Saint Seiya Fan Fiction ❯ La Letra Pequeña ❯ El Lunes del Escorpión ( Chapter 1 )

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N/A: Estén atentos a los cambios de locación y a cualquier frase entre "::frase::" indica una acción realizada durante el dialogo. Les pido de favor que sumen 2 años a las edades de todos los personajes propios de la serie. El fic se sitúa un año después de la batalla contra Hades.

 

Saint Seiya y los personajes relacionados pertenecen al Sr. Kurumada. No estoy ganando dinero con esto, ni pretendo hacerlo. Nada más estoy pasando un buen rato.

 

 

ADVERTENCIA.

Niños y niñas, deben ser respetuosos con sus papás. No me hago responsable de los daños colaterales producidos por la lectura de este fic.

 

En relación a la advertencia del prólogo, el consumo excesivo de alcohol también puede provocar que Ud. crea que sus amigos son más numerosos, fuertes, poderosos y leales que los amigos del tipo grandote llamado ALDEBARÁN DE TAURO.

 

 

Capítulo 1:

El Lunes del Escorpión.

 

 

Lunes. ¡Qué día tan desagradable! Una nueva semana más, cruel recordatorio que tienes que amarrarte a tu trabajo, sea cual sea, por una larga y tediosa jornada, mientras te lamentas del pasado fin de semana que pasó y no volverá. Lunes. ¡Oh Lunes! Debería ser un día prohibido. Dios nos envió la semana y los fines de Semana, el diablo nos envió el lunes.

 

Helo allí, lunes a las 9 de la mañana, en las instalaciones principales del Santuario, frente a las oficinas del departamento de asistencia jurídica.

 

Pero si de algo se lamentaba Milo no era del Lunes en sí, sino del fin de semana que había desperdiciado amenazando a cuanto abogado se le cruzó por delante, para que lo ayudasen a revisar y verificar la legalidad del estúpido contrato que había firmado, sin que ninguno le diera buenas noticias. El documento estaba a prueba de todo y había cubierto todos los aspectos posibles y las situaciones más inverosímiles que uno pudiera imaginar. No había forma de zafarse ni de escapar a él. La única forma que Milo tenía de eludirlo era morir por 20 años para que el contrato quedase nulo.

 

Sin duda este era uno de los peores atolladeros en los que se había metido. Ahora hasta destruir el Muro de los Lamentos le parecía cosa de niños.

 

"Odio a los abogados…"

 

Murmuró entre dientes el caballero de escorpión mientras esperaba que los abogados del Santuario, un cardumen de pirañas hambrientas, tal como les había descrito una vez Afrodita, terminasen un último y desesperado análisis, en el que cifraba todas sus esperanzas de conservarse como soltero codiciado… o parrandero de 1ª línea, como quieran llamarle. Porque si en algo eran expertos estos tipos, ese 'algo' era de sacar de problemas tanto a Saori como a sus demás caballeros. Jugaba a su favor que estos tipos no solo eran muy hábiles y eficientes en su área, sino que además era la primera vez que Milo le pedía un favor.

 

"Milo… ¿Estás ahí? ¡Te Estoy Hablando!" Le preguntó Saori de pronto, sacándolo de su trance. Tan metido había estado en sus pensamientos, que ni había sentido a Athena. Rápidamente se hincó ante ella.

 

"Disculpe Princesa, no la vi."

 

"¡Jijiji!… No te disculpes, que no es necesario. Es que te vi tan concentrado que me preocupaste."

 

"¿Err?"

 

"No te lo tomes a mal, pero es que esta es la primera vez que te veo así. ¿Te sientes bien, caballero de Escorpión?"

 

        Milo asintió con la cabeza nada más que por formalidad, pues se sentía mal. Saori suspiró profundo: algo no iba bien con su caballero. Miró a su alrededor buscando algún indicio… ¡Ah sí! Allí estaban las oficinas de los abogados… ¿Los abogados? Hmm…

 

"¿Estás en algún Lío?" Preguntó Saori con lentitud, señalando las puertas cerradas.

 

"Podría decirse…"

 

"::n.n:: ¿Desayunaste? Porque si no es así, eres bienvenido. Así me contarás qué fue lo que te pasó durante en el desayuno."

 

"Sin ánimo de ofender, pero prefiero esperar." Se disculpó Milo con lentitud. Saori, que no se iba a dar por vencida así de fácil, tomó a Milo sorpresivamente del brazo, lo obligó a ponerse de pie y a caminar por el pasillo junto a ella.

 

"Ya sabrán donde encontrarte. Por ahora, vamos a desayunar."

