Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Errores y consecuencias ( Chapter 20 )

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CAPITULO 20: ERRORES Y CONSECUENCIAS.
 
 
Cagglio observaba a Kanon con la misma furia que el, dispuesto a golpearla, pero Milo lo detuvo.
-Tranquilízate Kanon, nuestra misión es rehacer un pacto no causar mas conflictos.
-Ustedes no harán más que morir; principalmente tú - Dijo Odiseo señalando a Milo - Pagaras por haber lastimado a la hermana de mi señor.
-¡De eso también me encargo yo! - Grito Cagglio.
-Eso quisiera verlo - Kanon se rió y ella estuvo a punto de lanzarse sobre el de no ser porque Marín la detuvo.
-Espera, que ellos vienen a hablar - dijo Marín. Tanto ella y June regresaban de recoger su bolso del barco cuando los vieron pasar y de inmediato fueron a alcanzarlos.
-No te entrometas o también saldrás muerta. - Grito Cagglio y la empujo.
-¡Basta, detén esto ahora mismo Cagglio! - Se escucho la voz de Artemisa.
-Su alteza… -Cagglio no se sorprendió de que llegara tan pronto, después de todo estaba cerca de ahí.
-¿Qué esta sucediendo aquí? - Pregunto la diosa, pero cuando observo la caja con su armadura a las espaldas de Kanon y que tanto el como Milo no portaban armadura no pudo evitar sonreír.
-Solo son un par de intrusos, nos encargaremos de inmediato - dijo Teseo.
-Unos intrusos que traen consigo una carga muy valiosa… - Dijo Artemisa.
-Usted corre peligro, recuerde que uno de estos… le hirió - Respondió Odiseo.
Artemisa se adelanto mirando con furia al ángel - No necesito que me recuerden que uno de ellos me lastimo, déjenles en paz.
-Tenemos órdenes de su hermano de cuidarla - Teseo se adelanto.
-No necesito de tales cuidados, este es un asunto mío.
-Pero…
-Calla Odiseo… - Artemisa lo miro de tal forma que Odiseo ya no replico y bajo la cabeza -Bien, así me gusta que mientras mi hermano no este aquí, obedezcan mis órdenes como simples guerreros que son.
Odiseo les hizo una señal a Touma y Teseo se hicieron a un lado permitiéndole acercarse a Milo y Kanon mientras los veían con recelo
-Hablen guerreros de Athenea - Dijo Artemisa mirándoles despectiva.
-Su hermana envía su armadura tal como pidió y espera que escuche sus palabras - Respondió Kanon al notar que Milo no podía hablar, impactado por el aspecto de Shaina quien vestida de una forma muy diferente a la normal estaba hermosa.
Milo por su parte lamentaba el que Shaina estuviera bajo el control de Artemisa. Ella supo lo que Milo pensaba y le devolvió la mirada obligándolo a esquivar la suya. Artemisa se alegro de poder manejar la situación a su gusto.
-Mi hermana los envió a pesar de que dije que les castigaría, es asombroso lo desesperada que esta.
-Ella solo desea una conciliación su alteza y yo gustoso acepte esta misión - dijo Kanon.
-Al igual que yo, porque Athenea necesita que la escuche y estoy dispuesto a cualquier castigo si con ello rehacen su pacto - Hablo por fin Milo.
Artemisa se rió -Deben estar locos, porque ninguna persona en sus cabales se pondría frente a mí después de lo que hicieron. Pero ya que Athenea los envió la escuchare, Marín ven…
Ella no se movió.
-Anda ven, quitadle mi armadura a este hombre, no deseo que la toque por más tiempo.
Marín obedeció en silencio y se acerco a Kanon bajando la cabeza. Mientras Kanon descargaba la armadura le susurro - No te preocupes Aioria esta bien.
Una sonrisa apareció en el rostro de Marín aunque desapareció pronto al sentir el odio que emanaba de Cagglio mientras miraba a Kanon. El le devolvió la mirada a Cagglio mientras Marín se alejaba con la armadura.
-Ahora veamos que tan dispuestos a sacrificarse están ¿A quien castigare primero?... - Artemisa camino frente a ellos y con una risita traviesa se detuvo frente a Kanon. - ¡Usted!
-Si el debe ser el primero, casi asesino a Misha - Cagglio dijo.
-Lo se Cagglio, por eso mismo ella se encargara de su castigo - Artemisa la miro con enfado por interrumpirla - Ve con Misha y dile que vamos en camino.
Cagglio obedeció presurosa mientras Artemisa se sonreía y camino con seguridad. -Ustedes también síganme iremos al teatro.
Las amazonas, quienes esperaron que ese conflicto se solucionara sin más peleas, vieron que el resentimiento de la diosa y de Shaina era demasiado la siguieron en silencio. Todos comenzaron a caminar detrás de ella; pero Artemisa se volvió y dijo tajantemente - Pero ustedes no ángeles. Y no se atrevan a interrumpirme mientras castigo a estos hombres, aquí se quedan - Artemisa insistió.
A los ángeles no les gusto la orden de Artemisa de no intervenir pero no pudieron replicar.
-Esto debe saberlo mi señor, iré a decirle. - Dijo Odiseo en voz baja a Teseo.
-Mientras nosotros ¿Que podemos hacer? -Pregunto Teseo sin perder de vista al grupo.
-Vigílenlos de cerca, no se que pretende Artemisa pero si algo le sucede el señor Apolo nos castigara.
Touma se opuso -No es prudente que vayas, ella fue muy firme al decir que no interviniéramos en esto.
-Icarus, nuestro señor no estará contento si nuevamente se estropean sus planes y sabes bien en quien puede hacerte daño - Odiseo señalo a Marín antes de alejarse y Touma se estremeció, debía pensar en el bienestar de su hermana.

Mientras tanto en China el amanecer llego y los daimones utilizaban sus influencias entre los aldeanos. Todo comenzó con una discusión entre vecinos, luego estos llevaron a los golpes, pronto la ira controlaba a muchos, el miedo y la desesperación a otros más. Los daimones eligieron a sus victimas de manera que nadie pudiera calmar a los demás. Solo era cuestión de tiempo para se acabaran entre ellos mismos.
Shunrei despertó intranquila y salio a respirar el aire fresco de la mañana. Todo parecía tranquilo, todo lo contrario al sueño que tuvo, lleno de violencia y dolor. Shiryu había despertado antes que ella y estaba sentado fuera de la casa.
-Buen día - Le dijo ella con una sonrisa.
El le respondió muy serio - Shunrei ¿Identificas ese olor?
-Es humo, hay un incendio abajo en la aldea Shiryu - Le dijo ella- Tal vez necesiten ayuda.
-Vamos entonces - Replico Shiryu sin dudar.
Pero cuando llegaron, el fuego se propagaba de forma alarmante y les sorprendió ver que nadie hacia el intento por apagarlo, supieron la razón al ver que los aldeanos se peleaban unos contra otros, se acusaban y agredían de una forma que nunca hubieran creído.
-¿Qué sucede aquí? - Le pregunto Shunrei a una joven amiga suya.
La chica volteo a verla con una mirada perdida, completamente diferente a la que le conocía. La chica respiraba agitada y en su mano traía un trozo de madera con sangre.
-¿Te has vuelto loca Ling? -Le pregunto Shunrei a la chica cuando trato de atacarla. Shunrei no recibió el golpe porque lo esquivo, pero si una gran sorpresa de ver a su amiga así.
-Tu maldita… Te enseñare a no burlarte de mí.
-¿Yo… cuando hice eso?
-Siempre - Grito la chica e intento golpearla otra vez, pero Shiryu lo detuvo.
-Tranquilízate Ling ¿Qué te esta pasando?
La chica al no poder moverse echo un gritó desgarrador y pronto lo demás aldeanos se acercaron a ellos amenazantes.
-Esto es muy divertido - Se rió Neikea al ver todo esto.
Hera quien también estaba ahí dijo -No es hora de divertirse sino de resultados.
-Los tendrá -Neikea se inclino - Sus amigos acabaran con el.
-Oizis, sin errores esta vez.
-Si señora - Respondió la daimon pero en cuando la diosa se fue grito - ¡Como la odio!
-No eres la única - Se enfado Neikea mientras buscaba a su alrededor - ¿Por qué no esta Lete con nosotros?
-Espera que hagamos nuestro trabajo, mientras mas intensas sean las memorias que devore mejor para el. Vendrá cuando este listo así que déjalo en paz - Horcos le defendió.
Ella rezongo - De acuerdo, lo haré por ahora pero sabes que Até me pidió vigilarlo.
-Y tú aceptaste gustosa - Replico Horcos.
-Claro, no dejare que nos vuelvan a encerrar, esta vez los dioses no lograran controlarnos - Interrumpió Até detrás de el - Y tu deberías apoyarnos en esto ya que Lete no parece hacerlo.
-Haré lo que nos convenga, no te preocupes - Rezongo Horcos pero también se preguntaba donde estaba su hermano y porque actuaba de esa forma.
-Mas vale que sea así - Lo amenazo Até - Este trabajo debe estar terminado lo más pronto posible.

