.
-No me importa... He sacrificado muchas cosas en mi vida y a ti no quiero perderte Marín.
Al oír esto ella sintió que su corazón latía con mas fuerza - Aioria yo.... tu sabes que también te amo, pero si Artemisa se va también debo irme… Tengo una poderosa razón para hacerlo.
Pero Aioria no estaba dispuesto a dejarla ir tan pronto. En un momento como este realmente odiaba su trabajo y su obligación como Caballero Dorado. - ¿De que poderosa razón me hablas?
-No puedo explicarte, pero es por el bien de Athenea, cree en mi - le dijo mientras se quito la mascara y sonrió débilmente.
Aioria no resistió sus impulsos, su mirada le indicaba que decía la verdad. Le beso tratado de mostrarle con hechos lo que con palabras ya le había dicho. La separo luego de unos momentos y le acaricio su mejilla.
-Eres tan bella como segura de ti, Marín. Supongo que nada de lo que te diga te hará cambiar de opinión ¿verdad?
Ella asintió con la cabeza - Si, nada me hará cambiar de opinión, pero no significa que no te ame ni te extrañe mientras no este aquí. Pero confió en que si nos vamos todo se arregle pronto y pueda regresar.
Aioria volvió a besarla esta vez con mas ansias porque si era una despedida, se aseguraría que no la olvidara, Marín lo correspondió porque se quería llevar ese recuerdo al cualquiera que fuera el lugar a donde irían. Pero esta vez sus besos la hacían sentir más que amada, un agradable calor recorría su cuerpo, Marín se controlo y lo separo.
-Aioria no sigas por favor. Me haces más difícil todo esto.
El la abrazo con fuerza - Lo siento, para mi también es difícil.
Marín escucho esto y disfruto el abrazo, porque sabía que debía irse.
 
Pero por desgracia no estaban solos… Neikea los observaba detenidamente junto con sus hermanos.
-Ella será la primera - se dirigió a Lete - Después iremos tras el caballero.
-No es mejor que nosotros nos encarguemos de el mientras tu la trabajas a ella, así no podrán reaccionar.
Ellos se fueron mientras Neikea entraba a la mente de Marín atravesando su cabeza con sus manos, ella sintió entonces un fuerte dolor de cabeza, después todo se volvió negro al igual que sus ojos… Neikea manipulaba ahora la mente de Marín.
 
 
 
Los caballeros de bronce estaban reunidos afuera de la enfermería casi sin hablar. Seiya se veía realmente golpeado pero pensativo, la reacción de Shaina lo inquieto. Shun estaba intranquilo necesitaba hablar con June, saber que haría. Entonces que tuvo una idea.
-Iré a casa por más vendajes - Dijo Shun.
Ikki respondió: Pero la enfermería esta aquí enfrente.
-Si pero también esta hecha un desastre y Athenea no nos permite entrar. No tardare.
-¿Te acompaño? - Pregunto Ikki.
-No es necesario - Replico y corrió.
-Estará bien - Dijo Hyoga - Solo esta preocupado por June.
-Lo se… Pero creo que si serán necesarios los vendajes - dijo señalando a Seiya.
Hyoga replico - Entonces iré yo por ellos.
 