 

        Así fue que Milo terminó siendo llevado por la quinceañera Athena derecho al comedor para tomar un debido desayuno. Al menos iba a comer bien esa mañana. ¡Vaya Que Fue Un Buen Desayuno! Shion y Kanon compartieron con ellos de muy buen grado. Sin embargo, pese a la buena comida, el humor de Milo no varió nada y apenas sí hizo alguna de sus características bromas.

 

"¿Y bien Milo? ¿Qué fue lo que te pasó que necesitas a los abogados?" Preguntó Saori casi de la nada, llamando la atención de Shion y Kanon. El santo de escorpión suspiró de fastidio.

 

"¡Mi Viejo Que Mete Las Narices Donde No Le Importa!" Respondió conteniendo a duras penas su mal humor.

 

"¿Tus papás se metieron en líos legales?" Preguntó Kanon algo sorprendido, para luego emitir un largo silbido. "¡VAYA! Debe ser uno muy gordo como para que TÚ le hayas pedido ayuda a los abogados."

 

"¡¿Qué Problema ni Qué Nada?! ¡ELLOS son el Problema! Sobre todo mi Padre." Milo se cruzó de brazos muy molesto. "¡Ni Mi Maestro Me Daba Tantos Problemas y Ese Que Se Los Buscaba!"

 

"::¬¬':: ¡Dímelo a Mi!" Suspiró el Patriarca entre dientes y para sí mismo, al recordar al anterior Santo de Escorpión. "Kanon, no se silba en la mesa." Le reprendió Shion antes de volverse hacia Milo. "¿Qué fue lo que ocurrió que estás tan molesto?"

 

"Firmé algo…"

 

"¿Firmaste algo?" Preguntó Saori con curiosidad. "¿Y qué fue lo que firmaste?"

 

"…"

 

"¡No Me Digas Que Apostaste El Santuario!" Bromeó Kanon de buena gana.

 

"¡Grrr!"

 

"¿No nos quieres contar, Milo?" Preguntó Shion con una infinita paciencia. Pasaron algunos minutos antes que Milo bufara descontento: no sabía como explicar su situación.

 

"Hace 3 años firmé algo… un contrato extraño que en el fondo… Argh… El asunto es que tal como van las cosas… Me caso a final de mes."

 

        Kanon escupió el café y comenzó a toser de la sorpresa. Athena soltó el trozo de pastel que se iba a comer y miró a Milo con los ojos abiertos como platos. El Patriarca Shion se llevó la mano al pecho, como quien sufre de un infarto… después de todo, ya no era un mozalbete de 150 años.

 

"¿Qué cosa has dicho?" Preguntó Shion cuando se hubo recuperado de la impresión.

 

"¡¿Has dicho que te casas?!… ¡No Manches! ¿Y Con Quién?" Preguntó Saori sin saber si reír o llorar… ya que por un lado era extraño que eso le ocurriese a Milo, y por otro… ¡el pobre se veía tan desolado!

 

"¿¿Cómo y POR QUÉ Firmaste Eso??" Interrogó Kanon tan sorprendido como los tros dos.

 

        Milo gruñó y se cruzó de brazos. Tomó aire y lentamente comenzó a explicar todo lo que le había ocurrido desde el sábado. Athena interrumpía ocasionalmente a su caballero alguna solución (crease o no, de buena gana quería ayudarlo, aunque sus soluciones fueran algo… ¿infantiles?). Shion escuchaba muy concentrado el cuento y parecía ponderar cada palabra. Kanon por otro lado… bueno, él nada más tenía todos los músculos de la cara tensos en un sobrehumano esfuerzo para no reírse a carcajadas en la cara del atribulado Milo, ya que como sentía una soterrada rabia en su compañero de armas, y no quería provocar su mal humor.

 

"::enojado:: ¡He Pasado por más de 9 abogados y todos me han dado la misma maldita respuesta! No tengo idea quien que el desgraciado que formuló ese contrato de porquería, pero si me llego a enterar quien fue… ¡¡GRRR!!"

 

"¿No hay forma de que no te cases?" Preguntó Athena al aire, luego se volvió a Shion. "¿No es eso ilegal? ¿Firmar algo contra tu voluntad y estando ebrio? ¡No Eras Consciente De Lo Que Firmabas! ¿Y si me niego a tu boda? ¿Crees que eso te ayudaría?"

 

"Ebrio o no, Princesa Athena, Milo firmó un documento siendo mayor de edad, cuando ya era 'responsable' de sus actos." Explicó Shion. "Y Bien Milo, ¿Qué Harás Ahora?"

 

"Bah. Intentar Eludir El Contra…"

 

"¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA, JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!" Kanon ya no pudo más y estalló en risas, como se puede leer. "¡JAJAJA! ¡Disculpa Milo, es que *NO* puedo evitarlo más! ¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!" Balbuceó sin dejar de reír y con los ojos vidriosos.