Misha descansaba tras entrenar y estaba en el suelo acostada. Se asombro al ver llegar a Cagglio a las ruinas del teatro.
-Levántate Kanon viene hacia acá - Cagglio le dijo furiosa por no poder lastimar a Kanon como ella quería.
-¿Esta bromeando? Ese hombre no tiene nada que hacer aquí.
-Lo está Misha, Athenea lo envió como muestra de buena voluntad con Artemisa y el vino. Ahora su alteza viene hacia acá con el para que lo castigues; supongo que ella hará eso mismo con Milo el caballero dorado que la hirió.
-Yo no quiero castigarlo - Replico Misha y se levanto - El no me hirió a propósito.
-Pero lo harás, deberás hacerlo para mantenerla a salvo. De lo contrario todo se descubrirá y su alteza estará más que furiosa
Misha replico - Quien estará mas que furioso conmigo es Kanon y con justa razón. Ahora si me mata por mentirosa.
-Entonces evita enfrentarlo diciendo que deseas que sea yo quien lo castigue. Alega que aun estas débil o lo que sea y yo me encargare de castigarlo por querer matarte.
-Pero el no hizo eso… - la amazona insistió.
-Es eso o tendrás lidiar con la ira de Artemisa además de la mía. Piensa en su alteza ella no puede regresar al santuario hasta que sea seguro para ella. - Cagglio la miro furiosa y Misha paso saliva nerviosa.
 
Artemisa mientras tanto caminaba con orgullo delante de un grupo que no se atrevía a decir palabra. La misma diosa estaba pensativa porque como dijo no esperaba tener a los caballeros dorados ahí. Pronto llegaron a lo que fue un teatro la diosa se detuvo al ver a Cagglio y Misha esperándoles en el centro del lugar. El lugar esta iluminado por antorchas. Se volvió y luego dijo: Marín y June lleven mi armadura hacia allá - Señalo un extremo del teatro.
Marín se acerco a June y le pregunto. -¿Qué es lo que hará Artemisa?
-No lo se - June respondió.
Marín se reacomodo la armadura a sus espaldas y camino hacia donde le indico Artemisa - Pero creo que pronto sabremos quien mueve realmente los hilos aquí, Artemisa o Cagglio.
Artemisa por su parte se adelanto a los caballeros dorados y con su habitual sonrisa se acerco a Misha - Veo que ya le diste la noticia Cagglio.
-Si su alteza… - Cagglio replico- Pero ella está temerosa, cree que el podría matarla esta vez.
-Vaya que si… - Susurro Kanon aun resentido y Milo lo miro furioso por su comentario.
-Quiero hacer uso de mi derecho de castigarlo en nombre de mi alumna - Cagglio se apretó los hombros de Misha.
La diosa respondió -Misha fue la que resulto herida, ella es a quien le corresponde castigarlo.
-Su alteza…yo - Misha trato de hablar pero lo que le dijo Cagglio sobre proteger a Artemisa y su propio miedo se lo impidió.
-Pero Misha el no va a lastimarte porque yo se lo prohibió - Artemisa se volvió hacia Kanon - Ni siquiera tocara uno de tus cabellos. Si lo hace sabré que mi hermana realmente no desea una reconciliación y acabare con el antes de ir tras mi hermana.
Kanon apretó el puño furioso pero le había dado su palabra a Athenea que iba a mantenerse bajo control para que su hermana la escuchara.
Misha se sorprendió ante estas palabras, eso era totalmente injusto para quien le ayudo. Artemisa no leyó estos pensamientos porque estaba distraída leyendo los de Milo quien la miraba decepcionado. “¿Que esperabas alacrancillo, que me no me atrevería a castigarlos?”
-Yo no le temo - Dijo Misha y miro a su maestra, sabia que iba a sacar ventaja de la situación - Pero realmente no me siento bien.
La diosa la miro fijamente - Misha ¿Estás segura?
-Si, eso quiero… - Respondió la chica bajando la cabeza.
-Bueno en tal caso adelante Cagglio castígalo como quieras - Artemisa se dirigió a la gradas - Y usted guerrero de Athenea queda advertido si atreve a contraatacar ya sabe que esperar.
Kanon no respondió y se adelanto al medio del teatro mientras miraba a Misha odio. La chica se evito su mirada avergonzada y corrió también hacia las gradas.
-Misha tu tienes la ultima palabra en lo respecta el castigo de este hombre - Artemisa dijo sonriente - Si en algún momento deseas parar el castigo solo dilo y tu maestra se detendrá.
June y Marín vieron como Cagglio no parecía muy feliz por lo que la diosa dijo y voltearon a ver a Misha quien se notaba mas temerosa de su maestra que de Kanon lo que les pareció por mas sospechoso. La amazona se sentó alejada de ellas y no se atrevió a verlas más que de reojo.
 
Como Cagglio no se movía Kanon se dirigió a ella. -Es una hermosa noche ¿No te trae recuerdos?
Cagglio respondió con un golpe en pleno rostro que casi lo tumbo, pero se mantuvo erguido.
-Pero ¿Qué pasa? Esto no es un golpe... - Se burlo Kanon.
Cagglio soltó un grito de furia antes de atacarlo de nuevo.
Artemisa miraba esto complacida mientras y le indico a Milo que se sentara a su lado. Una vez que el estuvo sentado ella hizo lo mismo cruzando la pierna coquetamente dejando ver sus muslos y dijo - Veremos si es verdad que están dispuestos a que los castigue a mi gusto.
-Si cree en la verdad de las palabras de Athenea el sacrificio habrá valido al pena - Milo respondió.
Shaina no sabia si enojarse más con Athenea por cumplir las exigencias de Artemisa o con Milo por obedecerla tan ciegamente y le dijo a la diosa: “No puedo creer esto… ¿Cómo puede decirlo tan tranquilo?”
Su fidelidad a mi hermana te tortura ¿Verdad Shaina?
“Como no tienes idea…”
La diosa le respondió: “Lo lamento por ti, porque no creí que mi hermana se atrevería a enviarlos. Pero lo hizo.
“¿Y que piensa hacer?”
-Veremos que tanto resiste tu compañero. - Artemisa respondió y le indico a Milo que la siguiera -Ahora será tu turno.
 
Kanon por su parte recibía los ataques de Cagglio con su cabeza en alto, le prometió a Athenea que iba ayudarla a recuperar la confianza de su hermana y por eso y su propio orgullo resistía. Cagglio realmente no se contenía en lastimarlo y parecía disfrutar al hacerlo. Mientras las amazonas veían asombradas su resistencia Cagglio logro golpearlo con la suficiente fuerza como para hacerlo trastabillar.
-No eres tan fuerte como pregonas ¿Verdad? - Ella dijo orgullosa.
-Tú tampoco, solo me hiciste cosquillas - Replico el - ¿Por qué no me golpeas de verdad?
Cagglio lo ataco esta vez con más saña pero el resistió con su habitual sonrisa lo que la enfurecía aun mas. “¡Maldito seas Kanon no vas a seguir burlándote de mi! -Ella pensó furiosa.
Mientras tanto los ángeles esperaban preocupados afuera del templo de Apolo. Su descuido causo que Artemisa supiera de la llegada de Milo y Kanon impidiéndoles acabar con ellos. Pero en ese momento sintieron que Cagglio golpeaba a Kanon con saña.
-Este error nos traerá un gran castigo - Decía Teseo mientras observaba el lugar donde se reunió Artemisa con Milo, la barrera les impedía acercarse.
-Pero ellos llegaron mas rápido de lo que creímos… - Touma replico.
-Nuestro señor nos advirtió que no debíamos fallar, sus planes están en peligro.
-Artemisa parecía lo suficientemente enojada como para acabar con la amenaza por ella misma - Dijo Teseo.
-¿Que pasaría sino fuera así? - Pregunto Touma.
-En todo caso, me encargare de arreglar sus fallos - Apolo apareció de pronto detrás de ellos - Por su bien espero que no sea muy tarde.
Los ángeles quedaron en silencio mientras lo seguían Apolo se veía realmente furioso.
 
