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LO QUE HE PERDIDO
ONE SHOT.
AUTORA: *Yami*, the real pharaoh (yue_moon)
E.MAIL: bonjovi_hall@hotmail.com, yami_faraon@fanwriter.zzn.com

ACOTACIONES: /----/ Yugi, hablando con Yami mentalmente. //----// Yami, hablando con Yugi mentalmente.
DISCLAIMER: Yu-Gi-Oh!, ni cualquiera de sus personajes me pertenecen, corresponden a sus respectivos autores.
- Contenido Yaoi (hombreXhombre), si este género no te gusta dale click en "atrás" y evitame enojos, si te gusta o te es indiferente, disfruta mi fic -


LO QUE HE PERDIDO
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- /¿Yami, estás despierto?/
Yugi le habló a Yami suavemente. Eran alrededor de las nueve de la mañana, domingo.
- //Ya lo estoy, aibou//
Yami abrio lentamente sus ojos para ver a su dulce hikari reposando su cabeza sobre su pecho. Ambos se amaban tanto, inspiraban pasión y amor por dónde pasaran. Ahora Yami tenía su cuerpo propio y ambos disfrutaban de cada momento juntos.
- ¡¡Yugi, Yami, bajen a desayunar!!
- ¡Ya vamos abuelo! Creo que es hora de pararse.
- Si...
- ¿Yami pasa algo malo?
- No, estoy bien.
- Tú no me puedes mentir a mí, sé que algo te preocupa, ¿Qué es?
- No es nada Aibou.
Sonríe y le da un beso en los labios.
- Es otra de mis cosas.
- Si necesitas ayuda, aquí tienes la mía incondicionalmente.
- Lo sé Yugi.
- Bueno, eso hora de bañarse.
- Cómo me encanta esa hora.
Ambos se van juntos al baño a disfrutar otro momento de su amor.

- Ya en el comedor -

- ¿Van hacer algo hoy?
- No lo sé abuelo, sabes que ni Yami ni yo planeamos qué hacer. ¿Por qué, necesitas algo?
- No, sólo preguntaba ya que Tea habló, junto con Tristán; para invitarte a salir y pasear, ya sabes, gastar el tiempo juntos; hace mucho que no vas con ellos, ni tú ni Joey.
- Las cosas cambian.
- No quiero que te obsesiones, Yami estará contigo pase lo que pase y no creo que se moleste porque salgas a compartir con tus amigos.
- Lo sé, no es por eso, solo que no me he sentido con ganas de salir.
- Bueno, ¿Por qué no vas hoy Aibou?
- Yami... no, creo que no.
- Ve, es bueno relajarse con los amigos.
- De todas formas, no creo que Joey vayas tampoco, está muy ocupado con Seto.
- Sí, pero tú si puedes.
- ¿Qué hay de tí?
- Tengo algo de sueño, supongo que me puedo quedar a dormir.
- ¿Estás seguro?
- Sí, no tienes porqué preocuparte, sé qué hacer sólo.
- Está bien, sólo porque tu lo dices.
Se acerca a él y lo abraza por su cuello, al mismo tiempo que lo besa profundamente recorriendo cada parte de su boca y dsifrutando de su sabor.
- Entonces iré a llamarle a Tea; para ver a qué horas salen; ahora vengo.
Sale del comedor y sube por las escaleras hasta su cuarto.
- No tenías que hacerlo por mí.
- No sé preocupe, no es por eso, es por Yugi, no debe desperdiciar la amistad de las personas.
- Eres muy bueno Yami; me da mucho gusto que estés con Yugi, significa mucho para mí, que mi nieto tenga a alguien que lo ame.
Le sonrié.
- También para mí.
- Creo que es hora de desayunar.
- Listo, ya la llamé, pasan aquí en una hora.
- Entonces sólo te da tiempo para comer algo.