 

"¡¡NO ME PROVO…!!"

 

"Basta los dos." Vociferó Shion con mucha tranquilidad. Athena miraba esto con curiosidad. "Están frente a Athena y deben comportarse como los caballeros que son. Ahora…"

 

        En ese momento entró un soldado, seguido de dos de los abogados de la firma que veían los asuntos del Santuario. Milo los miró expectante, olvidando que Kanon seguía riéndose de él y de que Shion lo acababa de regañar.

 

"¿Y bien?" Pregunto sin esperar siquiera que Athena tomase la palabra. Ambos abogados se miraron por un segundo.

 

"El contrato es legal y vigente." Sentenció uno de ellos. "Se aprovecha de algunos vacíos legales, pero no lo suficiente como para que sea un documento dudoso. No va en contra de ninguna ley o código, pero…"

 

"¿¿CÓMO VA A SER LEGAL SI ME ESTÁ OBLIGANDO A HACER ALGO QUE NO QUIERO Y QUE ATENTA A MI LIBERTAD??" Vociferó de pronto Milo, poniéndose de pie y dando un golpe en la mesa. Athena dio un respingo, Shion se sobó las sienes y Kanon dejó de reírse en el acto: la cosa parecía seria. Los abogados tragaron saliva y dieron un paso hacia atrás como precaución.

 

"El problema es UD. cedió esos derechos y su libertad a cambio de un servicio que está orientado al bien común, que en este caso es la conformación de una familia sólida." Milo se dejó caer en la silla derrotado. "Con lo único que podemos ayudarle es… preparando los papeles de divorcio." Milo levantó la cabeza sintiéndose esperanzado. "Aunque… este contrato le obligará a permanecer casado por dos años."

 

"Lo lamentamos…"

 

"Pero… Tengo entendido que cualquiera de mis caballeros que quiera casarse, debe contar al menos con mi autorización." Preguntó Athena.

 

"Siempre y cuando no haya contratos vigentes y legales previos." Aclaró Shion, quien luego se dirigió a los abogados. "¿Qué tan cierto es eso que el contrato cubre todos los aspectos y posibles situaciones de nulidad? El Santo de Escorpión nos comentaba que todo parecía estar cubierto y que no puede aprovechar ningún resquicio para evitar la boda…"

 

"Quien redactó esto pensó en todo. Parece haber tenido al caballero Milo en mente al momento de escribirlo. ¡Hasta Considera la Posibilidad De Que El Caballero Sea Tragado Por Escila, que sea Muerto por Poseidón o que su Alma quede encerrada en una estatua de piedra frente al Muro de los Lamentos! ::suspiro:: La única forma de eludir esto es que permanezca muerto al menos 20 años… o que se haya casado en secreto, pero…"

 

"¡Puedo Fingir Que Estoy Casado de Antes!" Sugirió Milo desesperado por encontrar una salida. "No tiene porqué ser cierto, si no le decimos nada a nadie, nadie lo sabrá nunca."

 

"Tethis puede ayudar con eso." Dijo Kanon sintiendo de pronto complicidad. "Si le explico, seguro se anima."

 

"¡Ni Loco Me Caso Con La Sirena Esa! Aunque sea de broma. ¡Está Loca!"

 

"¡Oye! ¡Mucho Cuidado!" Saltó Kanon en defensa de Tethis.

 

"¡Basta los dos! Por supuesto que no harán eso." Les reprendió Shion una vez más.

 

"¿Entonces no hay vuelta que darle?" Preguntó Athena de nuevo, sintiendo pena por Milo. Los abogados negaron con la cabeza.

 

"El caballero Milo deberá casarse a principios de Abril, que es cuando vence el plazo."

 

"¿Qué pasa si me niego?"

 

"Levantarán cargos contra UD. por incumplimiento de contrato y de acuerdo con este documento, no podrá seguir ejerciendo como caballero de Athena, ni UD. ni sus familiares… ::¬¬':: Sin mencionar la maldición de la mala suerte con las mujeres que caerá sobre Ud. y sus posibles descendientes. Entre otras calamidades."

 

ESO NO ES POSIBLE!" Protestó Athena.

 

        Un tenso momento de silencio descendió sobre el comedor. Kanon estaba serio y Milo se veía pálido. No tenía forma de huir de este inesperado compromiso ni aunque quisiera. ¿Por qué había tenido que emborracharse esa vez? Casarse con alguien es algo serio, pero casarse con un desconocido… porque ahora que lo recordaba, no había preguntado ni por el nombre de la chica. Mejor comenzaba a hacerse de la idea. Shion se levantó de su puesto y se dirigió hasta Milo: le puso la mano afectuosamente sobre el hombro para luego darle unas palmaditas de ánimo en la espalda.

