Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Sombras del Pasado ❯ Perdido entre Sombras. La Batalla Final I ( Chapter 10 )

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DISCLAIMER: Los personajes de CardCaptors Sakura y todo lo relacionado con ellos, pertenecen a CLAMP. La trama de Sombras del Pasado es propiedad de Inner Angel

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SOMBRAS DEL PASADO

Capitulo X: Perdido entre Sombras. La Batalla Final I.

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You hear the mysterious beat
that's reminiscent of days gone by, don't you?
Linking distant memories,
now the story begins.

Words I couldn't say
are spilling out into my hands
Whenever I turn the pages
of the diary to my heart, I realize,
you were always there by my side. (1)


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La tierra entera estaba en tinieblas. Sólo el resplandor opaco y cambiante del Dragón del Tiempo le daba algún color a la paleta de grises que bañaba la ciudad. Por las calles desoladas de Hong Kong, figuras oscuras se movían de un lado a otro, devorando carne y almas humanas a su paso. El horroroso espectáculo parecía salido directamente de una pintura de Botticelli o Doré, en una representación real de la visión dantesca del infierno. El epicentro de toda la actividad estaba en las faldas del monte Tai Mo Shan, en una zona semi-boscosa al norte de la ciudad.

Allí, las puertas estaban abiertas y el Apocalipsis se manifestaba con la presencia de miles de criaturas, amorfas y diabólicas, que comenzaban a invadirlo todo, dejando un repugnante olor a muerte y decadencia a su paso. Muy apropiadamente, en el momento de la temida reaparición de Fu-Chou, la tierra se había quebrado en medio de tremendos temblores. Una grieta principal de más de 100 metros de largo y poco más de 30 de ancho daba paso a un abismo que no tenía fin, y por el que estos entes innombrables, subían arrastrándose, maldiciendo.

A ambos lados de la boca de salida del profundo averno, se encontraban posicionados los mejores guerreros que habían sobrevivido a los ataques iniciales. Todos luchaban sin descanso para tratar de detener a los demonios que se filtraban sin cesar en medio de un clamor de venganza y odio. El ruido era verdaderamente ensordecedor.

Por si esto fuese poco, la tormenta eléctrica sobre sus cabezas parecía también partir el cielo en mil pedazos, haciendo estremecer la tierra bajo sus pies, y sacudiendo sus corazones. La lluvia que caía con fuerza pesaba mucho sobre los brazos y piernas cansados por el continuo esfuerzo. Aun así, todos seguían batallando, sustentándose tan sólo en el coraje que les daba la esperanza de prevalecer.

Algo más lejos de la puerta, entre los árboles, un círculo cerrado de guerreros combatía protegiendo a la Cardmaster, quien se encontraba en medio de todos, ansiosa por ayudar en el devenir de la batalla. Naturalmente, Touya permanecía a su lado, evitándolo a toda costa.

“¡Onii-chan, por favor!”. Suplicó Sakura una vez más tratando de zafarse de las manos de su hermano que la mantenían plantada firmemente en el lugar.

“¡NO!. Debes guardar tus energías y lo sabes”. Su serio semblante no traicionaba ningún sentimiento, lo que frustraba aun más a la joven hechicera. Todavía estaba preocupada por la actitud tan atípica de su hermano. Definitivamente no era normal, no importaba lo que dijeran Meyling y Tomoyo. Algo no andaba bien con él.

“Ya llegará tu momento de intervenir”, remató con la misma voz monótona que no revelaba nada de sus emociones.

“Así es Sakurita, déjalo de nuestra cuenta”, dijo un Kero apenas recuperado de sus heridas, quien junto con Eriol y los demás guardianes se mantenían muy cerca, resguardándola.

La joven suspiró en señal de derrota. Tenían razón. Lo sabía. Pero saberlo no evitaba que la ansiedad la estuviese matando. Simplemente no podía estarse quieta. Sus manos se movían irritablemente de un lado a otro, apretando alternativamente su báculo entre dedos nerviosos. Sus ojos se desplazaban atentos, siguiendo cada movimiento de ataque y defensa de sus compañeros. Si no hacia algo pronto se iba a volver loca. Ver a sus amigos arriesgar la vida mientras ella esta de pie, empapándose como una tonta en la lluvia no era lo que tenía en mente para esta batalla.

Cuando creía que ya no podría aguantarlo más, su deseo de entrar acción se hizo realidad.