- Los tres habitantes de "Domino Game Shop" desayunaron una comida muy familiar y satisfactoria, a pesar de ser tan distantes, el abuelo de Yugi sentía gran aprecio por Yami, ya lo consideraba cómo su propio nieto, así como se lo decía a toda la gente que le preguntaba qué era de él ése chico tan parecido a su nieto; así que el abuelo de Yugi siempre decía que era su nieto, que había llegado a Domino City hacía unos meses. -

- ¡¡Yugi!!.
Se oyó un grito desde la puerta, de una voz conocida.
- ¡Tea, Tristán, Ryo, pasen!
Los tres chicos entraron a la sala ya conocida.
- Buenos días señor Motou.
- Buenos días chicos. ¿Quiéren algo?.
- No gracias, mejor nos vamos, el tiempo pasa muy rápido.
Dice Ryo.
- Hola Yami.
Sonrié Tea.
- Hola "otro Yugi".
Dice Tristán.
- Que se llama Yami.
- Lo siento.
- Hola.
- Bueno, entonces vámonos.
- Está bien.
- Los tres, Tea, Tristán y Ryo salen de la tiene y esperan a Yugi.
- Entonces ¿Qué vas hacer sin mí, mi darkone?.
Se acera a él y lo abraza.
- mmm, pensar en este dulce Hikari.
Le sonríe y le besa rápido.
- Está bien, entonces nos vemos más tarde.
Yugi sale de la tienda corriendo, para encontrarse con sus otros tres amigos, quienes parten.
- Bueno, supongo que tendré que ver la televisión todo el día.
Yami se encuentra, sin duda, aburriéndose en casa, viendo programas que realmente no le interesan; no bastando con eso, le duele la cabeza; casi nunca se siente mal o le duele algo, pero ahora parecía una bomba apunto de explotar.
- Disculpe.
- Si, ¿Sucede algo Yami?
- Me duele un poco... está bien, me duele bastante la cabeza, ¿No tendrá algo de eso... medicina para esto? Por favor.
- Claro, deja buscarla.
Salamon, el abuelo de Yugi; sale de la tienda a la cocina, de dónde regresa con dos píldoras y un baso de cristal con agua.
- Tómate esto y vete a descansar, tal vez después de dormir se te pase el dolor.
- Muchas gracias.
Yami hizo todo lo que Salamon le dijo, fue a su cuarto, se recostó, pero no pudo dormir ni un instante, algo le preocupaba, se sentía mal.
- Bueno, algo bueno surgió de esto; ya no me duele la cabeza.
Realmente no se sentía bien, sentía que algo le faltaba, se sentía vacío.
- Mejor voy a buscar algo con qué entretenerme.
Tomó una de las chaquetas que Yugi le había comprado tiempo atrás, bajo por las escaleras y se dirigió a la tiene de juegos, donde estaba el abuelo de Yugi.
- Disculpe, voy a caminar un rato.
- ¿Ya te sientes bien?
- Sí, pero necesito tomar algo de aire fresco.
- Está bien, pero regresa pronto.
- Sí.
Salió de la casa y empezó a caminar sin rumbo. Realmente no sabía a dónde ir o qué hacer, sólo sabía que necesitaba estar solo; por alguna razón se sentía mucho más que triste, quería llorar pero no sabía la razó o el porqué; solo sabía que a cada segundo que pasaba se sentía peor; se sentía muy débil, ni siquiera comprendía cómo es que podía seguir caminando; pero lo hizo, siguió caminando hasta llegar a ese lugar qué tanto le gustaba a Yugi. Era la orilla del mar que marcaba con Domino City; estaba anocheciendo, el sol comenzaba a ocultarse y ese tono anaranjado que tomaba el cielo brillaba a todo su esplendor. Yami no lo pudo contener más, se sentó en la arena y compenzó a llorar desconzoladamente; lloraba y parecía que las lágrimas nunca se acabarían.
- No entiendo, tengo a Yugi, tengo amigos, el abuelo de Yugi, un hogar, paz en el mundo...
Lo último lo había hecho cortar sus propias palabras, claro, eso era.