 

"Hijo, tendrás que aceptar las consecuencias de tus actos y asumir esta nueva responsabilidad te guste o no. Tómalo como un desafío y pórtate como el santo dorado que eres."

 

"::¬¬':: Para Usted es Fácil decirlo, Gran Patriarca." Milo sentía que la sangre le hervía de rabia por dentro. Eso era perceptible hasta para los abogados allí presentes.

 

"No. No es fácil, Milo. No me gusta ver que obligan a ninguno de ustedes a hacer algo que no quieren, mucho menos algo tan arbitrario como esto, y creo que lo sabes muy bien. Pero no tienes salida y no podemos ayudarte: tendrás que asumir esta responsabilidad." Shion suspiró profundo antes de seguir. "Cualquier cosa que necesites, sabes que todos te apoyaremos."

 

"¿Me ayudan a fingir mi muerte?"

 

"No."

 

"Bah."

 

"Además dos años se pasan volando, Milo." Le dijo Kanon. "Además, ¿Cómo sabes si en una de esas la chica que te escogieron es bonita y terminas baboso por ella?" Agregó intentando aliviar el humor. Milo lo miró con cara de pocos amigos. "Yo nada más decía."

 

        Milo se puso de pie frente al Patriarca e inclinó un poco la cabeza, para luego repetir la misma acción con Athena. No le gustaba nada la situación, pero al parecer no tenía más salida que seguir lo pactado en el contrato. Aunque en un mes podían pasar muchas cosas… aunque con su suerte…

 

"Si no puedo zafarme de esto, asumiré esta responsabilidad." Dijo con cierto desgano. "Ahora, si me disculpan, me retiro." Dicho esto, Milo abandonó el comedor, seguido de los abogados. Saori, Shion y Kanon se quedaron en el comedor mirando perplejos hacia la puerta durante varios minutos más en silencio…

 

"Esto no me lo esperaba en lo absoluto. ¡Milo se casa el próximo mes! Y no porque quiera o con quién él desea." Comentó Saori. Al cabo de unos momentos, sus ojos se pusieron brillantes y muy grandes. "¡¡IRÉ A UN BODA!! ¡¡QUE EMOCIÓN!!" Exclamó con juvenil entusiasmo. "¡¡NECESITO UN NUEVO VESTIDO!! ¡¡TENGO QUE COMPRARME ZAPATOS Y ELEGIR QUÉ PEINADO USARÉ!! ¡¡ESTO ES TAN EMOCIONANTE!!" Saori comenzó a correr hacia otra habitación. "¡¡TATSUMI, TENGO QUE IR AL CENTRO COMERCIAL!!" Chilló segundos antes de desaparecer en dirección de sus habitaciones.

 

        Shion y Kanon la observaron tranquilos y sin mayores aspavientos. Athena nada más tenía 15 años, y después de todo a lo que se había enfrentado, estaba bien que se portara de acuerdo a su edad para variar un poco.

 

"Kanon…"

 

"¿Sí, papá?"

 

"Ya sé que es inútil que no le cuentes a nadie sobre esto, pero trata de darle un perfil bajo… y… de no molestar mucho a tu… ¿Kanon…? ¿Dónde te metiste…?"

 

Shion se quedó helado… Kanon había desaparecido antes de que se diera cuenta, lo cuál era extraño: a estas alturas seguro todo el Santuario ya se había enterado de la noticia. El Patriarca suspiró nostálgico, y volvió a mirar en la dirección en la que Milo había desaparecido. En eso sintió un fuerte ataque paternal: sus ojos se le llenaron de lágrimas, y su pecho se infló de orgullo.

 

"¡Se Casa Uno De Mis Niños!" Murmuró para sí, lleno de emoción.

 

 

Continuará.

 

Por

Misao-CG.

 

 

En el próximo Capítulo…

 

"¿TE CASAS?" Insistió como si no hubiera escuchado nada. "¡PERO…! ¿¿CON QUIEN TE CASAS, MUJER?? ¿¿POR QUÉ?? ¡¡MUJER TENÍAS QUE SER!! ¡¡MENTE DÉBIL!! ¡¡ME HAS ESTADO ENGAÑANDO!!" Insistió con firmeza.

 

        Alisa quería mucho a Jason, aunque nadie se explicaba porqué. Tenía que haber alguna razón… al mismo tiempo, también debía haber alguna razón del porqué, con lo machista que era Jason, aguantaba… bueno…

 

PS: Espero no haberlos aburrido con este fic. Sigo nerviosa y quisiera saber, de corazón, qué es lo que piensas de mi humilde fic. ¡¡DEJEN REVIEW!!