Un chillido agudo y prolongado cortó la noche, mandando de inmediato a las criaturas del infierno en una estampida frenética, intentando alejarse por todos los medios de lo que venía saliendo de las profundidades de la tierra.

Todas las miradas se volvieron hacia la puerta, y aun cuando se encontraba lejos Sakura pudo distinguir como la tormenta eléctrica que repentinamente se había acallado en los cielos, ahora surgía del interior de la misma grieta con una furia renovada. Flotando en medio de un intenso campo de energía, poco a poco se elevó fuera de su prisión la figura imponente del Vengador Fu-Chou.

Incluso a esa distancia, la Cardmaster sentía con claridad la intensa ola de violencia y odio que manaba del demonio suspendido en el aire. Su reacción fue igual a la de todos los presentes: retroceder unos pasos en un intento fútil por apartarse del horror de su presencia.

“¡AHHH!... Pero que amables sois al venir a recibirme”, su voz cargada de sarcasmo se extendió por todo el campo de batalla como un potente veneno, debilitante de la voluntad humana. El efecto de su presencia era verdaderamente devastador y todo lo que podían hacer los valientes magos era mirar paralizados y boquiabiertos a la mismísima maldad encarnada.

No había duda que, en su tiempo, Fu-Chou fue un guerrero poderoso. Su cuerpo fornido, cubierto por una armadura roja y dorada, era testimonio suficiente de su intrínseca vocación para la lucha y la guerra. Su larga y lisa cabellera negra estaba atada con una cinta en la base de su cuello, dejando despejado un semblante pálido y hermoso. El contraste de belleza con maldad era verdaderamente macabro. Más aun cuando lo único que hacia falta en su rostro eran unos lentes para convertirlo en la replica exacta de su hermano Clow… y de Eriol.

En medio de la patente inmovilidad de todos los presentes, era notable la única persona que se encontraba en movimiento, acercándose a paso firme hasta detenerse frente al Vengador. Sakura ya había reparado en este guerrero en particular. No tenía idea de quien era, pero su presencia encapuchada en una capa negro y rojo, había sido primordial desde el comienzo de la batalla por su increíble habilidad con la espada y la rapidez de sus movimientos. En realidad, en medio de toda la conmoción la joven se encontró a sí misma observándole constantemente, muy impresionada pues, a pesar de no haber hecho uso de la magia, era uno de los que daba cuenta del mayor número de enemigos.

“Dejadme adivinar…”, continuó Fu-Chou con una sonrisa siniestra en sus labios, mirando con desprecio a su oponente. “…sois el nuevo heredero del legado Clow, el valeroso líder del Clan Li y venís sin duda a sellarme nuevamente, para lavar los pecados de mi maldito hermano. ¿No es así?”.

El guerrero ladeó la cabeza levemente como única respuesta a las palabras del demonio. Era un ademán que denotaba algo de indiferencia a las presentaciones y formalismos con los que el Vengador perdía el tiempo.

“Así que sois hombre de pocas palabras”. Dijo con burla en su voz, al tiempo que desenvainaba su katana con lentitud. “Tanto mejor, pues yo os tengo noticias. Las cosas han cambiado. Mi poder ha cambiado. Esta vez no podréis sellarme como en el pasado. Esta vez yo cumpliré mi promesa de dominaros a todos y haceros pagar por la eterna agonía a la que me condenasteis”.

“¡Excelente!. Porque las cosas en verdad van a cambiar de una vez… y para siempre”. Tan pronto estas palabras fueron pronunciadas por el joven mago, su cuerpo se lanzó de un salto hacia delante, directo al Vengador que lo esperaba listo.

El sonido de metal chocando contra metal reverberó con violento estrépito, recorriendo el campo de batalla en donde progresivamente la actividad se reanudó para detener a la nueva oleada de criaturas. Sin embargo, todos mantenían parte de su atención puesta en los acontecimientos de la disputa central. Sakura la que más, totalmente boquiabierta por la experticia y poder manifiesto en cada movimiento, en cada ataque y postura de defensa.

El líder del Clan Li era en verdad increíble. Un auténtico guerrero digno de toda la tradición y costumbres del legado que representaba. Sakura sólo podía observarle silenciosamente, admirada de la gracia y soltura de sus movimientos precisos, que Fu-Chou igualaba sin perder la compostura. Era difícil decir quien iba ganando sobre el otro por lo pareja de la lucha.