Las primeras gotas de lluvia caían y Shun se sorprendió al ver a June sentada a su puerta la chica estaba tan pensativa que no noto su presencia.
-¿June, que haces aquí?
La chica alzo la mirada y respondió - No se que hacer Shun... no se.
-Calma - Le dijo mientras le dio su mano - Mejor entra a casa, aquí no podremos hablar.
Entraron a la casa mientras June sollozaba.
-¿Porque no sabes que hacer June? ¿Acaso estas pensando en irte?
-Shun, si me hubieran preguntado esto hace unos días mi respuesta seria sencilla y firme, me quedaría con Athenea. Pero luego de lo que ha pasado, no creo que quiera quedarme.
-¿Lo dices por la amenaza?
-No... Y por eso estoy más confundida. Artemisa era dura y nos puso a entrenar como nunca, pero veo que se preocupa por nosotras, me ayudo mucho, por ello estoy obligada con ella.
El la vio fijamente antes de responder -Mira June, un solo consejo puedo darte, debes estar convencida que lo que decidas será lo mejor para ti, no lo hagas solo por deber. Creeme necesitas estar muy convencida de que lo que harás es lo correcto o solo sufrirás por ello.
June lo vio detenidamente se cercioro de que el había crecido. Antes era ella quien lo apoyaba, ahora Shun le dio un consejo que la ayudo a aclarar su mente. Había pensado en seguir a Artemisa, pero supo que no iba a funcionar porque su única razón para obtener una armadura fue para protegerlo y ahora no podía irse porque tal vez la diosa la convertiría en su enemiga.
-Gracias por el consejo, creo que me has ayudado bastante.
-No te entiendo... solo te dije unas cuantas palabras.
-Acabo de decidir que me no iré, si Artemisa lo hace ni modo pero yo tengo cosas mas importantes aquí que no quiero abandonar como… -Se callo, estuvo a punto de confesarle su amor. En ese momento no era el correcto. Si lo decía mientras Artemisa aun estaba ahí lo arriesgaba.
-¿Que cosas? -June
-Como tu, que eres mi mejor amigo - Ella dijo presurosa.
Shun la vio fijamente y no supo si creer lo que decía, por la forma en que lo dijo sonaba forzada como si ella misma quisiera creerse lo que decía.
-Solo soy eso - Respondió y bajo su mirada.
-Pues si, recuerda que te conozco desde hace varios años, compartimos nuestro entrenamiento somos hermanos en ese sentido también - June seguía muy nerviosa y trato de irse - Mejor me voy pensando en como decirle a Artemisa que me quedo.
Shun la detuvo aunque ella acaba de decirle que no se iría, los pocos minutos en que creyó que si fueron desesperantes para el y anhelaba abrazarla - Espera déjame darte un abrazo para darte fuerzas.
June acepto porque su amabilidad siempre fue muy grande y no podía negarse porque ella también quería abrazarlo.
Shun la apretó con fuerza, ella nunca creyó que tuviera tal fuerza en su delgado cuerpo, pero el siempre la asombraba, hacia mucho que dejo de ser el muchacho tímido y débil, ella sabia mejor que nadie que el tenia una gran fuerza interna. Pero se sorprendió más cuando el le pregunto: ¿Me dejarías ver tu rostro?
-Shun... ¿Acaso no sabes a lo que te expones?
-Si lo se.
-¡Estas loco!
-Solo quiero verlo nuevamente -Le sonrió - Y si luego de eso me matas, esta bien por mi.
June lo vio fijamente - Esto no es una broma...
-Es muy en serio June, porque sinceramente me alegro que te quedes y que esa ley siga en pie, porque así tal vez trates de matarme y yo me asegurare de derrotarte una y otra vez, para entonces ganar tu amor.
June se paralizo al oír esto, pero momentos después se quito la mascara. Al ver su rostro nuevamente Shun le sonrió otra vez y ella se sonrojo.
-Tus mejillas se pusieron rojas. Eso te hace ver mas linda.
-Shun yo debo decirte que...
-Yo te amo June - La interrumpió - El cariño que sentí por ti como amiga… como hermana se transformo en algo que ya no puedo explicar. No imaginas lo duro que ha sido para mí el no poder estar contigo y conversar como antes, si supieras como extraño esos momentos.
Ella no pudo resistir mas al oír esto y lo beso, Shun fue entonces el sorprendido, pero el mas complacido también, aunque en su inexperiencia ese primer beso fue algo brusco, pero eso si lleno de amor. Sus labios eran suaves y mientras le correspondió tímidamente el beso probaba la sal de sus lágrimas. Entonces confirmo que June le amaba, así como sospecho y deseo últimamente.
 
