Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Decisiones ❯ Capitulo 11 ( Chapter 11 )

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Ya han pasado 5 días desde la partida de su hermano y la situación de Kikyou no ha cambiado para nada. Llora todas las noches y parte del día, ha faltado a la escuela y apenas come. En verdad la ausencia de su hermano han cambiado sus hábitos. Por otro lado, Mariel ha tratado por todos lo medios contactarse o saber donde Kaiba estaba, sin embargo la búsqueda ha sido en vano.
En la tarde de ese Kikyou se encontraba con Ayame, quien la ha visitado desde que supo la noticia. Ella nunca había visto a Kikyou en ese estado y también se sentía muy triste al verla de esa manera, temía mucho por la salud física y mental de su amiga. Ambas se encontraban en la habitación de Kikyou, ella estaba acostada en su cama con la mirada perdida y no se movía para nada.
-Amiga te ruego que comas algo, te estás haciendo mucho daño- la muchacha no respondió.- Por lo menos levántate y salgamos a dar un paseo ¿qué te parece?-.
 
Nuevamente la muchacha no respondió.
-¿Tú crees que a Seto le gustaría verte tan demacrada como ahora?- preguntó con la esperanza que el recuerdo de su hermano la hiciera responder.
-Mi oni-chan....no me ama.....porque.....si lo hiciera......no me hubiera dejado- respondió con tristeza.
-¡Kikyou no digas tonterías, eres lo más preciado que tiene, de no ser así él nunca te hubiera dado su vida, nunca te habría protegido ni cuidado ¿por qué dijiste eso, acaso dudas de su amor por ti? Además en su carta te lo dice!- expresó con irritación.
-No lo sé,.....es que tan.....doloroso....que no.....esté aquí...y....cada vez....me hunde más-.respondió con angustia.- Yo sé.....que él me quiere mucho.......y...no se arrepiente.....de su vida conmigo....no obstante ¿por qué me dejó?-.
-Parece que la derrota que sufrió despertó un dilema que había ignorado durante mucho tiempo, y ahora el debe enfrentar su pasado así derrotar a todos sus demonios para que no le afecte y lo más importante para que no te afecte- recalcó Ayame-. Ahora te pido que te levantes y si quieres estar con él ve a buscarlo, pero no sacarás nada de estar llorando todo el día en la cama, le estarías haciendo las cosas más difíciles a Seto-.
Kikyou se dio cuenta de la veracidad de las palabras de su amiga, entonces decidió que ya era suficiente sufrimiento y que debía buscarlo y ayudarlo lo más posible. Se levantó y le hizo una reverencia de agradecimiento a Ayame.
-Muchas gracias Ayame, siempre has sido una gran amiga-.
-No hay de que, ahora ve a bañarte y prepara tus cosas ya que iras a buscar a tu hermano y recuerda que cuando lo encuentres le dirás cómo te sientes ¿entendido?-.
-Si lo haré- y se fue al baño.
 
Un rato después entró Mariel al cuarto, se veía muy feliz, ya que al fin encontró el lugar donde Seto Kaiba se encontraba.
-Lo tengo, el Sr. Kaiba está en una casa cerca de Kyoto-.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó curiosa.
-Tuve que pagarle a Roland y de este modo el me dijo donde estaba-.
-Ya veo, debemos decirle a Kikyou sobre esta gran noticia de seguro ella se alegrará en saberlo-.
-Yo debo reservar el viaje de la Srta. Kikyou, así que dígaselo usted -.
-Está bien, esperemos que esto funcione- dijo un poco preocupada.
-Funcionará- y con esto salió de la habitación.
5 minutos más tarde Kikyou salió del baño, vio a su amiga y se dio cuenta por la expresión de su rostro que ella tenía buenas noticias.
-¿Lo encontraron, no es cierto?-.
-Así es, Mariel descubrió el lugar donde se encuentra- respondió alegremente.-Ahora vístete ya que ella te está reservando un viaje hacia Kyoto.
-Que feliz me siento, de verdad quiero verlo y ahora sí le diré cuanto lo amo- recitó con valentía.- Ya no puedo seguir ocultando mis sentimientos, debo decírselo para así terminar con años de encubrir mi amor por él , no sólo por mi sino también por él -.
-Te deseo la mejor de las suertes. A propósito debes verte hermosa para él, no sería bueno que Seto te viera con los ojos rojos de tanto llorar y tan despeinada, déjame ayudarte a verte mejor-.
-Muchas gracias, Ayame- respondió con una reverencia.
 