Entonces comenzó a entrar en juego la magia, cuando de la espada del Vengador se prolongó una descarga de electricidad que el joven esquivó por apenas milímetros, saliendo de balance. Dando un par de saltos mortales hacia atrás puso un poco de distancia con su enemigo y recuperó el aliento. De inmediato inició su respuesta invocando la fuerza del Dios del fuego en la forma de una gran explosión de llamas que no tardó en envolver a su oponente.

Algo se paralizó entonces en el corazón de la Cardmaster, y sus manos volaron a su pecho como tratando de hacerlo reaccionar. Una sensación indescriptible le apretaba el pecho y la familiaridad de algo vivido pero no recordado, la llevó a pronunciar en un susurro la palabra clave.

“Dejá Vu”

En ese momento Touya parecía listo para asesinar a alguien. ‘¿Dónde está el inútil de Hiragizawa cuando lo necesitas?’, pensó al tiempo que miraba en todas direcciones tratando de ubicarle, ‘si esto sigue así Sakura puede recordarlo todo antes de…’. Su razonamiento mental se cortó cuando reparó en el extraño movimiento que ocurría discretamente dentro del campo de batalla. Una serie de personas vestidas con largas túnicas rojas estaban repartidas en medio del tumulto, caminando despacio como si estuvieran en medio de alguna procesión religiosa. Cada uno se acercaba hacia la batalla principal, rodeándola desde todos los ángulos y formando lo que sólo podía ser descrito como un círculo irregular.

Entonces lo vio. Envuelto en su capa azul, Eriol se encontraba haciendo parte del misterioso movimiento. Su báculo brillaba con una peculiar luz azulada que le confería un aura de misterio y poder.

Como si una orden que sólo ellos podían escuchar hubiese sido dada, la extraña procesión se detuvo al unísono.

Entonces los hechos se sucedieron tan rápido que Touya apenas y pudo parpadear.

La luz del báculo de Eriol creció en intensidad, concentrándose en la punta, desde donde una serie de finos rayos de luz intensamente azul salieron disparados directamente a cada uno de los miembros del grupo, quienes a su vez lo recibían empleando para ello una especie de medallón con la figura del sol. Sosteniendo estos símbolos sobre sus cabezas, emitían también rayos multicolores en respuesta hacia el resto de sus compañeros. El resultado fue la formación de tres estrellas concéntricas de ocho puntas, ubicadas una dentro de la otra y conectadas por varios círculos que cubrían efectivamente la zona principal de lucha como un techo de luz sobre los combatientes.

De inmediato todos los presentes se pusieron en movimiento, corriendo para alejarse y salir de debajo de la brillante figura. Eran perseguidos de cerca por los pocos demonios que no habían huido inicialmente para cubrirse de la molesta luz que hería dolorosamente sus sentidos.

Con todo, el Vengador observaba impasible los acontecimientos. Una mueca de verdadero divertimiento se dibujaba en su cara, casi como si no diera crédito a la estupidez humana.

“Vaya, parece que aun no habéis comprendido nada. Vuestros tontos juegos no surtirán ningún efecto en mi Clow…” dijo dirigiéndose directamente a la reencarnación de su hermano, “…no podéis destruirme tanto como no podéis destruir a la maldad natural que reside en cada uno de vuestros corazones, pues es algo intrínseco del ser humano”.

El rostro de Eriol igualó la sonrisa divertida del fantasma de su hermano. “Ciertamente, es imposible para mi, querido hermano, el destruirte. La esencia misma de la naturaleza humana no puede ser doblegada ni alterada”. Su voz era suave pero lo suficientemente potente para que todos la escucharan hipnotizados. Eriol sabía bien como mantener la atención de la expectante multitud a su alrededor, quienes no perdían detalle del intercambio familiar.

“Después de todo, ¿qué somos cada uno de nosotros sino energía fluyendo constantemente?, armonizando a la vez que luchando con las fuerzas que nos rodean, en la continua danza de la causa – efecto”.

La sabiduría de Clow, nunca igualada, continuó fluyendo en sus palabras

“Alguien dijo una vez, querido hermano, que la energía no se destruye, y esto es muy cierto para ti Xiao-Feng… La energía no se destruye… sólo se transforma”.

Quedando sólo Syaoran y Fu-Chou de pie bajo el manto luminoso, Eriol lo hizo descender rápidamente sobre sus cuerpos, inmovilizando efectivamente al Vengador dentro de la intrincada red de energía y magia combinadas. El demonio tanteó de inmediato la fuerza que lo detenía, intentando mover su cuerpo. La resistencia que encontró no sería ningún problema para él.