Cagglio regreso y entro a la enfermería presurosa. Para su suerte mientras le avisaba a Artemisa que tenia todo listo Misha se quejo y ella se apresuro a colocarse a su lado.
-¿Ya reacciono? - Pregunto Artemisa y se acerco preocupada - ¿Estas bien Misha?
Misha miro a Cagglio y dijo -Si su alteza, gracias por su preocupación.
Shaina respiro mas tranquila, porque le estaba siendo difícil controlar a Artemisa, además comenzaba a apreciar a Misha aun con sus actitudes infantiles.
-Dime que sucedió hija… - Se acerco a ella mientras señalaba a Kanon - ¿Tu provocaste a este caballero para que te lastimara?
Misha vio a su maestra y luego a Kanon quien permanecía callado seguro de su inocencia entonces se apresuro a decir - El me ataco sin motivo.
-¡No les mientas chiquilla! - Replico Kanon ante lo que escucho y quiso acercarse pero Milo lo detuvo -¡Eso no es cierto!
Cagglio abrazo a Misha ante la reacción de las diosas antes de que la descubrieran y Kanon de nuevo trato de acercarse furiosos: Di la verdad ¡Maldita sea!
-Claro que no lo permitiré - Artemisa respondió furiosa mientras Misha se estremeció asustada ante el abrazo de Cagglio. No quería mentirles pero sabia que su maestra la iba a matar sino lo hacia. Casi lo hizo minutos antes.
Athenea se adentro en la mente de la chica y pudo ver que algo no estaba bien. Pero por desgracia no pudo decir nada Artemisa se volvió contra Kanon, el se estrello contra el muro violentamente y ella la detuvo antes de que lo lastimara mas.
-¡Ya no te interpongas hermana!
-Claro que me interpongo, aceptaste apegarte a mis reglas mientras permanecías en el Santuario y eso significa que no le pondrás un dedo encima, tendrá su castigo si, pero luego que sea juzgado y…
-¡Sus malditas reglas! -Grito Shaina tomando de vuelta control de su cuerpo sin que Artemisa pudiera controlarla, la diosa se sorprendió pero la dejo hablar porque necesitaba desahogarse.
-Realmente me alegro que Artemisa haya vuelto - Continuo Shaina - ¡Porque no pienso someterme de nuevo a ellas!
-Ophiucus… ¿Qué estas diciendo? - Athenea se asombro de la actitud de Shaina, creyó que ya se había calmado - Pareciera que el ser el recipiente de mi hermana te ha afectado, nuevamente estas olvidando tu lugar aquí…
Artemisa tampoco esperaba tal reacción de la amazona.
-Y parece que ahora que reniego de las estúpidas reglas que nos impuso, ya no le conviene que lo sea su recipiente. ¿Eso quiso decir? - Shaina se acerco con actitud desafiante pero sintió que la detuvieron.
-Lo que Athenea quiso decir es que no debes olvidar que te debes a ella - Le dijo Milo mientras le sostenía con fuerza el brazo, lastimándola.
-Milo… - Shaina reacciono enfadada también con el -Será mejor que me sueltes, esto no es asunto tuyo.
-Lo es, porque mi deber es proteger a Athenea aun en contra tuya Shaina.
 