- ... mi espíritu y alma fuero guardadas en el rompecabezas por una solo razón; que renaciera para poder salvar el mundo otra vez, cosa que ya hize, detenía a Marik y ya todo está en paz; no tengo nada que hacer aquí, sólo soy un espíritu que ha tomado un cuerpo sólido, pero mi tiempo en este mundo ya pasó; yo no debería estar aquí y además de todo, ni siquiera sé quién soy, cómo me gustaría saber qué fue de mí en el pasado, es como si hubiera vivido toda una vida y lo tirara a la basura en un instante, no recordar nada es como estar muerto y caminar, desearía que no fuera así; amo a Yugi y tengo una vida espectacular, pero no me basta con eso, no soy nadie ni tengo un objetivo en este mundo...
Siguió ahí, llorando, pensando; tratando de recordar una vida que ya había acabado. Pronto anocheció...
- ¡Abuelito, ya estoy en casa¡ Siento el retrazo, pero es que fuimos al cine y pues la película duró más tiempo de lo normal.
- Hola Yugi, no te preocupes.
- ¿Y Yami? No me imagino qué aburrida se debió haber dado estando solo.
- Salió a caminar.
- ¿A esa hora? Ya son las nueve.
- Eso es lo que me preocupa, él salió como a las cinco o seis; además yo le dije que no se tardara y el dijo que estaba bien, que sólo necesitaba un poco de aire, pero...
- No...
Yugi se preocupó de inmediato, temía que si algo le pasaba a Yami, él ya no podría vivir.
- Trataré de hablar con él mentalmente. /¿Yami? ¿Yami, estás bien? Respóndeme, por favor./
- //Estoy bien Aibou...//
Yugi pudo notar que en la voz de Yami se notaba algo diferente.
- /¿Dónde estás? Ya es muy tarde./
- //Perdón, no me dí cuenta de la hora, estoy bien, estaba disfrutando de una sóla y oscura rivera marina.//
Lo último lo dice con un tono irónico, pero no deja de preocupar a Yugi.
- /Vuelve a casa ¿Sí?/
- //Sí...//
- /Está bien, te amo./
Yugi esperó por una respuesta que no la hubo. Pasados 20 minutos Yami entró por la puerta de la casa de los Motou, pasó a la sala para encontrarse con Yugi adormilado, pero muy bien atento por si llegaba Yami.
- Aibou...
- ¡Yami! Qué bueno que estás aquí.
Yugi sonríe y da un respiro de alivio al ver sano y salvo a su yami.
- Perdón por preocuparte.
- Ya no importa, vamos, que mi abuelo dejó la cena esperándote.
- Realmente no tengo apetito...
Yami mantenía la cabeza baja, aún sentí esa tristeza, ese vacío y dolor en su corazón y temía que no lo pudiera contener más y se soltara a llorar frente a Yugi; sabía que si hacía algo así, Yugi se preocuparía mucho por él.
- Me gustaría ir a dormir, ¿Por qué no vas con tu abuelo a comer algo y le dices que me perdone, por haberlo desobedecido?
- ¿Estás bien? No me engañas Yami, sé que algo pasa, por favor, dímelo.
- Yugi, no pasa nada...
Pero Yami no pudo contenerlo más y comenzó a llorar otra vez.
- Lo siento, necesito estar sólo ¿Si?
Subió por las escaleras y volvió a estar en esa cama, pero ahora se durmió de inmediato, realmente estaba muy cansado. Yugi entró al comedor, dónde estaba su abuelo, a quién preocupó demasiado, puesto que traía la peor cara que se le conocía.
- ¿Yugi estás bien?
- No, pero no soy yo, es Yami, desde la mañana lo ví muy triste y débil y ahora que entró me dijo que estaba cansado y comenzó a llorar; me preocupa que le esté pasando algo.
- En la tarde le dolía la cabeza, tal vez esté enfermo, no te preocupes, mejor déjalo dormir y tal vez por la mañana sea el mismo de siempre.
- Si...
Yugi no podía negar que no se sentía bien, le preocupaba mucho el estado de Yami, así que subió a su cuarto, dónde encontró a Yami durmiendo.
- Yami...
Se arrimó a la cama y se sentó a un lado de él. Se acostó y pronto se quedó dormido.