 


En la Casa de las Mascaras Milo esperaba el castigo de la diosa. Ella le indico que se arrodillara y sino se equivocaba recibiría el mismo dolor que el causo numerables veces.
-Espera recibir el dolor de ser aguijoneado. ¿Verdad cobarde?- Artemisa se acerco a el.
-¿Me llama cobarde? - Replico Milo sin pensar, el debía quedarse, callado pero el que Artemisa lo llamara así lo exasperó - Estoy entrenado para soportar esto y mas. Además si habla de cobardía debo decir que usted misma no fue tan valiente como lo esperaba de una diosa.
Artemisa se indigno - ¿Se atreve a burlarse?
-Es la verdad… cuatro aguijonazos y huyo cuando muchos guerreros han soportado mucho más que usted incluyendo a mi compañero que es inocente de lo que paso ayer. Me decepciono su alteza, yo esperaba más resistencia por parte suya.
-Y yo esperaba un poco más consideración de su parte hacia Shaina - Lo empujo - Pero prefirió a una diosa que no le permite vivir plenamente al exigir tanta fidelidad y castidad, esperaba que fuera capaz liberarse del yugo de mi hermana y de haberlo hecho le habría permitido acercarse a mi hija. Pero en vez de ello, se atrevió a herirla y mucho.
-Es mi obligación defenderla a Athenea de todos y contra todos.
Shaina al escucharlo le dijo a la diosa. “Por favor… termina con esto ya, sus palabras me torturan mas de lo que hicieron sus ataques.”
Se que tus palabras te torturan… pero aun no termino con el.”
“¿A que te refieres? Artemisa basta por favor…”
Artemisa le dijo a Milo desoyendo a Shaina - Conozco su verdadera razón para lastimarla… ¿Por qué no la dice?
Milo supo que no podía a ocultarle a Artemisa su amor por Shaina. Pero no tenia idea del porque la diosa le decía eso.
-¿Aun no tiene voz? Esta es su última oportunidad antes de que acabe con usted.
Milo se apresuro a decir - Porque la amo… te amo Shaina.
Shaina no podía creer lo que oyó mientras Artemisa seguía preguntando - Vamos… es un pretexto patético, que lo hizo realmente lastimarla.
Milo continuo - ¡Fueron celos! sentí celos al verla besar a Seiya y los celos me hicieron lastimarla.
“¿Esta es otra de tus bromas Artemisa?” - Shaina pregunto al oír a Milo - “¿Que pretendes con esto?”
Demostrarte de lo que es capaz Athenea por ganar una batalla.” -Replico la diosa -“Intenta convencerte de una absurda mentira solo por tenerte de aliada.”
“¡Cállate! No más favores Artemisa ¿Ahora vas a restregarme en la cara lo fiel que es con Athenea? Si querías demostrarme que tampoco debo amarle entendí tus puntos. Pero ya basta, estoy harta de tus intromisiones con mi vida.”
Artemisa sabía que la amazona tenía razón y que ella la utilizaba, pero también que era el momento de hacerle pagar a su hermana por lo que le hizo.
Si tanto dices que me entrometo en tu vida, entonces te dejare libre, regresare en unos minutos mientras hablo con mi hermana… eres libre de castigarlo a tu gusto”
“Artemisa… ¿Qué haces? Regresa…” - La amazona se sintió desprotegida cuando esto paso, pero no obtuvo respuesta de la diosa.
 
Athenea tras varias horas sin noticias de sus mensajeros esperaba inquieta. Se calmo sentir la presencia del cosmos de Artemisa. “Hermana… Athenea.”
Ella encendió sus cosmos y pronto parecía que estaba frente a ella. “Me alegro que decidieras escucharme Artemisa”
No suelo faltar a mi palabra Athenea, lo sabes aunque francamente no creí que les enviaras.
“Confió en ti y espero que me devuelvas esa misma confianza y escuches mis palabras. Todo lo sucedido ayer fue provocado por Hera y los daimones…
Solo tu pudiste liberar a los daimones, tu los sellaste Apolo me lo dijo.”
“Te dijo lo que Hera le indica solo para controlarte…”
Apolo me ayudo, no le acuses a el también.”
“Es difícil creer que nuestro hermano este involucrado, pero Hera le ha manipulado, a el y todos desde el principio. Ella les ofreció una gran trato a los daimones para tenerlos a su lado, ya imaginaras cual fue porque tus amazonas fueron victimas de ellos directa o indirectamente.
Al igual que tus guerreros… lo se. Pero esto es otra mentira tuya así como la acusación que le hiciste a Cagglio solo porque no la soportas y por ello la corriste de aquí, además la modificación que hiciste a mi ley…”
“Creo que es hora de hablar de ello. Es cierto, no soporto a Cagglio. Porque nunca cambio su actitud hacia mí durante el tiempo que permaneció frente a las amazonas en el santuario. Mientras ella estuvo aquí, los conflictos no se detenían, porque ella los provocaba con su actitud arrogante e ideas tan cerradas como las tuyas respecto a las amazonas.”
¿Acaso no les pides también lealtad y castidad absoluta a tus guerreros? El que yo se las pida a las amazonas no debería asombrarte.”
“Lo se… pero esperaba que aprendieran a convivir con los caballeros y no fue así. Cagglio lo impidió, no faltaba el día en que asesinara a uno de mis guerreros por venganza, por salvar el honor de alguna amazona que se quito la vida al no poder cumplir con tus leyes. Por ello la modifique, solo por salvarlas a ellas. Pero Cagglio no la acepto.
Pues ¿Que esperabas? Les dejaste el derecho de venganza… pero les quitaste todo el honor, al forzarlas a vivir atadas a un hombre y al mismo tiempo no poder amarlo. Era su derecho el morir, era mejor morir que vivir con tal dolor además de la deshonra.”
“Hablas como si nunca hubieras amado hermana, tu sabes bien que en ocasiones es imposible evitar amar. Tu misma lo hiciste, ahora dime ¿Habrías preferido mantenerte vacía toda tu vida a mantener un buen recuerdo de quien amaste? Yo quise darles esa oportunidad.
Artemisa guardo silencio y luego pregunto: Una oportunidad… ¿Llamas a eso una oportunidad? Ellas salieron perdiendo en todos los aspectos…
“Si, aunque ahora admito que me equivoque, y que también falle al tratar de controlar a Cagglio. Pero creo que al exiliarla no, porque las amazonas pudieron adaptarse a la vida aquí en el santuario tras su partida.”
¿Adaptarse?... ¡Si me olvidaron por completo e igual olvidaron su orgullo como amazonas!” - Dijo Artemisa recordando la actitud de Marín, June y Shaina al saber de ella - “Ya no me pertenecían.”
“Por desgracia así fue y me disculpo, pero también tu encierro fue demasiado largo. Por ello le di otra oportunidad a Cagglio en cuanto acudió a mí hace un par de siglos y pidió regresar. Me compadecí de ella ya que por tanto tiempo busco a quien pudiera liberarte por su cuenta, al ver que no era posible regreso para buscarla aquí, ella dijo acceder a mis términos y le acepte. Por desgracia lo que sucedió después estuvo fuera de mi control, en ningún momento desee que les lastimaran tanto solo quería ayudarte a salvarlas de la ira de nuestro padre.”
Artemisa guardo silencio unos momentos luego dijo: “… Para mantenerlas a salvo debían estar bajo tu control... Que conveniente ¿No es así? En este trato solo tu ganaste.”
“Ambas ganamos, regresa por favor.”
No volverás a utilizarme.”
“Artemisa…Si te pido que regreses no es por mí, sino por tus amazonas. Sabes bien de lo que Hera es capaz. En cuanto sintió tu regreso ella actuó en contra tuya lastimando a Marín.”
Hera nunca ha ocultado ser mi enemiga, pero yo sola puedo lidiar con ella. Lo haré con mis propias manos y las armaduras que nuestro padre me dará a cambio de acabar contigo.
“Las amazonas ya poseen armaduras, les espera aquí de vuelta, tu lo sabes.”
Pero son tuyas… y ella necesitan algo que sea suyo sin condiciones.”
“Si las armaduras las aceptaron es porque son sus legitimas portadoras, eso es independiente de a quien veneren, mientras peleen por una causa justa las tendrán consigo. Ahora te pregunto ¿También deseas arrebatarles otro de sus derechos solo por un arrebato?”
Artemisa le respondió: “Claro que no, pero ellas me han aceptado y tendrán sus armaduras. Ahora debo terminar castigar a tus guerreros mi orgullo me pide que lo haga.
“Pero Artemisa.”
Dije que te escucharía tras castigarlos, cumplí mi palabra, ahora tengo asuntos que arreglar adiós.”
Su risa hizo eco en el lugar mientras desaparecía y Athenea guardo silencio, las palabras de su hermana le hicieron olvidar sus esperanzas de solucionar un inminente desastre.
 