Mientras tanto Marín con la mirada vacía se separo del abrazo de Aioria y volvió a besarlo, el se alegro y le correspondió complacido porque poco a poco los besos se hicieron más pasionales e intensos.
-Debo irme - dijo Aioria tratando de controlarse.
-Calla - dijo ella antes de volver a cubrir su boca con sus labios.
-Marín... - La separo - Creo que se hace tarde.
-Me quedare un rato mas, suficiente para demostrarte cuanto te amo... - Respondió Marín y volvió a besarlo.
“Oh dioses... ¿Por que hicieron de amarte un pecado?” Pensó Aioria nunca imagino que Marín decidiera olvidar sus obligaciones porque tenia sus brazos atenazados a su alrededor, no lo dejaba ir. Ella rompió el beso y no dejo que el la besara nuevamente, porque se encargo de besarle el cuello con suavidad. Aioria cerró los ojos mientras ella seguía besando su cuello estremeciéndolo.
Cuando vio que Aioria estaba mas relajado, ella aprovecho su distracción y tomo un cuchillo de la mesa, la luz de un rayo ilumino la hoja antes de que esta se enterrara en la espalda de Aioria.
-Marín… ¿Qué haces? - Reacciono el sorprendido
-Vas a pagar todo el daño que me hiciste - Respondió con la mirada vacía mientras retiraba el cuchillo dispuesta a dar un segundo golpe - Tu trataste de matarme, pues yo no tratare yo si acabare contigo.
Aioria se quedo sin saber que hacer, Marín volvía a actuar como el día en que fue herida pero esta vez mas agresiva ella intento acuchillarlo otra vez pero cuando bajo la hoja, alguien la detuvo en el ultimo momento.
Neikea se asombro ante la visita inesperada ya que el la vio detenidamente antes de atacarla lastimándola. Ella dio un fuerte grito y desapareció de ahí malherida, mientras Marín trataba de soltarse.
-¡Suéltala! - Le grito Aioria pero el guerrero lo ignoro mientras obligo a Marín a tirar el cuchillo
Marín continuaba gritando: ¡Debo matarlo, debo matar a ese maldito!
-Lo siento... no te soltare - Dijo Icarus mientras la hizo dormir por medio su cosmos. Marín poco a poco dejo de pelear y cayó dormida.
-¿Que esta pasando aquí? - Aioria replico mientras el la cargo en brazos y recogió su mochila: ¿Que le esta haciendo? ¡Déjala en paz!
La respuesta llego luego de sufrir una descarga eléctrica que lo obligo a caer de rodillas - Si aprecia su vida caballero, no podrá verla más. Mi señor me envió para ayudar a su alteza Artemisa, ella trato de evitarle esto pero no fue posible. Ahora es muy tarde - Respondió mientras salía de ahí.
Aioria intento detenerlo ignorando su herida, Icarus detuvo su mano con facilidad -Ya le dije que no podrá verla más. Neikea le ha envenenado el alma y ahora solo piensa en matarlo y será así hasta el último día de su vida, por su bien es que la alejo de aquí.
-¿De que habla?
Icarus desapareció de ahí con Marín mientras, salio con dificultad de la cabaña pero no la encontró ya, tampoco encontró rastro alguno de ese guerrero.
-¡Marín! - Grito desesperado pero su grito fue apagado por un trueno antes de que se soltara la lluvia.
 
Hyoga vio a Shun entrar a la cabaña junto con June y escucho la conversación tras la puerta y se sonrió. Se alegraba sinceramente de que su amigo encontrara a la persona indicada para hacerlo olvidar todo el dolor que en su corta vida hacia padecido. Ese dolor que ni el cariño de su hermano ni su amistad lograron borrar. Al fin podía estar tranquilo de que la sombra de Hades lo había abandonado. Comenzó a caminar alejándose de ahí pensando en donde conseguir vendajes cuando de pronto una figura conocida le cerró el paso, era Até.
-¿Te acuerdas de mi? - Dijo mientras paso su mano sobre su rostro y mostró el que utilizo la noche que lo hirió.
Hyoga se preparo para pelear pero no le fue posible, Neikea apareció a sus espaldas y un fuerte dolor de cabeza lo derrumbo mientras Até le dijo: Es hora, de que me hagas un pequeño favor. La muerte es la única que te liberara del dolor, la muerte de tu mejor amigo será lo único que tendrás en mente de ahora en adelante…
 