De este modo Ayame peinó y arregló a Kikyou, al final ella estaba vestida con una blusa blanca, una mini falda de color púrpura y su cabello atado con un lazo rojo.
-Kikyou te ves muy hermosa, el joven Kaiba se va a rendir a tus pies- la muchacha se ruborizó y bajó su cabeza .- Que no te de pena, ya es lo que te pasa es algo muy natural y ahora debes enfocarte en ganarte el corazón del joven Kaiba-.
-¿Crees que lo puedo lograr? Yo no sé cómo mi hermano se siente sobre mi y probablemente no me vea como mujer- declaró con desconsuelo.
-No es conveniente que te preocupes tanto, como ya te he dicho él no te va a herir, eres lo más importante que tiene y lo menos que quiere hacer es verte triste. Así que ten convicción de eso y revélale tus sentimientos- dijo Ayame.- Ya es hora de que vayas a la estación-.
-Si, ya me voy-.
 
Kikyou salió acompañada de su amiga, quería que la acompañara hasta la estación. En la escalera se encontraron con Mariel quién le entregó el pasaje del tren, pero antes de seguir Kikyou quiso hablar con ella.
-Muchas gracias Mariel- dijo amablemente.- Gracias por encontrar a mi hermano-.
-No hay de que, ve allá y ayuda a tu hermano, ya que aunque él no se de cuenta, te necesita más que nunca-.
-Así lo haré, adiós-.
-Adiós Srta. Kikyou-.
 
Las dos muchachas entraron en la limusina que las estaba esperando, de algún modo Kikyou sentía que nada malo podría pasar, que su hermano la amaba igualmente que ella y que por lo tanto no habría nada que temer del futuro. Tal vez hayan sido las palabras de su amiga o su mismo corazón le convencía de todo esto, de cualquier manera, no había vuelta atrás y que ya no podía seguir ocultando el amor que sentía por él y por último saber la verdad sobre los sentimientos de su hermano.
10 minutos después la limusina llegó a su destino, ambas se bajaron y se dirigieron a la puerta donde se encontraba el tren que llevaría Kikyou a Kyoto, específicamente a su hermano. Al llegar a la puerta, Ayame le dijo a Kikyou:
-Adiós amiga mía, espero que todo salga bien- recitó con gentileza.
-Yo también Ayame, gracias por todo- respondió del mismo modo.
-Ahora ve toma el tren y encuentra a tu hermano-.
-Si, Ayame. Adiós-.
 
Kikyou fue a la puerta del tren y entró en éste, buscó su asiento y agitó su mano a Ayame en señal de despedida. El tren rápidamente partió y ella se dedicó a mirar el paisaje que se le presentaba. Sin embargo su mente sólo se podía concentrar en encontrar a su hermano y todo lo que debía hacer y decir a él. Más tarde la muchacha se quedó dormida, al parecer el viaje y la incertidumbre la hicieron sucumbir al cansancio, además que ella no comió ni durmió bien durante 5 días lo cual la dejó exhausta.
-Señoras y Señores pasajeros, el tren ha llegado a su destino, esperamos que hayan disfrutado su viaje. Que tengan un bien día y gracias por su preferencia-
 
Kikyou despertó inmediatamente al escuchar la voz en el altoparlante, luego marchó hacia la puerta del tren y posteriormente salió de éste y tomó un bus hacia las afueras de Kyoto. Su irresolución y su ansiedad crecían a medida que ella se acercaba más a su destino. De repente otro dilema en su mente apareció: tal vez su hermano haya cambiado y por lo tanto ella no sabía con qué se iba a encontrar. Si él se había vuelto más frío o el antiguo hermano de la orfandad había renacido en su espíritu. De cualquier manera ella seguiría amándolo y por sobre todo, haría lo fuese necesario para hacerlo feliz.
-Oni-chan, pronto estaré a tu lado y te diré toda la verdad que hay en mi corazón- pensó Kikyou con determinación.
 
Quince minutos después la muchacha se bajó, al parecer ya había llegado al fundo donde se encontraba Seto. Rápidamente corrió hacia la casa que se encontraba al final de bosque.
Por otro lado, Kaiba había decidido salir a dar un paseo por el bosque, por lo tanto se dirigió a la puerta. Al salir de la casa, escuchó que llamaban su nombre, no fue difícil para él reconocer a quién le pertenecía ésta voz.
-¡Kikyou! ¿qué está haciendo aquí? Le dije claramente que me esperara?- pensó inquietamente.
 
Sorprendido dirigió su mirada hacia el sendero principal, allí vio a su hermana que corría hacia él gritando su nombre. Antes que pudiera reaccionar, Kikyou lo abrazó con tanta fuerza que casi pierde el equilibrio, sin embargo pudo mantener de pie.
-Kikyou.....- Kikyou alzó su rostro para ver el rostro de su hermano. Se veía con mucha ansiedad y con lágrimas en su rostro.
-Nii-chan-.
-¿Qué estás......- Kaiba fue interrumpido por los labios de su hermana.