Por su parte Misha veía a su maestra ensañarse con Kanon horrorizada - “Todas piensan que el me hirió y por ello lo están castigando, pero mi maestra está lastimando a un inocente.
Marín se acerco con cautela a Misha el ver que su maestra estaba concentrada en Kanon y le dijo.- ¿No te parece que es injusto lo que hace tu maestra?
Misha no respondió pero se estremecía ante cada golpe que su maestra le daba a Kanon.
-Es cierto, castigarlo de esta forma no es justo. -Dijo June secundando a Marín. -Porque deberías ser tu quien lo haga.
-Aun no soy lo suficientemente fuerte…-Misha murmuro sin despegar la vista de la escena. En esta ocasión Cagglio lo lanzo al suelo y ahí siguió golpeándolo.
-No trates de justificarte - June continuo - Se supone que el te lastimo a ti, además con lo que dijo Artemisa tendrías toda la ventaja del mundo.
-Mi maestra lo hace por…. -Ella contuvo la respiración cuando Cagglio lo pateo en las costillas.
-Porque ella tiene sus propios resentimientos contra el, lo he notado - dijo Marín.
-Si tienen asuntos que arreglar pero no se cuales son.
-¿Por qué no tratas de averiguar de que se trata? … June insistió - Detenla tu tienes la ultima palabra.
Al escucharlas Misha se estremeció, era verdad su maestra siempre le ocultaba su razón del odio hacía Kanon y ahora que podía desquitarse lo hacia con gusto. Ya no creía que lo hizo solo por proteger a su alteza. Las palabras de Marín sobre que ella podía detener a su maestra eran verdad; así que grito -¡Maestra basta!
Pero Cagglio no se detuvo.
-¡Basta! - Misha insistió y al ver que Cagglio no la escuchaba se acerco y se puso frente a ella.
-¿Qué pretendes mocosa…? - Le pregunto ella enojada.
-Vaya, vaya la pequeña arpía al fin apareció - Kanon dijo al verla.
-¿Por qué me interrumpes? - Cagglio vocifero -¡Largo!
-Deténgase ya recibió suficiente castigo. ¡Por favor!
Kanon se levanto - ¿Me estas defendiendo? La misma perrita que me acuso ahora me defiende.
-Idiota… - Misha grito pero luego dijo en voz baja y señalo hacia Marín y June - Mira tuve que hacerlo pero si me pides perdón frente a Artemisa parare el castigo.
Kanon se carcajeo - Te tardaste en mostrarte tal como eres, chiquilla; me hiciste caer en la trampa que tú maestra planeo, no eres mejor que ella - Le replico el - No pediré perdón por lo que no hice. Así que no finjas tenerme piedad.
-¡Y yo no tendré piedad contigo! - Cagglio interrumpió y le dio a Kanon esta vez una patada en el estomago que casi lo hizo doblarse del dolor.
-¡Maestra, no! - Misha grito y se interpuso.
Cagglio le grito -Mejor aléjate y yo acabare con el.
-Pero Artemisa me dijo que le detuviera cuando fuera suficiente y digo que es suficiente.
-Hazte a un lado. - Cagglio insistió.
-Vete mocosa, tengo un asunto que arreglar con ella. - Kanon la empujo.
Pero Misha a pesar del empujón no se quito, porque su maestra estaba demasiado enojada y el no apreciaba la ayuda que trataba de darle, debía ayudarlo aunque se negara.
-Si eso es lo que quieres… - Replico Cagglio y encendió su cosmos, Misha no alcanzo a reaccionar ante al ataque de su maestra.
Neikea estaba emocionada, por fin aparecía a quien le ordenaron matar y uso todos sus influjos para controlar a los aldeanos, lo que le era más fácil ahora.
Shiryu noto que los aldeanos parecían dirigir toda su furia en contra de ellos y cuando fueron atacados trato de sacar a Shunrei del lugar pero se lo impedían. No quería golpear a sus amigos pero pronto el tuvo que atacar para defenderla.
“Míralo… puede acabar con ellos de un solo golpe pero no lo hace, no recuerda como hacerlo.” Se burlo Oizis, por ello no noto que Lete detrás de su hermana sostenía las memorias de Shiryu en su mano, dudando entre devolverlas o no. Entonces se escucho un grito - Pegasus Sei Ken!
Shunrei miro asombrada como todos los aldeanos cayeron al suelo sin poder moverse, no esperaba la llegada de Seiya ni ella, ni los daimones.
-¿A dónde vas tan presuroso? - Les pregunto Seiya cuando Shiryu paso a Shunrei frente a el y se alejaron, entonces tuvo que cerrarles el paso
-¡Eres tu otra vez, vete no quiero verte! - Shunrei grito aterrada, sabia que si el fue hasta allá era por Shiryu, para arrebatárselo.
-No permitiré que le lastimes - Replico Shiryu y lo ataco.
-Espera yo no vengo a lastimarlos… soy tu amigo, Seiya - Esquivo el ataque.
-Yo no te conozco - Grito y se coloco en posición de atacar nuevamente.
-Oye, calma ¿Quieres? - Pregunto Seiya sorprendido aunque, sabía como bloquear sus ataques pero no como hacerlo recordar. Pero el no iba a irse sin tratar de convencerla de su ayuda.
-No esperaba que otro de los metiches de Athenea viniera hasta acá - Susurro Neikea observando desde las sombras - Pero llego justo a tiempo, entre ellos mismo podrán acabarse, ya que esos hombres no pudieron hacerle daño.
-¿Y qué te parece si mejor influencio a esa chica? - Dijo Oizis - Ninguno de ellos podría defenderse de ella.
-No es mala idea, hazlo - Até se sonrió.
-¡No te atrevas! - Lete la detuvo.
Ella lo miro furiosa - Suéltame.
-No te permitiré actuar… si el no recuerda quien es o su entrenamiento ¿Qué sentido tiene matarlo ya?
-Son órdenes de Hera.
-Entonces déjala a ella en paz.
-Acabas de de pedirme que deje en paz a esa chica… No lo puedo creer -Oizis se sonrió maliciosa
Até observo otra vez a Shunrei y dijo -Es verdad… es por esa niña que lo hiciste. ¿Pretendes redimirte ahora ayudando a esa chica? Es demasiado tarde ya.
Lete no respondió- Aun no lo es, todos acabaremos mal de seguir las órdenes de Hera.
-Acabaremos mal de cualquier forma- Horcos se acerco a Lete - Solo nos queda esa oportunidad y no dejare que la desperdicies.
-¿Qué les parece si nos deshacemos de la verdadera amenaza de una vez por todas? - Le pregunto Oizis a sus hermanos.
Lete se preocupo, mientras sus hermanos lo rodearon y aunque a el no le gustaba huir supo que era la mejor opción, lo seguirían y dejarían en paz a Shunrei y Shiryu se alejo del lugar y sus hermanos furiosos fueron tras el.
Shunrei estaba concentrada en la pelea entre Seiya y Shiryu. Supo que esa pelea estaba mal, ellos eran amigos y no debían estar lastimándose, no era correcto… no debía ser.
-Basta… - Susurro primero ya luego grito - ¡Basta Shiryu detente! El es tu amigo…
El se detuvo mientras Shunrei sollozando se acerco a Seiya - Volviste por el ¿Verdad? Vas a llevártelo otra vez.
Seiya no supo como responderle que era cierto y solo dijo - Vayamos a un lugar seguro ahí les explicare.

Los caballeros de bronce esperaban fuera de la cámara de Athenea. Hyoga observaba a Shun caminar nervioso y se sentía impotente ante la situación. Shaka fue muy atento al explicarles lo que paso el día anterior y tras el fuerte entrenamiento y su propia experiencia entendió a lo que se enfrentarían. Los daimones no eran enemigos que peleaban abiertamente lo que les hacia mas peligrosos. Por ello estaba preocupado, si lograron que el lastimara a su amigo y a June, serian capaz de mucho mas.
-¿Por qué no te sientas? - Pregunto Ikki a Shun deteniéndole - Ya casi haces un hueco en el suelo.
-No abren la puerta - Respondió el.
-Lo se, pero la abrirán cuando Athenea termine de hablar con ellos.
-Es que no quiero perder mas el tiempo, después de ver a Athenea buscare a June - Dijo Shun y volvió a apurar el paso.
-Espera quiero decirte algo - dijo Hyoga pero Shun no parecía escucharlo -Sigue enfadado conmigo…
-¡¿Y como esperas que este después de lo que paso?! - Rezongo Ikki y Hyoga no tuvo ánimos para replicar.
-No debí decirte eso Hyoga. - Susurro Ikki - Es solo que también estoy nervioso. No estoy acostumbrado a preocuparme por una situación, normalmente enfrento las dificultades cuando se presentan no antes.
-¿Eso fue una disculpa? -pregunto el cisne.
-Ya oíste, no me gusta repetir mis palabras.
Hyoga se sonrió un poco, sabia que era lo mejor que podía esperar del Fénix. Ambos observaron a Shun en espera que las puertas de las cámaras de Athenea se abrieran para hablar con ella. Entonces se abrieron y se extrañaron al ver que Milo y Kanon no estaban entre el resto de los caballeros dorados que salieron de ahí. En ese momento que ella le permitió pasar y aunque Athenea les sonrió notaron que estaba preocupada. Hyoga, Shun e Ikki, entraron en silencio.
Athenea se levanto en cuanto los miro entrar, ya luego dijo -Supongo que están cansados luego de las pruebas que Shaka les hizo ¿no? Podrán descansar una vez que hable con ustedes. Deberán hacerlo, tenemos tiempos difíciles por delante. Debo decirles que las amazonas no regresaran porque aceptaron a Artemisa.
-¡¿Qué?! -Shun replico - No es posible.
-Es mi culpa - Dijo Hyoga - Si yo no hubiera…
-Ella la acepto porque quiso - dijo Ikki.
-Ikki, pero no te precipites en juzgarla, así como tu Hyoga no te culpes mas - dijo Athenea y luego vio a Shun - A ti te pido que confíes en ella, June tiene una poderosa razón para quedarse con mi hermana. Aioria esta tranquilo porque sabe que Marín tratara de convencer a Shaina de regresar, se lo dijo antes de cambiar tan bruscamente por la influencia del daimon.
-¿Piensa que June también lo intentara? - Pregunto Hyoga
-Estoy segura, por ello no deben preocuparse - Athenea sonrió - Entre ellas y el par de mensajeros que envié convencerán a mi hermana de regresar junto con las amazonas.
Ikki entendió el porque Milo y Kanon estaban ausentes -Ellos son sus mensajeros… ¿Por que no nos aviso? Yo hubiera ido con gusto, para reparar mi error de esta mañana.
-Porque tú… eres necesario aquí - dijo Athenea - Todos lo serán una vez que ella decida atacar, además mi padre podría enviar a sus verdugos en cualquier momento, nadie saldrá del santuario por seguridad. Es una orden, al igual que descansen.
-De acuerdo - Replico Ikki no muy convencido.
-Si lo haremos - Dijo Hyoga, sabía que estaba preocupada y no querían preocuparla más.
Athenea le dijo a Shun quien no había dicho palabra en todo el rato - Se que esperas para hablar conmigo a solas, yo también.