June no quería olvidar entonces cual el deber de ambos y tras asegurarse que Shun la amaba, sabia que era hora de despedirse. Separo entonces sus labios de los de el.
-Debo irme ya.
-¿Tan pronto June? - No te vayas.
-Me has muy hecho feliz al decirme que me amas, pero ahora no es correcto que este aquí - Le dijo June entonces lo beso otra vez y luego limpio sus lagrimas.
-Debo verme horrible.
Shun entonces le sonrió -Para mi nunca lo serás, pero que bueno que traes mascara.
June sonrió y se volvió a cubrir el rostro, abrió la puerta pero casi se topo con Hyoga, se sorprendió al verlo, pero el le sonrió e hizo una señal de que guardaría silencio. June entonces se alejo de ahí sin notar que se le cayo su látigo que siempre cargaba consigo. Hyoga lo recogió pero no le aviso, al contrario lo apretó firmemente en su mano. Shun también se sorprendió de verlo mientras el entraba sonriente.
-Mira... quien diría que el pequeño es todo un conquistador - Dijo Hyoga al entrar.
-Hyoga, yo…
-No me estoy burlando, me alegro por ti - Le dio un leve golpe en el hombro - Escuche lo que pasó y realmente me hizo feliz saber que seas correspondido por esa chica. Pero tengo que llevar unos vendajes.
Shun al oírlo se sentó en una silla, abochornado pero con una enorme sonrisa en el rostro, mientras Hyoga caminaba en la habitación.
-¿Escuchaste… todo?
-Casi, lo más importante si - Le dijo mientras se paraba detrás de él - Ella no la seguirá ¿verdad?
-Si, casi me muero cuando creí que se iba... - Shun estaba muy nervioso aun - Pero ahora se que no se ira y que podré verla mas seguido.
Hyoga vio el látigo y respondió - Si, le veras más pronto de lo que te imaginas.
Entonces paso el látigo sobre la cabeza de Shun, lo enredo con rapidez y apretó. Shun no pudo reaccionar mientras Hyoga con la mirada vacía apretaba el látigo alrededor de su cuello; el instinto hizo que Shun intentara levantarse de la silla pero sus pies resbalaron con el hielo que Hyoga creo en el piso y no lograba levantarse, mucho menos soltarse porque el poco a poco lo encerraba en hielo.
“¿Hyoga... por que haces esto?” -Pensó asustado mientras perdía fuerzas poco a poco.
 
Al escuchar a Milo defenderla Athenea se preocupo de que la situación volviera a salirse de control.
-Hermana, es mejor que detengas esta locura o luego nos arrepentiremos de lo que suceda. Aquí nadie será castigado con violencia.
Pero ninguno parecía escucharla y aunque Athenea le indico a Milo que la soltara, pero el no la obedecía. Sentía que el estaba enfadado por la misma razón que ella y no quería que ellos se enfrentaran.
-Lo olvide… - Respondió Shaina irónica - Olvide que eres demasiado fiel a Athenea.
-¡Es mi deber como caballero!
-¡Y yo también tengo un deber como Amazona y ese es ayudar a Artemisa a castigar a Kanon! - Shaina replico más furiosa aun.
-Su alteza yo puedo encargarme de él - Interrumpió Cagglio satisfecha de que todo saliera como planeo.
-No, soy su alteza, pero si quieres ayudar lleva a Misha lejos de aquí. ¡Ahora!
La amazona obedeció ante su voz colérica y cargo a Misha a sus espaldas mientras discutían. Conforme se alejaba sonrió bajo su mascara.
-Es mejor que se calmen - Interrumpió Athenea.
Shaina le grito y logro soltarse de Milo -¡Ya no voy a escucharla!
-Renuncia a esto Shaina o atente a las consecuencias - Milo le advirtió.
Ella se rió nerviosa - Tú sabes que no soy persona que renuncia fácilmente. Si lo fuera hace mucho que habría renunciado a ser una amazona.
-¿En serio? Hace un par de días llorabas porque decías que era demasiado duro, y que ya no querías a Artemisa en tu cabeza. Ahora estas defendiéndola.
Shaina se enfado, porque si había llorado y lamentado frente a el y ahora utilizaba sus palabras en contra de ella. -Esto no es justo Milo.
-Lo que no es justo que te pongas en contra de la diosa que un día juraste proteger, así como yo.
-Pero no estamos en la misma situación Milo, tú no entiendes, ni entenderás que mientras ustedes cargan con una sola obligación, yo tenía otra la de esta mascara. Fue por esa obligación que desperdicie gran parte de mi vida detrás de un estúpido para matarlo y como no pude… otro tanto en amarlo, solo porque era mi deber, lo que Athenea ordenaba. Tú nunca pasaras por algo así.
“Shaina no sabia que eso sentías” - Pensó Athenea sin poder responderle, se dio cuenta que cometió un gran error al modificar la ley, tratando de hacer un bien en realidad hizo un gran daño.
Milo replico - Nosotros aceptamos los términos al decidir ser caballeros... o amazonas.
-¿Y nunca te has preguntado porque te entrenan desde pequeño? - Ella se dirigió a Athenea quería respuestas a todas las dudas que la ahogaban - Dígame ¿Por qué elige nuestro destino y se cerciora que este sea el único estilo de vida que conozcamos? Estamos atadas a usted, pero porque no tuvimos opción.
-Se deben hacer sacrificios... - murmuro Athenea - Por el bien de…
-¡Solo por su bien!... Debíamos sacrificarnos por ti, eso siempre lo hice, seguí sus dogmas pero solo conseguí más dolor. ¿Por que nos hizo esto?
Athenea estaba paralizada por la sorpresa y Shaina se acerco ella sosteniéndola de los hombros - Vamos, responda - ¿Por qué nos sigue usando?
Fue entonces Milo que utilizo su aguja escarlata contra Shaina.
 