Entonces, una risa siniestra agitó su pecho en respuesta a las acciones de Clow. “¡¿En verdad pensáis que esto me puede detener?!!. ¡Vuestras reencarnaciones os han vuelto un tonto!”.

“Y a ti los años te han puesto algo sordo y necio por lo que veo”, devolvió sus palabras con igual cantidad de burla. “Yo no dije nada sobre detenerte. La energía nunca se destruye o se detiene…. sólo se transforma”, repitió al tiempo que Syaoran sacaba de su capa un sello de papel y lo ponía entre su pecho y su espada.

“¡YUUGOUSURU!!!”. Pronunció el conjuro a modo de grito de guerra, lanzándose de un gran salto sobre un Fu-Chou totalmente desprevenido e incapaz de moverse fuera del alcance del joven. Sus ojos miraban desorbitados como el cuerpo de su oponente iba cayendo a gran velocidad directamente sobre él, envuelto en el verde campo de la energía visible de su magia y aura.

Un destello encegueció a todos los presentes al momento de contacto entre los dos guerreros, forzándolos a voltear sus rostros y protegerse de la descarga monumental de energía. El símbolo de estrellas concéntricas ahora en el piso, comenzó también a arder con un fuego azulado al tiempo que la energía se desprendía de las líneas que lo formaban para mezclarse con la esfera de luz que envolvía ahora a las dos figuras en el centro, ocultándolas de la vista.

Y así, tan repentinamente como se había iniciado, toda la conmoción se detuvo. Hasta la lluvia, constante compañía hasta entonces, cesó de caer. El símbolo de poder se marcaba negro en el suelo donde las llamas continuaban ardiendo, alimentándose a sí mismas.

En el centro, la figura de un sólo hombre podía verse.

Estaba hecho.

Touya había mirado toda la escena desenvolverse sin remedio delante de sus ojos. El momento había llegado y el mocoso lo había logrado en verdad. ‘¡MALDICION!. ¡Sakura no se merece pasar por esto!’. Se maldijo una y mil veces por no ser capaz de cambiar las cosas, y salvar a su hermanita de la desgracia que sabia de sobra, iba a desarrollarse a continuación. Su mente se hizo eco del dolor de Meyling, recordando el momento en que Eriol los había reunido apenas unas pocas horas antes, para revelarles la verdad que Sakura debía ignorar.


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El rostro de Meyling se encontraba encendido en una mezcla indefinible de furia, desesperación, miedo y dolor que era imposible de describir. Con cada grito proferido su voz se rompía.

‘¡No lo entiendes todavía!. La razón por la que Syaoran se marchó años atrás. La razón por la que antes de marcharse borró de la mente de Sakura todos los recuerdos que ella tenia de él. ¡Todo fue para protegerla!!. ¡Para protegerla TONTO!!’, gritó desesperada, haciendo uso de todas sus fuerzas…. dejando correr las lágrimas libremente.

‘Para protegerla del destino al que inevitablemente ambos llegarían hoy…’, continuó sollozando.

‘Porque sólo Sakura tiene el poder suficiente para destruir a Fu-Chou….”. Las lágrimas de dolor de Meyling se multiplicaron en el rostro y corazón de todos los presentes…

‘Porque sólo Syaoran tiene la fuerza necesaria para contener el alma del Vengador en su cuerpo….’.

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Estaba hecho. El líder del Clan Li, el hechicero más poderoso del Concilio de Oriente, el heredero de Clow y poseedor de su sabiduría, lo había logrado finalmente. El alma de Fu-Chou estaba dentro de su cuerpo.

Así, los ojos de Sakura se encontraban fijos en la solemne figura que, de rodillas, se hallaba dentro del círculo ardiente de magia. No hizo falta que nadie le dijera una sola palabra. Su momento de actuar había llegado y con pasos firmes comenzó a avanzar hacia su destino.

La capucha siempre presente hasta el momento había caído hacia atrás, sin embargo la hechicera aun no podía distinguir su rostro, pues él tenía la cabeza gacha, sus facciones ocultas entre las sombras de su revuelto cabello color caramelo. Con una rodilla en el piso y la otra flexionada al frente, su postura indicaba cansancio, pero también disposición para saltar y continuar luchando en cualquier instante.