Por otro lado Shaina observaba a Milo, ofendida porque pensaba que le mentía. Por fin con la voz temblorosa de ira dijo -Así que no fue solo que insultara a Athenea lo que hizo que me lastimaras. Sino celos hacia Seiya…
-Si eso fue lo que… - Milo se interrumpió cuando Shaina lo empujo al piso y lo detuvo ahí casi aplastándole el cuello con el pie.
-¡Nunca creí que llegaras tan bajo por obedecerle maldito!
Milo a duras penas detenía su pie: Es cierto, pero se que tu amas a Seiya y no tengo esperanzas de que me ames.
-¡No me tragare esta treta Milo! - Se separo con brusquedad para no flaquear y aceptar lo que ella pensaba era un engaño.
Milo se levanto -Shaina cree lo que te digo, yo te amo. Incluso Artemisa sabe bien que es cierto, por ello trataba de alejarme de ti, ella lo supo incluso antes que yo mismo lo aceptara, Athenea también lo sabe.
-¡Athenea lo sabe porque es lo que te ordeno decir y no voy a escuchar mas mentiras, largo! - dijo y señalo la salida.
Milo no se movió y ella quiso salir entonces, Milo intento detenerla y ella lo ataco con furia
-¡Garras del trueno!
El enojo le daba fuerzas a Shaina y Milo tardo en recuperarse de su ataque pero se levanto porque no iba a dejarla ir creyendo que le mentía. Le alcanzo abrazándola por la espalda impidiendo así que se moviera.
-Suéltame o te ira mal - Ella trato de soltarse, pero Milo la atenazo y siguió hablando.
-Escúchame Shaina, se que no debí alzar mi mano contra ti. Pero estaba furioso Seiya solo supo herirte y humillarte y aun así lo besaste. Mi sangre se encendió al verte y tome de pretexto el que insultaras a Athenea para castigarte por elegirlo a el en vez de a mí…
Las lágrimas rebosaron los ojos de Shaina al escucharle, mientras la respiración de Milo en su nuca la turbaba y no podía resistirlo, si lo seguía escuchando iba a creerle… porque quería creerle. Entonces echo su cabeza hacia atrás golpeándolo en la nariz, pero Milo no la soltó y ella grito desesperada -¡Eres un verdadero estúpido, nunca te creí capaz de herirme así!
-Lo se… merezco mas tus insultos que tu afecto - Milo replico con Shaina aun resistiéndose.
-Cállate ¿Qué no tienes idea de lo que me lastiman tus palabras? Eras mi mejor amigo… el único. Solo tú me apoyaste cuando ese idiota me rechazo. Sabes mejor que nadie por lo que pase y… me torturas ahora.
-No es mi intención lastimarte, yo solo… - Milo le soltó y ella no lo volteo a ver tratando de resistir las lagrimas pero ya no le era posible.
-Pero lo hiciste… y lo haces ahora con estas mentiras. Milo tu obligación hacia Athenea es lo mas importante en tu vida, lo demostraste al defenderla y al venir aquí como res al sacrificio. Se que nunca te permitirás amar así que deja de decir que me amas porque cada vez que lo dices me lastimas.
-¿Por qué dices eso Shaina? -Pregunto mientras le sostenía sus hombros.
-Porque yo… yo si te amo - Dijo Shaina en voz baja.
Milo se paralizo oír esto, eso significaba que era correspondido, su corazón latió con mas rapidez por la alegría. Le pregunto entonces ¿Cuando te diste cuenta?
-¿Debo decírtelo? - Ella se volteo - No lo se, ni yo misma se cuando me enamore de ti. Pero eso no importa porque me estas mintiendo. Tu nunca te permitirías enamorarte te conozco bien.
-Creo que no lo suficiente - Le dijo Milo y tomo su rostro con suavidad - Porque deberías darte cuenta que no miento.
Shaina lo miro directamente a los ojos y supo que realmente la amaba porque nunca la habían visto así y sus palabras lo confirmaron - Y no vine aquí buscándote como aliada para Athenea sino porque eres la mujer que amo.
-Amar nos esta prohibido…
-No me importa si esta prohibido o si me castigan por ello. Porque no puede haber más castigo que dejarte ir.
Shaina lo abrazo con fuerza como si el fuera a desaparecer y Milo se deleito con el aroma de su cabello y la sensación de tenerla cerca, mas cerca de lo que nunca imagino. Por un minuto la mantuvo así, pero siguiendo un impulso tomo suavemente su rostro con sus manos y la vio fijamente, antes de besarla, al principio solo rozando sus labios, acostumbrándose a su forma, a su suavidad. Shaina cerro sus ojos al primer beso que tenia en su vida, era diferente al que le dio a Seiya. Era... hermoso, al concentrarse en esa deliciosa sensación acaricio la espalda de Milo. Pero esos besos tiernos se fueron convirtiendo en besos más fuertes y apasionados. Shaina correspondió con la misma intensidad que el, mientras enredaba sus dedos entre su largo y rizado cabello.
Pero Artemisa regreso, la diosa entro al cuerpo de Shaina e iba reprenderla, pero las sensaciones que la amazona sentía eran un recordatorio de lo paso con Orión. Esos besos estaban cargados de amor y sintió un poco de envidia por su amazona. Pero reacciono y logro soltarse expulsándolo con su cosmos.
-¿Shaina? -Pregunto Milo al notarla tan callada pero el cabello de ella cambio nuevamente de color y mostró una sonrisa maliciosa al volverse - Artemisa…
-Su alteza por favor. Me temo que no puedo permitirle seguir aquí - Dijo con una enormes sonrisa - Pero solo porque se lo que realmente le ama no le castigo por tal osadía.
Artemisa no pudo menos que seguir sintiéndose culpable por separarlos pero no iba a decirlo, tampoco quiso dejar ver sus emociones y dijo -Shaina me pidió que lo dejara irse, en vez de matarlo como se merece. Cumpliré su deseo, abandone esta isla de inmediato junto con su compañero.
Siguiendo un impulso Milo le agarro el brazo - Entiendo que no quiera dejarme verla pero… ¡AHHHHHH!
Milo soltó un grito sorpresivamente Milo dio un fuerte grito y se retorció de dolor mientras Apolo lo atacaba con su cosmos
-¡Maldito mortal! - Dijo Apolo furioso - No te preocupes hermana, regrese justo a tiempo para salvarte de esta alimaña otra vez.
-Así es señor Apolo - dijo Odiseo detrás de el - Al fue quien le hirió ayer, seguro quiso rematarla.
-Esa es una mentira - Replico Milo tratando de levantarse adolorido solo para recibir otro ataque de Apolo. “Porque si lastimo a Artemisa lastimo a quien mas amo.” - Pensó sin poder hablar del dolor.
Apolo los miro a ambos fijamente, y se dio cuenta que Milo decía la verdad y que ella le correspondía. Pero se puso más furioso aun al notar que su hermano lo sabia y aun así se dejo besar por el. Quiso matarlo pero antes de que lo rematara fue detenido por Artemisa.
-¿Qué crees que estas haciendo hermano? - Ella le grito.
-¿Cómo puedes ser tan atrevido? Vino a insultarte y… ¿Por qué están aquí?
-Yo les permití la entrada, y les advertí a tus ángeles que los dejan en paz.
-Artemisa esta isla es sagrada para nosotros y ellos son peligrosos, debiste avisarme de inmediato de su llegada.
Ella observo a Odiseo y rezongo -Y no fue necesario que lo hiciera ¿verdad? Tienes tus propios espías.
-No me has respondido ¿Por qué les permitiste la entrada y detuviste a mis ángeles para que no les lastimaran?
La diosa pensó en justificar su conducta pero en realidad no tenia mas explicaron que la obvia y era mejor decirle a su hermano la verdad. -Athenea los envió tal como pedí y tuve que escucharla para no faltar a mi palabra, además ni tu, ni tus ángeles tienen por que intervenir. Esto es un asunto privado.
-Escuchaste a Athenea… ¿Qué te dijo?
-Trato de justificarse por lo sucedido, pero no era necesario. Yo se bien porque lo hizo - dijo y se acerco a Milo quien estaba muy lastimado. Ella se sintió mal por el y por Shaina quien sufría al verlo así pero no era momento de retractarse, no después de todo lo que había hecho.
“Solo falta un poco mas para cumplir mi venganza” -Pensó la diosa.
Pero Apolo pensó que ella se preocupaba de más por Milo y pregunto -Artemisa… El es un enemigo... deberías acabar con el ahora.
-Puedo acabarlo en el momento que desee Apolo - Ella respondió - Pero el llego como un mensajero de nuestra hermana y como tal debe regresar con ella.
-¿Que dijiste Artemisa?
-Es hora que regrese con Athenea, ahora acompáñame afuera y dile a tu ángel que ayude al guerrero de Athenea.
Apolo apretó el puño furioso pero hizo lo que su hermana pidió.
 