 
Mientras tanto June reparo que no traía su látigo consigo y corrió de regreso a la cabaña y mientras se acercaba un fuerte y mal presentimiento la estremeció. “Shun....”
Se apresuro aun más y entro sin llamar siquiera, no estaba equivocada ¡Hyoga estaba ahorcando a Shun!
-¡Déjalo! - Grito y trato de que lo soltara, pero Hyoga simplemente no la dejo.
-Aléjate o serás la siguiente.
La mirada desconocida de Hyoga la asusto, pero no permitiría que le hiciera daño a Shun, ¡No lo dejaría! Se acerco otra vez a tratar de soltar las manos de Hyoga, el encendió su cosmos y June sintió que sus manos se congelaban.
-Perderás esas lindas manos sino te sueltas.
June soltó un grito mientras sus manos sentían los efectos del enorme frió, lo sencillo seria soltarlo pero vio el rostro casi lívido de Shun y no pudo resistirse mas. Dio un grito más fuerte mientras encendía su propio cosmos.
El poderoso ataque sorprendió a Hyoga y a todos a su alrededor. Até dejo de manipular al cisne y desapareció junto con Lete no sin antes terminar malherido. El poderoso cosmos logro que el hielo de las manos de June se derritiera pero también destruyo la cabaña y sin que ella pudiera evitarlo Shun y ella misma quedaron atrapados en la explosión.
Ikki iba llegando a su cabaña pero no lo logro, la explosión lo lanzo lejos también a el.
 
Artemisa sintió dolor, había olvidado que no tenía un cuerpo inmortal y que debía protegerse. Pero estaba tan enfadada que ignorando eso y la sorpresa de Shaina por el ataque de Milo, volvió acometer contra su hermana. Esta vez Kanon ya recuperado de su ataque la protegió con su cuerpo mientras Milo repetía su ataque.
Ahora Artemisa experimentó un fuerte dolor en todo su cuerpo y se detuvo. Estaba en desventaja en ese lugar y sensatamente pensó que lo mejor era retirarse. Además sintió que June había explotado su cosmos, debía saber porque había hecho eso. Pero apenas se movió un par de pasos alejándose de ella, Milo la ataco un par de veces más.
Pero Shaina sintió que se destrozo su corazón, cierto que era su castigo por enfrentarse a Athenea pero ya no la estaba atacando no comprendía porque el seguía lastimándola. Parecía que la odiara y eso le dolía más que las heridas físicas.
-¡Detente por favor! - Suplico Athenea pero el no la escucho.
Kanon quien experimento ese castigo una vez supo que Milo actuaba extraño también - Oye… esto ya es demasiado ella ya no parece...
El lo ignoro dispuesto a atacar una vez más.
 