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- ¿Sabes Yugi? Me gustaría dejarlo todo aquí...
- ¿A qué te refieres? Ah! no se mete! - Dice Yugi sin tomar mucha importancia y más entretenido en meterse la playera que intentaba ponerse y no entraba por su cabeza. - ¿A qué te refieres?
- A mi vida...
- ¿Tu vida? - A este punto, a Yugi se le había olvidado la playera.
- Si... Yugi, no tengo ningún sentido, mi vida se acabó hace... milenios... cada quien tiene su oportunidad de vivir y la mía ya pasó, no pertenesco a este mundo... - Después de terminar, Yami ya había notado las intensas lágrimas que rodaban por los ojos de su Hikari.
- ¿Porqué me dices eso, no me tienes a mi?
- Si, y doy gracias a ello pero no puedo seguir... ya no puedo. - Las palabras de Yami se oían muy tranquilas, con cierto tono de resignación.
- ¿Qué es lo que quieres hacer? - Yugi tomó una enorme bocanada de aire para pronunciar lo último.
- Quiero... entrar al rompecabezas y que tú lo destruyas. - Yugi abrió grandemente los ojos, no podía creer lo último que había escuchado, estaba entrando en pánico.
- No Yami... ¡¡¡No!!! ¡¡¡Nuncá!!! Si me amas...
- No digas eso... tu sabes bien que te amo... y también sé que encontrarás a alguien que te ame como yo...
- ¡¡Eres un idiota, te odio!! ¡¡¿¿Cómo te atreves a decirme eso??!!
- No quiero que sufras por mi... tu no tienes futuro conmigo...
- Mi único futuro es mi entero presente... tú. - Dice el más pequeño con un tono de calma.
- ¿Qué puedo hacer? Siento que mi existencia es inútil ya...
- Entonces hay que dar un tiempo... ¿No lo crees?
- ¿Para mí? Déjame regresar al rompecabezas... déjame reflexionar las cosas por un tiempo...
- ¿Cuánto?
- No lo sé... unos meses. - Yugi ya no podía seguir aguantando más, pero lo hacía por Yami.
- ¿Y después?
- Te respondo eso en unos meses.
- Te amo Yami. - Yugi se lanza a los brazos de Yami sin poder contener las lágrimas. - Te amo como nunca lo he hecho.
- Yo también mi Hikari, yo también. - Culminan el abrazo, Yami puede sentir el aliento de Yugi en su mismo aliento, ambos se acercan, muchas veces se han dado un beso, pero esta vez era diferente, esta vez lo necesitaban locamente, apasionadamente, como si fuera el último, y tal vez lo era. Al unir su labios, todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la Tierra se pronunciaron en ese instante, fue intenso, tierno, dulce, era espelusnante, como todo ese amor que se tenían se podía contener en un beso.
- Dime que volverás. - Al finalizar el largo beso, Yugi pronunció casi sin separa sus labios de los de Yami.
- Te lo juro. - Ambos se separaron y el rompecabezas empezó a brillar, pronto la figura de Yami se desvaneció. Yugi cayó de rodillas y permaneció en silencio...