Marín y June quienes estaban cansadas de ver que Cagglio se ensañara con Kanon por ello le dijeron a Misha que la detuviera, pero nunca pensaron que ella se atreviera lastimar a su alumna solo por seguir en contra de el. Pero lo acaban de ver. Misha rodó varios metros antes de caer a sus pies.
-¡Misha! - grito June y se acerco a verla, ella parecía estar bien solo aturdida por un fuerte golpe en la cabeza.
-Realmente no te detienes ante nada ¿verdad perra? - Kanon comento.
-Ella se lo busco por interrumpió la pelea - Cagglio replico y volvió a golpearlo- ¡Esta es mi venganza y nadie la arruinara!
-Oye… te están escuchando - Kanon se rió y señalo a Marín y June quienes confirmaron con esto que Cagglio ocultaba algo.
-Ya no importa, porque con permiso ó no de Artemisa te matare. Y si este par se interpone también les mato.
Marín se adelanto - ¿Qué es lo que esperas? Anda.
-Espera - June la detuvo - Recuerda que ella tiene cierta ventaja…
-No importa, si me mata dudo que pueda justificarte ante Artemisa esta vez. Dime Cagglio ¿Cómo justificaras nuestras muertes si es que logras vencernos? -Marín insistió.
-Algo inventare, su alteza confía ciegamente en mí. - Cagglio dijo burlona.
Mientras ellas discutían Misha se acerco a Kanon y le pregunto - ¿Esta bien?
El alejo su mano de un golpe - ¿Te atreves a preguntar? No estoy bien gracias a ti.
-Ya te dije tuve que hacerlo, por su alteza… Pero si finges pedir perdón frente a ellas podrás irte.
-¿Y aceptar algo que nunca hice? Para ti es fácil decirlo ya que mientes con gran facilidad.
-Pero mi maestra es capaz de matarle.
-Eso sino acabo con ella primero - Dijo y se levanto escupiendo un poco de sangre.
Misha insistió y se interponía en su camino hacia Cagglio quien aun discutía con Marín - Pero es que no sabe que ella puede…
Kanon la hizo a un lado de un empujón desesperado por su insistencia.
-¡No la toques! - dijo en voz alta Artemisa que en ese momento llego miro a Misha con sangre en la boca y se enfureció acercándose a Kanon. - ¿Te atreviste a lastimar de nuevo a mi amazona?
Kanon respondió -No le lastime, sino me cree pregúntele a las demás amazonas.
Artemisa miro a Marín quien respondió - Fue la misma Cagglio quien lo hizo, además no quiso detenerse cuando Misha se lo pidió. Dice que es su venganza
-Cagglio explícame ¿Venganza por que? Artemisa pregunto.
-Es un asunto sin importancia - Replico Cagglio nerviosa.
-Si fue de tan poca importancia ¿Por qué quisiste matar a su alumna? -Se dirigió a Kanon.
Kanon respondió enfadado - Desde ayer trato de explicar que yo no quise matarla, fue un accidente. Si ella me acuso es solo porque su maestra se lo indico para vengarse de mí. Pregunte y veamos si sostiene su acusación.
-No es mala idea, Misha… - la diosa se dirigió a la chica.
Ella paso saliva y respondió presurosa sin subir su rostro -Es la verdad mis heridas de ayer fueron por accidente… ese extraño par nos ataco y… una de ellos me uso de escudo para que los ataques de él no le dieran.
-¿Qué extraño par? - Interrumpió Artemisa.
-Daimones - Replico Kanon - Un par de daimones enviados por Hera. Fue un ataque directo a su amazona.
Artemisa iba a gritarle por interrumpir pero supo que no mentía y miro a Cagglio de forma dura mientras Marín y June confirmaron sus sospechas.
-Entonces ¿Por qué no dijiste la verdad?
Misha se dio cuenta que estaba ya en grandes problemas y respondió -Pero yo le dije a mi maestra lo que paso pero ella me dijo que debía mentirle para…
-Cagglio… ¿Tú le dijiste que mintiera? - Artemisa la miro decepcionada.
-Yo lo hice porque usted… -Cagglio bajo la cabeza.
-¿Ve? Todo el tiempo me acusaron de algo que no hice - Kanon interrumpió.
-¡Usted no hable!- Le grito la diosa furiosa a Kanon - Tiene suerte de que Shaina intercediera por su amigo y usted de lo contrario estarían muertos ya. Ahora largo y díganle a mi hermana que tampoco olvidé la promesa que hice la noche que Orión murió. Ella sabe a lo que me refiero.
Ni Kanon ni Milo entendieron lo que quiso decir la diosa aunque imaginaban que su esfuerzo no sirvió de mucho y debían preparase para ello. La diosa debía estar muy segura de poner ganar porque los envió de regreso cuando pudo matarles.

Shiryu aun se veía adolorido luego de las heridas que recibió defendiendo a Shunrei de los aldeanos y mientras Shunrei lo curaba Seiya los veía en silencio. Ya les había contado lo sucedido en el santuario y sobre los daimones pero Shiryu no daba muestras de entender porque eso debía importarle ya que no recordaba quien era.
Shunrei ahora sabia porque sus amigas y todos los aldeanos comenzaron a comportarse, tan extraños y violentos contra los demás. Sus miradas perdidas eran por culpa de unos seres que manipularon sus mentes para su beneficio. Ellos los forzaron a matar y hacerles olvidar toda su vida si querían. Y si lo hacían era solo por ayudar a una diosa egoísta a destruir a Athenea y todo el mundo si deseaban. Aunque Shunrei no quería creerlo era verdad. Lo que ella hizo provoco un gran problema.
-Athenea me dijo que solo tú podías hacerlo recordar Shunrei - Le dijo Seiya.
-Yo no se como…creí que todo era un sueño hasta ahora.
-Tu eres quien puede lograrlo debes saber como.
-¡Yo no lo se! Mejor iré a buscar unas toallas limpias- dijo Shunrei.
-Oye…
-Tú… vienes aquí cada vez que te place y te lo llevas, lo alejas de mi lado sin importarte como me siento. Pues ya no, si dices que solo yo puedo hacerlo recuperar la memoria pues no lo haré. No se lo volveré a entregar a esa diosa por la que seguramente va a morir.
-Saori nunca ha deseado su muerte.
-¿Nunca? Pero permite que se arriesguen por ella. Pues no dejare que lo arranque de mi lado - Grito y se encerró en su habitación dando un portazo.
Seiya supo que la chica hablaba en serio, no podría convencerla fácilmente si ella no quería ayudar. Mientras Shiryu sentía un fuerte dolor de cabeza, ninguna de sus heridas o golpes lo provocaba, era la sensación de que olvidaba algo muy importante.
Shunrei vio hacia el rincón donde guardaba la armadura del dragón y soltó el llanto. A pesar de ocultarla seguía siendo parte de su vida.
Lete seguía a su lado a pesar de que la pelea con sus hermanos no fue sencilla. Hera lo considero un traidor y les ordeno acabar con el. Lo dejaron mal herido y no tuvo mas opción que devorar varias memorias y fortalecerse para poder escapar, con tanto dolor causado por Ate y sus hermanos las memorias de las personas que estaba apunto de morir lo ayudaron mucho. Les dio una muerte tranquila y obtuvo energías para seguir adelante. Ahora que sus hermanos se habían retirado por ordenes de Hera el vacilaba, nunca antes alguien lo puso a dudar sobre su trabajo. Shunrei comenzó orar, así como el día que Shiryu se fue en espera de una respuesta. Al ver a la chica sufrir así, no podía evitar el sentir por ella más que compasión y entendimiento, maldecía entonces el tener consigo los recuerdos de Shiryu. Era seguro que esos recuerdos eran los que lo hacían sentirse así.
“Perdona jovencita pero estaré mejor sin sus recuerdos.”
Lete se presento ante ella y Shunrei intento retroceder al verlo aparecer, pero no pudo Lete se lo impidió esbozando una sonrisa - No voy a lastimarte.
Ella tartamudeo - Tú… tú estuviste en mi sueño.
-Bien sabes que no fue un sueño… soy Lete y traigo el olvido.
-Entonces tú fuiste quien lo hizo olvidar, quien me concedió ese deseo… este maldito deseo.
El la miraba fijamente con esos ojos oscuros -Hiciste todo lo que una mujer enamorada y desesperada haría. No te juzgo, he ayudado a olvidar a personas por razones mas egoístas que tu. Tus razones fueron nobles, equivocadas pero nobles. Pero eso tiene remedio.
-¿En serio?
-Te veo sufrir, tu petición no te hace feliz como pensaste y si quieres reconsiderarla puedo ayudarte.
Shunrei bajo la mirada y apretó la tela de su ropa. Le ofrecían enmendar su error, aunque eso significaba enviar a Shiryu a la muerte otra vez. Pero ya vio que no podía detenerlo, porque lo amara tal como era, y el nunca huiría de una pelea. Lo estaba obligando a hacer algo que no deseaba.
-Pero solo hay un inconveniente - Dijo Lete - Una vez que tomo las memorias de una persona no debo devolverlas a menos que me tome otras en su lugar. Eso significa que me llevare sus recuerdos contigo.
-¿Ya no me recordara?
Lete le sonrió compasivo - Así es, pero no hay otra opción.
-Entiendo después de todo será lo mejor… que el me olvide, que no recuerde siquiera que me conoció - Shunrei musito.
-¿Estas segura jovencita?
-Si… -dijo Shunrei sin resistir las lagrimas. Lete se dirigió hacia donde estaba Shiryu pero ella lo detuvo.
-¡Espere! Si Shiryu nuevamente esta en peligro de morir, no quiero saberlo, no quiero sufrir más.
-¿Deseas olvidarlo entonces? - Lete pregunto conmovido.
-Por favor… si el se va, no podré soportarlo -Shunrei respondió llorando.
Lete la miro fijamente y acaricio los lacios cabello de Shunrei antes de hacer su trabajo. Sus dedos borraron la memoria de Shunrei mientras Lete lamentaba más que nunca el ser un Daimon.