 
June fue al primera en reaccionar, de inmediato busco a Shun entre los escombros, asustada por lo que acababa de hacer. Lo vio debajo de una pesada viga y se apresuro a ayudarle pero se sentía muy débil luego de liberar su cosmos de forma tan repentina. Shun aun tenía el látigo alrededor de su cuello, su rostro y cuerpo estaban lívidos, trato entonces de levantar la pesada viga.
Hyoga se recuperaba del fuerte ataque y tanto Até como Lete aparecieron detrás de el.
-Es hora de terminar el trabajo - Dijo Lete sin emoción alguna.
Até se burlo -Lastima… Me divertí mucho con estos.
Lete entonces robo la memoria de Hyoga.
June sintió de pronto que la viga parecía mas ligera y pudo moverla sin dificultad, pero descubrió que le estaban ayudando.
-¿Quien eres tu? - le pregunto al extraño guerrero.
Teseo solo sonrió y dijo: ¿No vas a ayudarlo?
June se acerco a Shun y desenrollo el látigo, se acerco a revisarlo, no tenia pulso ni respiraba.
“Ay no, Shun…” Pensó preocupada tratando de hacerlo reaccionar.
Teseo se acerco también a el y lo vio fijamente.
Ella ahogo sus lagrimas, ajena a que Ikki se acercaba en ese momento imaginando lo peor al verla con el látigo en la mano y al ver el cuello lastimado Shun. La presencia de Teseo solo aumento sus sospechas.
-¡Maldita! - Grito y lanzo su ataque contra ella, pero no llego a lastimarla Teseo detuvo el ataque con extrema agilidad y con la misma certeza contraataco antes de alejarse llevándose a June de ahí.
-¡No, déjame! - Grito desesperada - Tengo que ayudar a Shun ¡Suéltame!
-Lo siento es demasiado tarde… esta muerto.
-¡No! - Ella grito antes de caer desmayada por un golpe de Teseo.
 
Shaina se quedo esperando el ataque pero este no llego. Milo fue contenido de manera eficiente y sorpresiva por alguien más, un guerrero de grandes habilidades que lanzo a Milo al otro extremo de la habitación.
-¿Quien eres tu? - Lo vio sorprendido de que pudiera detenerlo.
-Soy Odiseo un ángel al servicio de su hermano Apolo - el guerrero se presento.
-¿Apolo, mi hermano te envió? - pregunto Artemisa al verlo.
-Si su alteza… su hermano Apolo me pidió protegerla y eso haré, no permitiré sea lastimada mientras permanezca aquí.
-Estaba a punto de irme… solo que no se si mi hija…
-Ya mi hermano Teseo fue en ayuda de ella, ahora todas deben estar esperándola para salir de aquí. ¿Me permite escoltarla?
-Llevadme… con mi hermano - Respondió Artemisa llorosa, Odiseo le abrazo y salio rápidamente de ahí.
Luego que la barrera que Artemisa coloco se derrumbara y vieran salir a Shaina en compañía de Odiseo; Seiya entro junto con los caballeros dorados.
-¿Qué sucedió aquí? - Pregunto Seiya pero no obtuvo respuesta. Athenea estaba sentada en la cama sollozando, mientras Kanon trataba de contener a Milo que aun parecía furioso por la interrupción. Afuera la tormenta descargaba su furia en el santuario.
 
 
(Notas) En el capitulo anterior entraron nuevos personajes. Oizis, Lete y Horcos. En este capitulo Neikea y Até.
Los mencione como Daimones que son espíritus que personifican diversos males del mundo. Pero no todos son este tipo de espíritus en realidad.
Até es el nombre de la diosa de las fatalidades provocadas por las acciones insensatas o irreflexivas. Aunque aquí será un hombre conservara su posición de crear conflictos de esta manera. Aunque también que fue quien hirió a Hyoga en primer lugar teniendo la habilidad de cambiar su rostro a voluntad ya que carece de uno propio.
Lete representa el olvido, es el nombre de una Náyade (Espíritu o ninfa de ríos o manantiales) existe en el Hades un rió con ese nombre del que bebían las almas ante de reencarnarse y olvidar su vida anterior. Aquí será el quien se encargara de robar memorias o recuerdos.
Oizis es una daimon que representa la angustia, miseria y la tristeza. Aquí como se encargo de provocarle a Misha remordimientos por un pequeño error del pasado.
Neikea, también una daimon, representa las peleas, disputas y agravios. Ella provoca enojos y peleas por medio de resentimientos provocados o implantados en la mente de quien manipula. Ella fue quien manipulo a Milo aprovechando el momento en que estuvo solo.
Horcos. Representa los juramentos y castiga el perjurio o quienes no los cumplen. Aunque no puede manipular la mente de los demás es fuerte físicamente. Es irreflexivo y de mente cerrada y trata de hacer justicia a su manera.
 
Y respecto a los ángeles Icarus (Touma), Odiseo y Teseo decidí ponerlos al mando de Apolo porque me agradaron los personajes y me pareció un buen giro a la historia. Espero que les agrade el cambio.