Su paso se hizo imperceptiblemente más lento, mientras que todos se apartaban dejándola pasar, haciendo una reverencia ante su presencia.

Sakura sintió su cuerpo estremecerse a medida que sus pies la acercaban más hacia el hombre que acababa de absorber a Fu-Chou en su cuerpo. Esos pasos decididos en principio, comenzaron a vacilar haciéndola detener en seco a poco menos de 20 metros de su objetivo.

‘Es el momento de vengarme… ¡debo hacerlo!’, cerró los ojos con fuerza y llevando sus manos frente a su pecho. La joven comenzó entonces a invocar todo su poder para crear una esfera de energía pura entre sus palmas abiertas. Las cartas salieron disparadas formando un círculo protector alrededor de su ama, brillando con una suave luz rosa, que fluctuaba en intensidad y contrastaba bellamente con la luz azulada de las llamas a su alrededor.

A medida que la esfera crecía, también lo hacían las dudas y la confusión en el corazón de la Cardmaster. ‘¿Por qué?’. Gritaba en su mente reprendiéndose a sí misma. ‘¿Qué es lo que me pasa ahora?. ¿Por qué siento miedo?. ¿Por qué tengo esta sensación de desgracia... de vacío por dentro?’, se preguntaba sin cesar, sin comprender realmente el origen de sus propios sentimientos.

Cuando la esfera estuvo completa un mal presagio se instaló en su corazón, y entonces lo comprendió. La verdad estaba clara ante sus ojos. ‘No puedo hacerlo, no puedo matar a otro ser humano. Simplemente no puedo’. Era demasiado para ella, que jamás le había hecho daño concientemente a nada viviente. Pero lo había jurado. Por sus amigos. Por los sacrificios que todos habían hecho. Por Lita y Naoko. Debía hacerlo sin importar las consecuencias.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo empezó a temblar sin control. Abrió los ojos y vio que el hombre seguía en la misma postura de rodillas, su cuerpo se estremecía en breves espasmos, única señal del esfuerzo que hacía por mantener al Vengador atrapado. Su presencia era tan intensa que lo llenaba todo a su alrededor oprimiéndole el pecho dolorosamente, intoxicándola con cada respiración que tomaba. La fuerza de su aura era indescriptible y le ponía la carne de gallina. En el fondo de su mente una sensación familiar la asaltaba, como el vago recuerdo de un sueño que se acaba de soñar, pero que no se puede realmente terminar de recordar por completo.

“¡Es ahora o nunca Kinomoto-san!. ¡Destrúyelo!!!”.

El grito de Ryu la sobresaltó, sacándola de sus cavilaciones. “¡Debes hacerlo rápido. No podremos contenerlo mucho más tiempo, y si él escapa… todo nuestro esfuerzo habrá sido en vano!”.

Mirando hacia atrás sus ojos se encontraron con los de Touya y pudo ver por unos segundos una profunda tristeza reflejarse en su semblante. Pero tan pronto como la vio su expresión cambió de inmediato a una de intensa urgencia al tiempo que le gritaba: “No lo pienses más Sakura… ¡Hazlo Ahora!!!”.

Cerró nuevamente los ojos y apretó los dientes. Tenia que hacerlo, lo había jurado y sin importar el precio, tendría su venganza. ‘¡Ahora Sakura, tu puedes… acábalo!. Es Fu-chou a quien vas a matar, no a un ser humano’, se dijo a sí misma mentalmente intentando razonar una salida, pero su cuerpo no respondió más que en la forma de lágrimas que corrían libremente por sus mejillas….

¿Acaso había fallado de nuevo?.

Por más que lo intentaba, que lo deseaba, no podía moverse.

“¡¿Qué rayos estas esperando?!. ¡¿Acaso quieres ser responsable de la muerte de todos los que están aquí??!!”.

La voz profunda y llena de cólera que salió del hombre delante de ella la sobresaltó tanto que la hizo retroceder de un salto. Abriendo mucho los ojos fijó su mirada de nuevo en la figura delante de sí, volviendo a estremecerse, pero esta vez en una mezcla de furia e impotencia. Quizás también con algo de vergüenza. Todos habían cumplido su parte. ¿Por qué ella habría de fallar ahora cuando había pagado un precio tan alto por culpa de la maldición?. Entonces, tomó una bocanada de aire pues se dio cuenta que estaba conteniendo la respiración de la impresión. Trató de articular palabra, pero su boca sólo se abría y cerraba incapaz de emitir un sonido coherente, atónita como estaba ante la presencia y el aura poderosa del líder del Clan Li.