En el Santuario Mu observo las últimas armaduras que reparo, se limpio el sudor en la frente y llamo a Kiki, el niño llego de inmediato con una sonrisa.
-Si maestro.
-Coloca estas armaduras en donde te señalo - Dijo con voz baja y dándole una nota, estaba visiblemente cansado.
El niño observo las cajas y noto que eran las de las armaduras que portaron las amazonas.
-¿Va a pretender que no tienen dueño? Pero…
-Kiki no hay mucho tiempo, hazlo por favor.
-Bien lo haré ahora mismo - El niño se retiro si notar que poco después de su salida Mu casi cayó al suelo pero se obligo a levantarse.
“Tengo trabajo que terminar, todas las armaduras deben estar listas para mañana en la noche de lo contrario estaremos acabados.”

Mientras Kanon y Milo salían de la isla en el barco Artemisa les indico a Cagglio y Misha que la siguieran.
-¿Qué habrá querido decir Artemisa con que cumplirá su promesa? - Pregunto Marín a June y ella se alzo de hombros preocupada.
La misma pregunta le hizo Apolo a su hermana pero ella no respondió de lo enfadada que se encontraba. Apolo fue entonces tras su hermana al igual que Marín y June. Ellas decidieron esperaban afuera ya que se escuchaba como Artemisa le gritaba a Cagglio.
-¿Como pudiste? -La diosa pregunto - ¿Tu entre todas…?
-Le ofrezco disculpas su alteza…- Cagglio se inclino ante ella.
-Una disculpa no es suficiente Cagglio. Yo confiaba en ti, nunca pensé que tú podrías decirle a tu alumna que mintiera en algo tan importante. Mi hermana y yo discutimos por eso… Shaina fue herida por una mentira. ¡Que idiota! Incluso te permití castigar de a ese hombre creyendo que casi mato a tu alumna - Señalo a Misha - Y tu…
-Lo siento, lo siento mucho puede castigarme lo merezco - Misha estaba aterrorizada pero a la vez se le quito un peso de encima al decir la verdad. Iba a ser castigada pero lo merecía con creces.
Artemisa encendió su cosmos y lo concentro para castigar a la culpable, Misha se asombro cuando quien recibió el ataque fue su maestra no ella.
-Sabía que serias problemática por tu falta de experiencia pero no esperaba esto. Sal de aquí - Le dijo a Misha mientras Cagglio se retorcía de dolor - No debes obedecer siempre a tu maestra. ¿Acaso no tienes criterio propio?
-Yo tuve miedo… - Misha replico.
-Lo se, eres una gran cobarde. Ahora fuera, hablare contigo después.
Ella salió corriendo arrepentida de haber puesto a su maestra en problemas, de causar tantos conflictos. Mientras tanto la diosa se acerco a una muy adolorida Cagglio.
-Exijo una explicación de tu parte y más vale que me digas la verdad. ¿Por qué armaste esta mentira?
-Debía sacarla del santuario, Hera dijo que su padre lo destruiría pronto debía protegerla…
Artemisa le jalo los cabellos - No me trates de engañar. Yo se que intenta destruirlo para eso mismo me preparaba. ¿Dudaste de mi capacidad para enfrentarlo?
Cagglio grito -¡Shaina acabada de rechazarla, ni Marín ni June la aceptaban! Yo debía asegurar su bienestar.
Artemisa la soltó y dio unos pasos - Esa solo fue unas de las razones ¿Verdad? Ahora dime tus verdaderos motivos para odiar ese hombre. ¿El vio tu rostro?
Cagglio paso saliva -¡Fue un descuido!… el era un niño entonces y yo trate de enmendar mi error, solo que no pude. Cuando eso sucedió; no me quedo más remedio que seguir lo que Athenea ordenaba. ¡Pero yo no iba a amarlo nunca lo haría!
-¡Por favor Cagglio! No pretendas que crea tal excusa porque nunca antes le obedeciste. Tampoco creo que tú siendo la mas fuerte de todas mis amazonas no pudiste matarlo. ¿O no quisiste entonces?
-¡Lo intente hace trece años!- grito Cagglio - Yo lo creí muerto, pero al regresar al santuario estaba con vida y usted nos prohibió cualquier conflicto con ellos. No podía hacer más que obedecerla.
-¿Por ello le pusiste una trampa ayer?
-Yo… lo siento - Cagglio susurro y Artemisa se levanto furiosa.
-¡Tu también me traicionaste Cagglio!- Dijo Artemisa antes de atacarla de nuevo con su cosmos.
Apolo detuvo a Artemisa entonces -Hermana, basta Cagglio siempre ha estado de tu lado.
-Ella es mi amazona y puedo hacer con ella lo que me plazca, Apolo.
Cagglio ya no se movía y Apolo replico - Pero fuiste muy dura en su castigo, casi la matas.
-¿Por qué le defiendes ahora si nunca te ha caído bien?
-No lo hago porque me agrade. Pero es mejor que le dejes en paz y me digas que significa el mensaje que le enviste a Athenea.
-No te incumbe.
-¡Claro que me incumbe, dime que planeas!
Artemisa se fue a una de las habitaciones para no ser escuchados.
-Es parte del pacto que ambas tenemos ¿Contento?
Apolo se sorprendió - El pacto… ¿Nuevamente vas a ayudarle Artemisa? No entiendo ¿Todo esto fue una farsa?
Artemisa se rió - No Apolo, pero se reconocer mis errores. Athenea demostró su sinceridad al enviar a sus guerreros con mi armadura a pesar de lo que pretendía hacer con ellos, uno de ellos era inocente y aun así vino. Dime ¿Alguien culpable me daría tal ventaja? Razone lo que me dijo y analice todo lo sucedido. Las heridas a Marín días atrás, el ataque de Misha por esos daimones que Hera envió.
-Pero ese guerrero pudo mentir.
Artemisa replico -No hay mentira en el, todo fue un engaño en que caí, y tu también me engañaste.
-¿Me acusas de mentirte?
-Si Apolo… tu me dijiste que Athenea libero a los daimones pero se bien que Hera también tiene el poder para hacerlo y el que ella lo hubiera hecho tiene mas sentido. Solo a ella le interesaría destruir a mis amazonas ¿Por qué me mentiste y le seguiste el juego a Hera? - lo miro con coraje.
-Ella… amenazo con lastimarte ahora que eres vulnerable - Respondió al fin Apolo, nerviosos - Debí negarme lo se, pero no quería arriesgarme a que te hiriera.
-Estoy harta de que me consideren débil. Sino lo hubieras hecho mis amazonas habrían salido heridas, ni me habría enfurecido con Athenea. Tú me convenciste para que apoyara a nuestro padre ¿Qué intentas hacer con eso?
Apolo dio unos pasos atrás nervioso - Artemisa ¿Sabes que solo lograras que se enfurezca mas contigo sino le obedeces? No tendrás las armaduras que pediste y tus amazonas estarán desprotegidas nuevamente, además Hefesto se enfurecerá porque trabajo en vano.
Artemisa lo interrumpió - Mira ellas ya tienen armaduras, no necesitan de otras. Y no me importa lo que diga Hefesto, mi padre o tú. Me regresare al santuario de Athenea junto con mis amazonas mañana temprano si quieres apoyarme en esto bien, sino de igual manera lo haré.
El respiro profundamente todos sus esfuerzos se desperdiciaron y tal como su padre le dijo solo lo utilizo. Mostró su mejor sonrisa y le dijo - Artemisa tu sabes que solo quiero lo mejor para ti y te apoyare en lo que decidas, pero esto tendrá graves consecuencias para ti.
-No soy cobarde lo sabes bien.
Apolo se acerco y le dijo: Pero eres muy insensata, por ello debo cuidarte.
-Hermano, basta ya de tratar de cuidarme - Le dijo enojada.
Apolo la abrazo con fuerza -Ya lo se, perdona Artemisa pero es que no quiero perderte otra vez, no lo resistiría lo sabes.
Ella sintió que ese abrazo era mas posesivo que de costumbre pero creyó que era porque estaba preocupado así que no le dio importancia.
-Apolo no siempre podré tener tu protección. Necesito ser fuerte.
-Lo se… pero eso no implica que no quiera lo mejor para ti. Y si tú consideras que eso es lo mejor entonces las apoyare aunque el olimpo se desplome.
-Es posible que suceda.- dijo Artemisa.
-Lo se, si desde niña casi lo destruyes con tus travesuras - Se rió Apolo y eso la tranquilizo - Ah lo olvide te traigo un regalo.
-¿Un regalo? - Ella pregunto extrañada.
Apolo le extendió una caja y Artemisa observo que dentro de esta se encontraban unas nuevas protecciones para su antebrazo y guantes especiales para arquería. Tenían algunas incrustaciones de oro en la piel del equipo.
-Los guarde por mucho tiempo especialmente para ti. ¿Por que no te los pruebas? - Pregunto Apolo con una sonrisa y Artemisa le devolvió la sonrisa antes de probárselos, le quedaban perfectamente.
-Son hermosos y me serán muy útiles en la próxima batalla.
-Si son útiles, pero tu batalla será liberarte de ellos. - Dijo Apolo y trono los dedos, en ese instante los protectores brillaron y Artemisa fue atraída por una fuerza extraordinaria hacia una columna.
-¿Qué es esto? - Pregunto Artemisa furiosa al notar que no podía moverse.
-Algo que te enseñara a no jugar más conmigo Artemisa.
-Apolo ¿Por qué dices eso? Suéltame.
-No quise creerle a nuestro padre, pero tenia razón. En cuanto se te paso el enojo con Athenea vuelves a su lado sin importarte mis esfuerzos ni mis sentimientos. Les permitiste a sus guerreros pisar esta isla sagrada y a pesar de lo que te hicieron los dejaste ir.
-Apolo… Por favor suéltame, me estas enfureciendo.
El no respondió y Artemisa encendió su cosmos tratando de soltarse, pero fue inútil entonces grito - ¡Amazonas ayúdenme!