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- Yugi, hoy te ves muy contento.
- ¿Se nota? - Yugi sonrió hacia su abuelo, sin dejar de comer el pedazo de huevo que se había llevado a la boca. - Hoy es el día en el que quede con Yami de volver a armar el rompecabezas... después de seis meses. - Yugi suspiró.
- Me alegra que te encuentres bien, hacía tiempo que te veía muy decaído.
- Siento haberte preocupado; ¡¡Ya acabé!! - Yugi devoró el plato en 5 bocados, ansioso por llegar a su habitación. - ¡Gracias por la comida! - Se paró rápidamente y se subió por las escaleras, con dirección a su habitación.
- ¡Te vas a enfermar! - Fue lo último que alcanzó a decir el abuelo Motou; quien sonríea al ver los ánimos de vuelta en su nieto.

- Muy bien, pues comenzemos. - Yugi empezó a armar el rompecabezas que se encontraba enfrente suyo con mucho ánimo, fíjandose en cada pieza, en cuál ponía en el lugar que ponía y con la esperanza de volver a verlo. Eran apenas las nueve de la mañana, domingo; pasados 45 minutos el rompecabezas estaba armado... solo faltaba el ojo, la pieza final. Cuando Yugi la puso, se reflejó una luz cegadora. Yugi se apresuró al entrar en los cuartos mentales y se avalanchó al de Yami. - ¡Yami! ¡Yami! ¿Dónde estás?. - Era la misma cámara en la que ya había estado varias veces, los laberintos, las escaleras; todo igual de confuso, todos los secretos de Yami reflejados en cada escalón.
- Yugi... - Los ojos de Yugi se abrieron al oír la voz, no volteó a ver inmediatamente, primero dejó que su corazón tratara de tranquilizarse y después dió media vuelta para encontrarse con esos ojos tan candentes, a veces tan tristes, pero eran de él, de la persona a quien más quería.
- ¡Yami! - Las lágrimas de Yugi no se hicieron esperar, mientras apretaba cada vez más a su amante. - Te he extrañado mucho, no sabes cuánto he tenido que soportar, tanto dolor.
- Hikari... yo también te he extrañado.
- Yami, quiero que me perdones por lo que te dije cuando te fuiste, no quise insultarte.
- No. - Yami negó con la cabeza y sonrió. - Tu no me hiciste nada, está bien, yo te he provocado más dolor que a nadie más.
- ¿Todo bien?
- No. - Yami dijo con un tono decisivo, duro y estremecedor.
- ¿Y ahora qué?
- Me di cuenta de lo que he perdido, de mis recuerdos, de mi vida entera...
- Lo sé... Yami, yo no.
- También me dí cuenta de lo que he ganado... amigos, juegos, rivales, familia... a ti. Me di cuenta de que morí muy jóven, eso lo sé y creo que la vida o quien haya sido, me dió una nueva oportunidad, para poder recuperar todo lo que pedí hace... tiempo... y creo que lo he recuperado, tal vez no como quisiera, si quisiera conocer mi pasado, no me siento muy conectado a este mundo, pero si me siento conectado a las personas que tengo junto a mí, contigo. Yo sé que no soy la persona que quisieras que fuera, que debería ser de otra menra, pero... pero...
- No Yami. - Yugi le dirigió una sonrisa inmediata. - Yo soy la persona más feliz del mundo al tenerte a mi lado, a veces creo que no te meresco, que soy un niño temeroso que tiene besando a un gran, valiente y poderoso faraón; que la vida es muy tonta como para ponerme a tu lado o yo tengo mucha suerte como para estar contigo. Creo que lo que trato de decir es que te amo, y no me importa de que manera, pero vamos a estar juntos, siempre, Yami.
- ¿Lo crees así?
- Lo sé.
- Entonces... quiero ir a desayunar.
- Hizo huevos con arroz.
- Bien para empezar.
- ¿Qué vas a hacer por la noche?
- Dormir.
- ¿Cuánto tiempo dormiste en el rompecabezas?
- Fue para hacerte enojar.
- Entonces vayamos a pasear en la noche, ¿Si?
- ¿A dónde quiere que lo lleve mi Aibou? - Lo toma del brazo y le sonrié, mientras ambos salen del rompecabezas.
- No, ahora. - Se suelta del brazo de Yami y ahora es él quien roda el brazo de Yami. - Yo seré quien llevé a mi faraón a pasear.
- Me agrada la idea.
- ¡¡¿¿Yami vas a bajar a desayunar o no??!!
- ¡Ya voy! - Yami sale de la habitación, mas que para desayunar, para saludar a "su" abuelo.
- Ai-shiteru Yami.

FIN.

Notas de la autora:
O_O Ah, no ma! Esto es lo más corto que he escrito en mi carrera como fanwriter, la verdad ya lo quería acabar, para dedicarme de lleno a "Magia en Guerra", "Big Anime VIP" y "Si yo fuera..." porque tengo apretadísimo el trabajo y como sé que no iba a avanzar mucho con esos tres, me dije a mi misma que necesitaba entretener a mi público con algo, así que rápido les hice esto; espero que lo corto no haya desapetecido su preferencia, igual creo que traté de hacerlo bien ^^ Como soy Yaoi fan como ninguna otra, me aventuré con este Shunen-ai, como en muchos otros que tengo, pero este es el primero que escribi totalmente y exclusivamente de Yami to Yugi ^^ y como es mi pareja favorita yaoi... espero que haya estado bien; ya saben, cualquiera cosa, felicitación, queja, amenaza, recomendación, "hey tu, pobre enferma, ya ponte a hacer algo más", o cualquier otra cosa, ya saben a dónde: bonjovi_hall@hotmail.com si NO quieren recivir una respuesta, y a yami_faraon@fanwriter.zzn.com si SI quieren recivir una respuesta, igual pueden agregarme a su msn con bonjovi_hall@hotmail.com o con yamishita@hotmail.com, con toda libertad ^^ Pues feliz día de las madres, cuídense y nos estamos leyendo >_O
Terminado el 7 de mayo del 2004 en México. Dedicado a el Mago Clow Obeso, espero que algún día lea esto ^^ mi querido maestro obeso ^^