“¡Que cobarde eres!!” escupió las palabras casi con repulsión. “¡Cumple tu promesa. Destruye a Fu-Chou!!!”.

La furia comenzó a ganar terreno en los sentimientos de la Cardmaster.

‘¡No soy ninguna cobarde!’, pensó indignada por las palabras despectivas que se estaba ganando su indecisión. ‘¡Lo haré… debo hacerlo!’, estiró completamente sus brazos dirigiendo sus manos al frente, pero el profundo temblor en ellas la traicionaba. Poco a poco consiguió apuntar la esfera de magia que había creado directamente al hombre que ahora se estremecía en medio de una risa casi tan macabra como la del mismo Fu-Chou.

“¡Tonta!. ¡En verdad sólo eres una niña tonta!”.

La irritación y el desprecio eran evidentes en su voz. Y el efecto que las calculadas palabras estaban logrando en Sakura, era exactamente el que él quería lograr. Hacerla enfurecer más allá del raciocinio.

¡Que no piense. Que no sienta. Que no recuerde. Que actúe!.

¡Que lo mate!.


“¡Una niñata insegura y tonta como tú no puede ser la heredera del gran Clow Reed, ni mucho menos vengar a nadie!”, continuó echando más leña a una caldera a punto de estallar. A su alrededor todos estaban mudos ante la inminente desgracia.

“¡No eres digna de ser la Cardmaster, mucho menos del sacrificio que han hecho tus amigos!!”.

Sakura estaba lívida de furia, a punto de perder el control por el dolor y la ira que fluía de ella a borbotones. ¿Cómo se atrevía a decirle eso?. Él no la conocía. Él no tenía ni idea de lo que había pasado, de lo que había perdido.

La tensión se hizo entonces patente en la electricidad que parecía brotar del aire mismo que les rodeaba. Era el momento de la estocada final y Syaoran lo sabía. No había marcha atrás.

‘Espero que algún día puedas perdonarme, Sakura’. Tomando una última bocanada de aire, alzó finalmente su rostro para enfrentarla.

“¡Devuélveme las cartas ahora… ¡¡¡DEVUELVELASSS!!!!!!”.

“¡&ie xcl;¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!”

De inmediato, casi como un reflejo, el ataque mortal salió despedido de sus manos directo a Syaoran. Y justo en ese momento, en ese último y breve instante en que por primera vez en muchos años ámbar y esmeralda se encontraron, todo estalló en la mente de Sakura…

… un segundo demasiado tarde para recuperar lo perdido.

Entonces… lo recordó todo.

Con cada segundo, con cada latido de la sangre en sus venas, Sakura vio las imágenes de su vida pasar una a una delante de sus ojos.

Pero esta vez no había extraños vacíos ni ausencias en sus recuerdos. No había la sensación de nostalgia permanente, de dolor indefinido que consumía sus sueños.

Todo estaba allí.

Por fin pudo ver el rostro que se movía en las sombras de su mente.



La mirada seria.

La determinación.

El compañero.

El amigo.

El rival.

La otra mitad de su alma.

Su aura.

Su cuerpo.

Su calidez

Su protección.

Su verdadero amor…



Y su nombre salió finalmente de sus labios en un grito desesperado por detener lo ahora inevitable.

En su venganza, estaba asesinando también al hombre que amaba.


“¡SYAORAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNNNNNN NNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”



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INNER ANGEL

(*) Letra de la canción “Ashita e no MERODI” Card Captors Sakura 2nd Movie Theme. Lyrics by CHAKA

**YUUGOUSURU : fusión

NDA: Si ya se que soy malvada por dejarlo allí, pero no pude contenerme. ;-p Al final corté varias de las escenas de lucha porque me pareció que tanto detalle era pesado e innecesario en un fic como este.

Les pongo referencias a las ilustraciones del infierno de Dante según Botticelli, Doré y otros aquí: - http://inner-angel.livejournal.com/836.html#cutid1 - en caso de que quieran tener una idea más clara de lo que ocurre con la llegada de Fu-Chou. No se si alguna vez lo mencioné antes, pero Fu-Chou significa vengador en chino… bueno, eso creo yo…. XD (curiosamente también es el nombre de una ciudad - Fuzhou).