Afuera Misha se arrepentía por ocultar la verdad y de decirla. El castigo a su maestra fue terrible por lo que escucho, aunque por fin entendía porque lo odiaba tanto, creyó matarlo y al no lo lograrlo nuevamente perdió su honor.
-No debí mentir… -Susurro Misha y miro a June y Marín - Lo siento…
Marín no le dijo palabra, ni June ambas estaban resentidas con ella, pero se alegraban que dijo la verdad. Tal vez regresarían pronto a casa.
Entonces escucharon los gritos de Artemisa entraron corriendo y los ángeles fueron detrás de ellas caminando con tranquilidad. Misha se detuvo a ayudar a Cagglio quien estaba malherida mientras ellas entraban a la habitación.
-¡Marín ayúdame, quitadme esto por favor! - Dijo la diosa en cuando la miro - Los protectores de mis brazos ¡Quitádmelos!
Marín y June no entendieron lo que sucedía al entrar pero si Artemisa estaba en problemas también lo estaba Shaina. Así que fueron a ayudarle. Apolo miro tranquilo como Marín y June trataban inútilmente de remover los protectores.
-No podrán soltarte hermanita, fueron hechas especialmente para ti por Hefesto y tu sabes que lo que el hace no se puede quitar a menos que el quiera… o yo - Dijo Apolo.
Al escuchar esto Artemisa se alarmo porque supo que no lograría soltarse de sus ataduras - Es verdad…
-Entonces rompámoslos -Dijo Marín pero antes de que lo hiciera Touma la ataco por la espalda. June corrió la misma suerte por manos de Teseo.
-Marín… June - Ella miro esto asustada -¿Qué has hecho Apolo? Las mataste
-¿Cómo crees? - Apolo se acerco y la agarro por al barbilla - No soy capaz de ello, solo se encargaron de detenerlas el tiempo necesario para que me deshaga de Athenea.
-Apolo no… ¿Por qué obedeces a nuestro padre?
-Por ti hermanita… solo por ti.
-No entiendo…
-Eso ya lo se… que no he logrado que entiendas que tanto te amo - Respondió y luego la beso a la fuerza.
Shaina no estaba preparada para esto y trataba inútilmente de resistirse. Artemisa estaba aterrada, no podía creer lo que pasaba, el era su hermano, eso no era correcto. Sus sentimientos estaban equivocados, cuanto Apolo se separo vio la expresión de horror Shaina, por lo tanto también de Artemisa.
-¿Porque hiciste eso? Apolo... ¿Por que? - Grito y trato otra vez de soltarse.
-Sabes la respuesta, te amo. Y una vez que te conviertas en mi esposa no podrá dañarte. Ese es el trato, me encargo de Athenea y tú podrás seguir viva a mi lado.
-¡Eso nunca!
-Permanecerás aquí hasta que Athenea muera, entonces vendré por ti y te liberare justo a tiempo para desposarnos.
-Estás loco… ¡No me encontraras aquí cuando regreses!
-Eres optimista Artemisa.
En tanto Cagglio reaccionaba del castigo que Artemisa le dio y Misha le pregunto preocupada. -Maestra ¿Esta bien?
-Por tu culpa... - Cagglio rechazo su ayuda - ¿No pudiste mantener tu bocota cerrada?
-Maestra, su alteza ocupa ayuda...
-Lo se… - Cagglio se levanto y de un fuerte golpe en el estomago logro que se desmayara del dolor y fue a la siguiente habitación.
Artemisa seguía gritándole a su hermano - Yo no puedo amarte Apolo, ni ti ni nadie ¡Lo jure!
-¿Y que hay de Orión? Espera… Ya lo olvide si tu misma lo mataste.
-Tú me orillaste a ello, me engañaste.- Lo miro furiosa.
-Solo cumplía órdenes de nuestro padre.
-Eso lo dudo ya - Replico Artemisa luego de lo sucedido.
Apolo respondió con una sonrisa cínica - Debiste dudarlo siempre, lo hice por gusto, no iba a permitir que ese estúpido te tocara. Tampoco permitiré que ningún otro hombre lo haga ahora.
-¡Me las pagarás! - Grito Artemisa - Tal vez no ahora pero te haré pagar por esto.
-Su alteza… ¿Esta bien? - Dijo Cagglio entrando a la habitación en tanto los hermanos como los ángeles voltearon a verla.
-No te molestes en tratar de soltarla Cagglio -dijo Apolo - Hefesto hizo sus ataduras.
-Señor Apolo… ¿Qué hará con los caballeros que recién se fueron? - Pregunto Cagglio.
-Mi hermana pudo perdonarlos pero yo no, acabare con ambos.
“Milo… no” - Pensó Shaina asustada.
-¿Me permitirá acabar yo misma con Kanon? - Dijo la amazona casi en tono de suplica.
-Cagglio… ¿Por qué? - Pregunto la diosa. Artemisa se asusto al oírla, tampoco Shaina pudo creer lo que dijo.
-Usted misma me negó la venganza al aliarse con Athenea - Replico Cagglio sin verla a la cara - Y ya no estoy dispuesta a dejarlo vivir más, lo siento.
Odiseo se acerco con cautela a Apolo -¿Señor?
-Cagglio acompáñanos, partiremos de inmediato - Dijo Apolo - Síganme iremos tras la cabeza de Athenea.
Artemisa no podía creer lo que pasaba y soltó el llanto cuando su hermano se fue, todas las amazonas estaban desmayadas en el piso. Supo que cuando reaccionaran tal vez fuera demasiado tarde.

Cuando Athenea le pidió a Shun hablar con el Ikki le pregunto -¿Te espero hermano?
-No se cuanto tarde, mejor vete - Susurro Shun.
-De acuerdo te esperare abajo - dijo Ikki y se retiro, Hyoga quien era el ultimo en salir del salón iba unos pasos detrás de el.
-Espera Hyoga - Shun lo llamo mientras cerraba la puerta y sonreía levemente - Tengo que decirte algo.
Hyoga se acerco - dime.
-Bueno, se que el daimon te controlo y por ello casi me matas ayer.
-Así fue, perdóname yo no quise...
Shun lo interrumpió - Hyoga, no guardo resentimientos en contra tuya, no eras tu mismo entonces. Al contrario debo agradecerte esta oportunidad.
-¿De que oportunidad hablas?
-Los daimones te controlan por medio del temor y se que tu mayor miedo era que Hades hubiera permanecido en mi y tomara control otra vez ¿Verdad? Pues debo decirte que… tenías razón - dijo Shun antes de cerrar la puerta.
Hyoga pensó que era una broma. Pero Shun era muy tranquilo y no podría bromear con algo tan serio en esos momentos. Intento abrir la puerta pero le fue imposible, estaba sellada por un poderoso cosmos entonces echo un grito de desesperación - ¡No, Shun nooooo!